miércoles, 30 de septiembre de 2015

LOS VALORES EN EL DEPORTE...OTRA VEZ!!!

        Hacía ya mucho tiempo que no me asomaba por aquí. Quizá porque no encontraba tema interesante sobre el que charlar un rato. Sin embargo, desde hace unas fechas hay un asunto que a medida que van saliendo noticias, artículos o ruedas de prensa, me carcome y me cabrea de tal modo, que  he llegado a un punto en el que necesito sacar lo que llevo dentro para quedarme más tranquilo.

        Recientemente, la selección española de fútbol disputó dos partidos de clasificación para la próxima Eurocopa con pocos días de separación entre ambos. Entre un partido y otro, algún jugador decidió correrse una juerga. Dicen que había más, pero sólo trascendió el nombre de uno en concreto, conocido ya por hechos similares en anteriores ocasiones. Actitud nada profesional. 

        A este jugador en concreto se le pita y abuchea durante los encuentros que disputa con la selección y parece ser que la razón que se esgrime, desde algunas publicaciones y foros, es de tipo político porque resulta que este jugador es catalán. Yo, perdonadme si me equívoco, creo que la política en este país todavía no es de interés general como si lo es el fútbol y sus pormenores. Por lo tanto para mí las razones tienen que ver más con la conducta y el modo de proceder de esta persona que con el hecho de que haya nacido en una comunidad concreta.

        El motivo principal de mi cabreo es que a medida que voy leyendo artículos en diferentes publicaciones, de alguna manera "justifican" su comportamiento. Los hay que también reconocen que quizás se equivoque en las formas pero que por favor no se le pite, que pongamos de nuestra parte para que las aguas vuelvan a su cauce y que así pueda centrarse el chico en jugar al fútbol.

        Uno de estos artículos es de Amalio Moratalla. Escribe una columna de opinión en el diario Marca , y tengo que decir que es de los que le da más caña a este jugador y reconoce que se equívoca en ocasiones. Sin embargo, mi elección no viene dada por este tipo de artículos sino por uno que escribe ensalzando la figura de Pau Gasol tras la tremenda y antológica exhibición ante Francia en las semifinales del Europeo de baloncesto, torneo que días más tarde se adjudicaría nuestra selección.

        El artículo en cuestión lleva por título:"Las Formas y el Fondo". El caso es que éste tendría que ser válido para ambos deportistas pero a uno le pierden las "formas y el fondo", razones por las que es pitado, acción que es la única forma de expresión que las personas corrientes, que no pueden dar ruedas de prensa para justificar su comportamiento con un: "yo soy así y no voy a cambiar", tenemos para hacerle entender que de algún modo se está equivocando. Perdón, pero a mi ese motivo no me vale, y a él tendría que caersele la cara de vergüenza. Una muestra más de su mala conducta, de no pararse a pensar las cosas antes de decirlas y de su total falta de respeto para con los demás. La Libertad de Expresión, tan manida en los últimos tiempos, no vale para justificarlo todo, y menos cuando con ella haces daño al que tienes al lado. Donde acaba tu libertad comienza la del otro, y si con mis acciones coarto de alguna manera la de la persona que tengo a mi lado, mejor pararme a pensar cómo podría hacer para que esto no fuera así. Principio básico de la Convivencia.

        Mi hijo, que tiene 9 años, se expresa a veces con la sinceridad del que suelta las cosas sin pensarlas, acción por otro lado propia de su edad. En ocasiones tiene razón y en otras no. Pero lo que siempre intentamos hacerle ver es que el problema no está en lo que se dice, sino en el cómo se dice. A veces le pierden las formas. A este jugador casi siempre. Y no tiene 9 años. 

        Mi hijo, me ha salido sin yo pretenderlo del Madrid (yo también lo soy pero no he tenido nada que ver en ello, lo prometo). A pesar de ello, intento hacerle comprender que ser del Madrid, no trae implicado querer que el Barcelona pierda siempre. Todo lo contrario. Si juega la final de la Champions contra la Juve, vamos con el Barsa. Aunque al final duela que tengan un título más y se nos acerquen en el número de copas. Eso si, no nos ponemos la camiseta pero intentamos disfrutar del buen espectáculo. A veces discuto con él porque le cuesta entender ésto, pero claro, tiene 9 años. Creo sinceramente que en el fondo, este jugador también está equivocado.

        Para "justificar" la manera de proceder de este chico esgrimen motivos tales como que es sincero, coherente y que su compromiso con la selección es total. Me vais a permitir que discrepe porque no puedo, y sobre todo no quiero, ver las cosas del mismo modo. Sincero, quizás. Coherente, no. Y Compromiso ninguno. Alguien piensa que el compromiso de Pau Gasol en las semifinales del Europeo ante Francia se reducía a meter 40 puntos, coger 11 rebotes y poner tres tapones. Si es así perfecto. Pero eso es lo que hacen y el compromiso va más allá, abarca también lo que eres y el cómo te manejas en ciertas circunstancias. La dimensión de un deportista trasciende siempre del plano deportivo. Compromiso es hacer honor a lo que se espera de ti en el plano individual dentro del campo y como figura pública fuera de él. Es hacer honor al privilegio y responsabilidad que supone pertenecer a un colectivo de elegidos sobre el que recaen las ilusiones de cientos y miles de personas para las cuales hemos de ser ejemplo y espejo en el que mirarse. El Compromiso se da antes, durante y después de los partidos, no se acaba nunca. Empieza con uno mismo, sigue con tus compañeros, con los rivales, los árbitros, el público que nos aclama y que también nos pita...uff, dura tarea la verdad. ¿Comprensible que no siempre se esté a la altura?. Por supuesto. Equivocarse tantas veces...comprensible no. 

        Allá por el año 2010, tras proclamarse la selección española de fútbol campeona del mundo en Sudáfrica, se consideró que este grupo de personas eran merecedoras del premio Príncipe de Asturias de los Deportes. En el fallo del jurado se recoge que:

               "...los  jugadores y técnicos han dado ejemplo de ansias de superación, espíritu de equipo, sencillez y compromiso con los valores del deporte. Los éxitos futbolísticos han logrado en esta ocasión la máxima trascendencia popular, social y deportiva, tanto en España como fuera de ella..."

        Vicente del Bosque, en su discurso de recogida del premio, menciona entre otras cosas:

          "...somos, por tanto, beneficiarios de un estatus, de unos privilegios y de unas responsabilidades que no pueden ignorarse. Abanderamos y articulamos un fenómeno universal que nos anima a ser mejores cada día..."

               "...la selección que hoy recibe este premio es depositaria de unos valores que van más allá de los éxitos puntuales y su materialidad...esos valores tienen carácter imperecedero y perfil determinante. Son el esfuerzo, el sacrificio, el talento, la disciplina, la solidaridad y la modestia. Los jugadores que han obtenido el Mundial han sido leales a dichos principios y a los de la deportividad y el honor...el grupo al que represento reúne todas las virtudes que un entrenador ha deseado siempre, la humildad de un grupo de futbolistas que han hecho de la modestia un arma tan poderosa como su mismo y arrebatador juego..."

        Visto lo visto, está claro que esta persona no representa para nada todos esos valores y principios, no entiende la dimensión pública y social que desempeña alguien de su posición. Debiera hacer honor a todo ello y ser un ejemplo para todos aquellos que se ven reflejados en él. Siempre he dicho que cuando la faceta humana de un deportista trasciende del plano deportivo, es en ese preciso momento cuando me engancha totalmente. No llega con ser un campeón en la cancha, hay que serlo también fuera de ella. Los entrenadores, maestros, profesores...a lo máximo que podemos aspirar con nuestros alumnos es a ser justos en el trato con ellos, no podemos ser condescendientes cuando algo está mal y debieran arrepentirse y pedir perdón por ello, saliendo en su defensa y mandando quizás un mensaje equivocado de que aquí no ha pasado nada.

        Moratalla habla de respeto, pero éste hay que ganárselo, hay que hacerse merecedor de él. Y tiene que ser mutuo, en ambas direcciones.

        La rivalidad mal entendida no conduce a nada. La rivalidad tiene que servir para hacernos mejores. El fútbol en este caso, es un deporte al que por encima de ganar o perder, sobre todo se juega.

        Hace tiempo, con motivo de la consecución del tercer campeonato mundial por parte de un gran deportista gallego que estos días está también en boca de todos porque ha sumado un mundial más a la ya larga lista de títulos conseguidos, escribía una entrada que lleva por título: "LA VERDADERA  BELLEZA DEL DEPORTE" . Os animo a que la leáis porque creo firmemente que el modo de ver y sentir el deporte, la manera en como transmite su pasión y como vive su trabajo Javier Gómez Noya, son el camino a seguir para fomentar y hacer crecer en los más pequeños una serie de valores y principios, que con el tiempo, serán los cimientos sobre los cuales forjarán su vida.

¡¡¡Ya sabéis, haced deporte!!!