Dentro de poco hará un año de la publicación de una entrada que lleva por título "El compromiso en los deportes colectivos". El motivo de la misma fue comprobar como ese compromiso y el esfuerzo y actitud necesarios para mantenerlo, se perdían. Eso, y no ser capaz de saber como podemos dejar de esforzarnos por ser mejores en algo que se supone nos gusta y a algunos, incluso les apasiona.
A día de hoy, casi un año después, una serie de situaciones hace que me vuelva a plantear el tema porque creo que el problema, en poco o nada ha cambiado. Como tanto oímos decir a los políticos en este país, el compromiso ni está ni se le espera. Por supuesto que las cosas pueden salir mal en ocasiones. Tenemos derecho a cometer errores, es más, debemos cometerlos porque es indicativo de que se intentan las cosas y no debemos tener miedo a fallar. Lo que no es de recibo es que esos errores se vuelvan repetitivos porque es indicativo de que no se está trabajando bien y demuestra falta de interés y de actitud. La actitud es la manera en que te enfrentas a las cosas, y tanto en la victoria como en la derrota, ésta ha de ser la misma. No cambia. Lo único que cambia es el resultado. Con ello no quiero decir que una buena predisposición te asegure la victoria pero ayuda, y mucho. ¿Sabéis a que más ayuda?. A irse para casa con la satisfacción de haber hecho las cosas bien, a haber competido o entrenado de la mejor manera posible y a mantener la motivación e ilusión necesarias para intentar hacerlo mejor la próxima vez. Una buena actitud mantiene la llama viva. En el polo opuesto, podemos ver que incluso a veces jugando mal y con una actitud nefasta, se gana. Pero no me parece éste el camino más adecuado. Con el tiempo ¿a dónde nos lleva?. Hay una persona que ante la mala marcha de su equipo luego de una gran racha de victorias comenta: "hace tres meses me di cuenta que algo pasaba. ganábamos jugando mal".
Si me seguís u ojeáis el blog un poco, comprobaréis que varias de las últimas publicaciones guardan relación con el baloncesto. ¿Casualidad?. Pues no. Son muchas horas de "chupar" grada en partidos y entrenamientos de mi hijo, cosa que tengo que reconocer que me encanta y disfruto casi siempre. Puedes ver la evolución de los chavales, comportamientos, conductas, diversión, actitudes. El baloncesto, digamos que se ha convertido en el medio a través del cual expreso todo aquello que voy observando.
La última entrada, sin ir más lejos, versa sobre dos libros que narran la experiencia de los jugadores que los publican: "Cuando éramos los mejores bajo el aro". Durante la redacción de ésta, di con un par de vídeos muy interesantes. De uno de ellos, comencé a editar pequeños fragmentos que fui enviando al grupo de whatsApp que compartimos padres y jugadores. Mientras hacía esto, una de esas situaciones a las que hacía referencia anteriormente, me animó a escribir y utilizar esos fragmentos para transmitir mejor el pequeño análisis posterior de cada uno dando mi opinión o visión de las cosas. La idea es que visionéis el fragmento primero y continuéis leyendo después.
Impresionante!. Finales de los años 60, población de 2000 habitantes, 9 canchas de baloncesto. "Jugábamos al baloncesto, al fútbol y otros deportes, pero con la edad elegí el baloncesto...". Y su verdadera pasión es el béisbol!.
Hay una persona con la que me encanta hablar a menudo de todo, pero especialmente de deporte. Cuando echa la vista atrás recuerda que en "nuestra época" jugábamos a todo, y ese jugar a todo hacía que fueras bueno en casi todo. Me dice que ahora los niños tienen muchas actividades y luego un deporte. Un deporte en el que quizá sobresalga pero que de alguna manera lo "incapacita" para el resto. ¿Especialización temprana sin pretenderlo?. Que importante ese amplio bagaje deportivo que te permite escoger después aquello que más te guste o simplemente aquello en lo que sobresalgas un poco más. El caso, es que hagas lo hagas, has de hacerlo con pasión y determinación, no importa si al principio no eres fuerte, rápido o habilidoso. Si te esfuerzas al máximo y quieres mejorar, puedes lograrlo.
"Mi meta era ser tan bueno como yo pudiera ser, y por eso pasaba horas y horas perfeccionando mi juego...pasábamos horas practicando los fundamentos, como manejar el balón con las dos manos y tirando como es debido...él compartía el baloncesto, se ocupaba de la gente...le encantaba pasar".
La referencia a la hora de mejorar tienes que ser tú mismo, no valen las comparaciones con los demás. Tú no sabes el esfuerzo y dedicación que los demás ponen en la tarea y por tanto no sabes apreciarlo en la medida adecuada. Las cosas no salen de un día para otro, requieren de un esfuerzo que varía de unos a otros y porque entrenes tanto o más que el vecino quizá no llegues a su nivel. Por eso tienes que ser lo mejor que puedas ser tú en cada momento y según las circunstancias. Aportar tu granito de arena. Esa es la medida. Llegados a este punto, el "dominio" de los fundamentos básicos necesarios para poder desarrollar la tarea es fundamental. Si no lo hago, me fallo a mí mismo y por extensión al equipo que confía en mí y me hace partícipe, con su juego, del objetivo colectivo que no es otro que el competir en la medida de nuestras posibilidades.
"Los aficionados adoraban a Larry. No sólo encestaba y asistía. Jugaba duro, se arrojaba al suelo, reboteaba muy bien, hacía todo eso que deseas que haga tu mejor jugador".
El mejor jugador hace todo aquello que como aficionado quieres que haga tu mejor jugador. Era tal su manera de entender el juego y de entender las necesidades que el equipo esperaba de él en cada momento que simplemente lo hacía. Y con su ejemplo hacía partícipes a los demás y al equipo más fuerte. Que bonita manera de liderar.
"Daba igual contra quién jugara, su juego siempre estaba a este nivel. Y eso dicta el nivel al que el equipo debe jugar...Para Larry todo era el equipo, ganar y jugar juntos, y por muy bueno que él fuera, sabía que no podía ganar por si solo, lo sabía desde el colegio..."
¿Quién dijo eso de la unión hace la fuerza?. Cuando te decides por un deporte colectivo, la fuerza del equipo viene derivada de la suma de las individualidades. No importas tú, sino la aportación que puedas hacer cuando el equipo lo necesite y de la manera en que lo necesite y para ello tienes que estar preparado siempre. Alucino con aquellos jugadores que no paran de quejarse porque no juegan lo suficiente, como si "jugar" fuera la única razón por la que están en el equipo. No es tu tiro, es nuestro tiro. No importa que seas el mejor. Y si lo eres, no olvides que eres uno más.
"Con todo el respeto a Michael Jordan, el mejor de la historia y el más espectacular, vi a Larry hacer algo que Magic también podía hacer pero no Michael, y es dominar un partido sin encestar..."
Al hilo del fragmento anterior, lo que importa no eres tú sino lo que puedas aportar al colectivo. Kemba Walker, base de los Charlotte Hornets, metió 60 puntos recientemente contra Philadelphia. Perdieron el partido. El entrenador de los Sixers dijo que lo habían intentado todo y que no habían podido con él. Walker dijo que estaba decepcionado y que todo habría sido mejor con una victoria. Quizá, sólo quizá, lo que el equipo necesitaba de él era otra cosa.
Yo sí tuve la fortuna de ver a un jugador dominar un partido encestando tan sólo dos puntos. Hace dos o tres temporadas Adrián Laso, pívot de Clavijo Logroño, venía de una temporada en blanco por una lesión de rodilla. En partido de LEB Oro contra Leyma Coruña dió lo que para mí fue un recital de baloncesto. Dos puntos. MVP del partido. Victoria. Algo haría bien.
"En mi época había mejores tiradores, se movía mejor el balón y el juego se basaba más en los fundamentos...Hoy todo es más grande, fuerte, atlético...pero sigue siendo baloncesto...Hoy se basa todo más en el uno contra uno, hay talentos magníficos que tienen una mentalidad anotadora...En nuestra época, si no anotabas tenías que rebotear y asistir todo lo posible"
En este pequeño fragmento dice que los jugadores de ahora no tiran tan bien como los de antes porque las defensas son mejores y más duras, pero también dice que la línea de tiros libres sigue a la misma distancia y las estadísticas hablan por sí solas, antes metían más. También dice que en su época se basaba todo más en los fundamentos para lo que se pasaba horas y horas perfeccionando sus aptitudes; manejando el balón con las dos manos, tirando como es debido...Que análisis más simple. Sigue siendo baloncesto. Y el dominio de los fundamentos es...fundamental.
En una ocasión creo recordar que dije que los deportes, colectivos o no, se asientan en cinco pilares básicos: Actitud, Concentración, Intensidad, Compromiso y Creatividad. Todos y cada uno de ellos se sustentan a base de esfuerzo, dedicación, solidaridad, trabajo en equipo, perseverancia, constancia, tener una gran ética de trabajo... Aquella persona que había notado tres meses atrás que algo pasaba porque ganaban jugando mal, dió un motivo para ello: "se habían vuelto egoístas". Y en un equipo no hay lugar para el egoísmo, nadie puede ganar solo. Kemba Walker, apunta: si no anoto tengo que rebotear y asistir todo lo posible
En una ocasión creo recordar que dije que los deportes, colectivos o no, se asientan en cinco pilares básicos: Actitud, Concentración, Intensidad, Compromiso y Creatividad. Todos y cada uno de ellos se sustentan a base de esfuerzo, dedicación, solidaridad, trabajo en equipo, perseverancia, constancia, tener una gran ética de trabajo... Aquella persona que había notado tres meses atrás que algo pasaba porque ganaban jugando mal, dió un motivo para ello: "se habían vuelto egoístas". Y en un equipo no hay lugar para el egoísmo, nadie puede ganar solo. Kemba Walker, apunta: si no anoto tengo que rebotear y asistir todo lo posible
Después de todo esto aún hay alguien que todavía piense que sólo estamos hablando de baloncesto. Hablamos de deporte y de la vida. La actitud es el reflejo de lo que se ve (en este apartado los papis tenemos que dar ejemplo), y la manera de enfrentarnos a lo que nos toca vivir, Y siempre ha de ser positiva, valiente y decidida. Y sí, en ocasiones va a ser muy complicado que así sea. Pero la actitud no debiera cambiar, tiene que ser siempre la misma. Lo que cambia son los recursos con los que te enfrentas a las circunstancias que van surgiendo, y eso te lo proporciona la experiencia y el trabajo diario.
Hace poco me enteré de un chaval que estaba castigado sin ir a entrenar por no esforzarse lo necesario en los estudios. Me consta que es un caso de actitud, no de capacidad. Yo no soy muy partidario de castigar a los chavales sin ir a entrenar o sin jugar un partido. Creo que lo necesitan por muchas buenas razones. Pienso que hay otras maneras de castigarlos que precisamente son un impedimento para que los niños hagan más deporte. Me refiero a la época tecnológica en que vivimos. Prefiero castigar sin Xbox, Play, Tablet y demás (ahora parece que hay que castigarlos con que salgan a la calle si no más de uno no se mueve de casa). Si este tipo de castigo, o cualquier otro, no funciona, podemos utilizar el dejar de entrenar como último recurso, y si la cosa mejora estamos de enhorabuena, quiere decir que el deporte le importa.
Y ya para terminar, no podía dejar pasar la ocasión de meter la anécdota personal de turno. Cuando iba a EGB, sexto o séptimo, había una profesora (esto que voy a contar que no salga de aquí. Yo doy clase en el cole de mi infancia y esa profesora fue compañera mía unos años) que me amenazó con no dejarme ir a las carreras sino mejoraba mi rendimiento y supongo también mi comportamiento (no recuerdo yo portarme mal en el cole) con el cole cuando el deporte escolar todavía era escolar. A mí se me empezaba a dar bien lo de correr y os aseguro que la odié un montón. Sin embargo, tengo que darle las gracias porque hizo que me pusiera las pilas. Pude odiarla un poco más pero lo que descubrí fue que más grande que todo el odio que pudiera tener hacia ella, lo era el amor que sentía hacia el atletismo. Las cosas no me han ido mal desde entonces.
Postdata: tenía la entrada lista para publicar pero ayer por la tarde me acerqué al pabellón a ver el partido del senior del CB Noia de 1ª Divisón contra el Obradoiro. Al terminar, la persona con la que decía anteriormente que hablo sobre todo de deporte, me pregunta qué tal y qué jugador me había gustado. Le contesto que sin lugar a dudas el número 7. Coincidimos. El más bajo del equipo, el menos atlético, probablemente las razones que utilizan muchos entrenadores para descartar jugadores, las limitaciones físicas. Pero chico!, que actitud y que fundamentos!. Baloncesto sencillo y espectacular por lo simple del mismo. Ya es hora de que apostemos por los buenos, porque los buenos siempre ganan.
Postdata: tenía la entrada lista para publicar pero ayer por la tarde me acerqué al pabellón a ver el partido del senior del CB Noia de 1ª Divisón contra el Obradoiro. Al terminar, la persona con la que decía anteriormente que hablo sobre todo de deporte, me pregunta qué tal y qué jugador me había gustado. Le contesto que sin lugar a dudas el número 7. Coincidimos. El más bajo del equipo, el menos atlético, probablemente las razones que utilizan muchos entrenadores para descartar jugadores, las limitaciones físicas. Pero chico!, que actitud y que fundamentos!. Baloncesto sencillo y espectacular por lo simple del mismo. Ya es hora de que apostemos por los buenos, porque los buenos siempre ganan.
POR UNA BUENA ACTITUD EN EL DEPORTE Y EN LA VIDA
Vídeo completo en Informe Robinson: PALABRA DE LARRY BIRD