miércoles, 22 de noviembre de 2023

UN, DOS, TRES... ¡EQUIPO!

En esta era de la tecnología (de tanta tecnología), en lo que a deporte se refiere, hay un aspecto de la prensa escrita que me gusta mucho más que la prensa digital, y es aquello de lo que carece. Cuando entro a alguna publicación digital del diario deportivo que sea, odio todas esas referencias que hacen a aquello que nada tiene que ver con el deporte: el vestido transparente de fulanita, fulanita burlando la censura en instagram con un topless que no es un topless, el influencer menganito recomienda..., fulanita rompe con menganito... ¡Por favor!, si entro a una publicación sobre deporte quiero leer sobre deporte, solo sobre deporte, y en la prensa escrita no encuentras todo eso, aunque reconozco que comienzo a leerla por el final y cuando llego al fútbol, que es la mayor parte, cierro el periódico, no porque odie el fútbol, pero me cansa.

Mención aparte, y por ello la entrada de hoy, requieren ciertos titulares que para mí no aciertan a transmitir correctamente la información que luego, una vez pinchas en ellos, te encuentras dentro. En ocasiones, la noticia no está en los titulares, que cada vez más pecan de sensacionalismo para que des al clic. Supongo que el número de visitas manda pero, al igual que las estadísticas de los partidos, no reflejan la realidad correctamente.

Jokic es de otro planeta... pero Denver pierde de 15. Así debería ser el titular. Esa es la noticia para mí, que el equipo campeón, con el mejor en su mejor versión ha perdido. Si Jokic es de otro planeta que se vuelva, porque en este, o acompaña el equipo o no se gana. 

Larry Bird decía que, "un equipo de baloncesto se compone de doce jugadores, no de cinco o seis. Para que un equipo funcione bien todos los miembros deben tener un rol, tanto dentro como fuera de la pista. Lo que pasa es que el público solamente presta atención a los que juegan la mayoría de minutos"  Quinn Buckner, compañero en los Celtics, dice de Bird que: "daba igual contra quién jugara, su juego siempre estaba a este nivel (hace un gesto top con la mano). Y eso dicta el nivel al que el equipo debe jugar. Para Larry todo era el equipo, ganar y jugar juntos, y por muy bueno que él fuera, sabía que no podía ganar por si solo, lo sabía desde el colegio..."

Dos días después de esa portada y con la entrada en fase de producción, me encuentro con esta otra en la misma publicación y firmada por el mismo periodista:

Ufff!!! Los emoticonos me pueden casi siempre porque no acierto a comprender realmente lo que se quiere expresar con ellos, pero ese es otro tema. Entiendo que la información tiene que ser eso, información, y que luego cada uno la interprete a su manera, pero chico, aclárate y ten cuidadín con los titulares que escribes porque hace dos días era de otro planeta y ahora es humano de nuevo. En palabras de Fito, "a quemarropa", sería aquello de: "lo que en octubre es verdad, era mentira en septiembre. Que no hay dos cosas igual, tampoco tan diferentes..." La noticia sigue siendo que con los números que ha hecho, que no están nada mal (18, 10, 7), a poco que el equipo acompañase y Jamal Murray no estuviese lesionado, podrían perfectamente haberse llevado la victoria, pero han vuelto a perder. Por muy extraterrestre que uno sea (entendiendo extraterrestre en el deporte como aquel que hace cosas al alcance de solo unos pocos), y Jokic lo es, no basta para ganar una noche tras otra. No me quiero imaginar el load management (manejo de las cargas de trabajo) que van a tener que hacer con Jokic si quieren que les dure. De otro planeta va a ser eso, porque no hay forma humana de que un tío juegue los 82 partidos de liga regular a ese nivel.

Hace como 5 años, escribía sobre la noción de equipo y ponía como ejemplo una gran actuación de otro extraterrestre que me encanta y al que las rodillas no le dejan ahora demostrar todo el basket que lleva dentro. Kemba Walker había metido 60 puntos con Charlotte ante Philadelphia. El entrenador de los Sixers dijo que lo habían intentado todo y que no habían podido con él. Con él no, pero con todos los demás del equipo sí. Kemba Walker y Charlotte, al igual que Jokic y Denver, perdieron ese partido. Si un equipo no se compone de cinco o seis jugadores sino de doce como cuenta Bird, ¿qué puede hacer un solo hombre? 

No lo olvidéis, ganamos juntos y perdemos juntos. Bird aprendió en el colegio que no podía ganar solo y lo defendió a lo largo de su carrera de la misma manera que Magic Johnson en los Lakers, haciendo mejores a sus compañeros. En ese mercado que es el draft de la NBA, cuya idea en origen me parece bien, parecen no haberlo entendido pues desvían la atención a las primeras elecciones que son las que se supone van a impulsar la Liga. Pero "ganado" del bueno hay poco. Y del que se pone al servicio del equipo cuando hoy en día lo que mandan son las estadísticas para conseguir grandes contratos, menos todavía.

UN, DOS, TRES... ¡EQUIPO!


lunes, 13 de noviembre de 2023

EL BAÚL DE LOS RECUERDOS DE LOS MOMENTOS FELICES

Que fácil es a veces escribir mil o más palabras, y que difícil en ocasiones condensarlas todas en unas pocas que le den título. Dos artículos leídos hoy durante el desayuno, son los que me han animado a escribir estas palabras a las que creo haber puesto un título bastante adecuado a mi realidad, que como ya sabéis, es la correcta porque es la mía, aunque hay otras igual de válidas si se acompañan siempre de fundamento del bueno. Fundamentemos pues...

En uno de esos artículos, Carmen Posadas escribe sobre las frases positivas tan de moda hoy día: "sé tu mejor versión, consigue tus objetivos y sé feliz, hasta el infinito y más allá..." bueno, a esta última no hace mención Carmen Posadas, es de una peli de dibujos animados y por lo tanto es ficción. Sabemos el significado de ficción, ¿verdad?. 

El secreto no está en ser la mejor versión de ti mismo, está en adquirir el compromiso contigo mismo de intentarlo, intentar siempre ser la mejor versión que puedas ser en un momento determinado. Si lo haces, consigas o no tus objetivos, deberías ser feliz porque el esfuerzo siempre vale la pena, incluso tan solo el esfuerzo de decidir intentarlo. Sí, tan solo para eso hay que ser muy, muy valiente. "Porque no siempre se consigue lo que uno quiere, pero intentarlo también es ganar" Rafa Nadal.

Quizá aquellos que no tienen callo (le tomo prestada la palabra a Carmen Posadas) en el camino de la vida, los que creen en la mentira del no limits como mantra, es porque no han visto, o no les han dejado ver, la parte mediocre de la misma y no han tenido que enfrentarse a ella, se frustran a las primeras de cambio porque no tienen el bagaje necesario para relativizar la realidad que son las cosas que pasan. La vida y el deporte son un juego que no se puede ganar, son un juego que se juega, una búsqueda constante donde el viaje importa más que la meta, y si no te dejan tomar las riendas, ¿qué experiencia vas a acumular?

"Hasta una mala novela puede contener aroma a felicidad" Con esas palabras termina Pérez Reverte su columna de esta semana. Lo importante de una novela no está en lo buena o mala que sea, sino en lo que evoca en ti y te hace sentir. Me pasa lo mismo con el vino, no sabría decir cuál es bueno o no, pero sé cual me gusta por su sabor y por lo que supone en momentos vividos. Últimamente, un denominación de origen Somontano, me ha hecho saborear de nuevo el Valle de Arán en un viaje que estoy deseando repetir.

Los que me conocéis, sabéis que ahora me ha dado por echar una mano jugando al baloncesto, haciendo equipo para que los chavales del Outes tuvieran gente suficiente para poder jugar. Eso es lo que voy contando, cuando la realidad es que lo que hago es bulto, que también se necesita dentro de un equipo, ¿o no?. Como si fuera yo el que les hace un favor cuando, lo cierto, es que son los chavales los que me dan la oportunidad de seguir aprendiendo. A mi edad eso es un regalo de la leche. Me dan la oportunidad de ir al baúl de los recuerdos y difundir mi "sabiduría", que nada o poco tiene que ver con el baloncesto. Óscar, por ejemplo, debe estar hasta las narices de la cantinela esa de que las zapatillas de jugar van del bolso a la pista y de la pista al bolso. No me voy con ellas puestas para casa. O Martín y Carlos, que hacen de la precipitación un arte, si es que podemos llamarlo así, jejeje.

En esas me encuentro, no importa que se llame baloncesto, atletismo, ciclismo o la vida misma, la actitud no cambia aunque las circunstancias sean distintas. Sigo jugando a buscar ser la mejor versión de mi mismo, siendo consciente de mis limitaciones para intentar superarlas porque intentarlo también es ganar, sabiendo que, incluso en mi mediocridad, hay un aroma delicioso a felicidad. Claro que sí Pepe, los buenos, aunque sean mediocres jugando a basket como yo, siempre ganan. Bueno, técnicamente ganar, ganar... en el sentido ese de ganar aún no ganamos, pero estamos trabajando en ello 😄

Tengo un amigo de Inef, Óscar se llama también, que un día le puso nombre a su empresa de gestión de instalaciones deportivas y la llamó enjoy!, que traducido del inglés viene a ser Disfruta, Diviértete. Huele a felicidad, ¿a que sí? Por cierto Óscar, buscamos patrocinador para el cubre, jejeje. Tenía que aprovechar la ocasión.