Paul Tergat |
Cada mañana cientos de personas, miles quizás, se reunen para recorrer los polvorientos caminos de la zona de Eldoret, el mejor lugar del mundo si cabe para entrenar a tenor del gran número de campeones que de esta zona han salido. Hasta allí se trasladan los atletas que coparán el medallero en los próximos Juegos Olímpicos. Africanos y no africanos que quieren ser como los africanos.
Existe por esos lugares una filosofía de vida a la que seguramente se ven abocados por las circunstancias y las carencias de la zona. Podría definirse de manera simple y sencilla con las siguientes palabras: "soy del Valle del Rift y tengo que ser atleta".
¿Cómo explicarlo?. A pesar de las adversidades y penurias con las que tienen que convivir los habitantes de esta zona geográfica, también cuentan con una ventaja, la altitud. Eldoret se encuentra en el Valle del Rift a 2100-2700 metros sobre el nivel del mar. Cuando la comida escaseaba tenían que cazar, y lo hacían a la carrera. Con el tiempo ser atleta se convirtió en un modo perfecto de ganarse el sustento para uno mismo, su familia y en muchas ocasiones para su aldea o comunidad. Supieron unir lo que les daba su tierra, la altitud, con lo que les quitaba, tenían que correr para poder comer. Y a todo ello le sumaron el gran secreto que no es otro que el sacrificio.
Dicen por esos lares que no hay ningún secreto para que el Rift Valley sea cuna de grandes campeones. El único, el SACRIFICIO. Dicen también que no existen los límites. Y no existen porque no se los ponen.
En Informe Robinson, una vez más, han hecho un reportaje maravilloso. Si quieres verlo pincha en la imagen que tienes más abajo y disfruta. A ver si se nos pega algo, por lo del sacrificio más bien.
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