sábado, 26 de octubre de 2024

CONFIANZA

Hay un defecto bastante extendido que es el de saber de todo sin saber mucho de nada. Y lo que es peor, en la mayor parte de las ocasiones sin tener conocimiento de las circunstancias por las que suceden las cosas, hecho éste, capaz de cambiar totalmente la visión que teníamos antes y comprender mejor lo que sucede: "y aunque es todo lo que crees, nunca es solo lo que ves" que canta Fito en Cada vez cadáver. Vamos, el hablar por hablar de toda la vida; todos sabemos de política, de deporte, del tiempo; auténticos expertos oye, y a toro pasado más aún pero, "nunca se puede saber lo que va ocurrir mañana, salvo que al fin de semana, sigue un lunes otra vez" Radio Futura. 

Esto, lo de hablar de todo sin saber mucho de nada, aunque procuro que no, a mí también me pasa pero intento dejar constancia de mi ignorancia desde el principio por si meto la pata.

Hace poco, le decía a un amigo entrenador que veía al equipo falto de ritmo, con poca circulación de balón y sin ideas en determinados momentos. Al igual que con la quiniela, que el lunes todos sabemos el resultado, fui a los hechos sin detenerme a investigar todas las causas. Error. Hay razones y motivos que son obvios a ojos de un simple aficionado como yo, pero hay otras muchas que sólo las sufren los que, día a día, conocen la marcha del equipo. Una de estas causas que desconocía es tener a varios jugadores lesionados, alguno incluso antes de fichar, lo que hace mucho más difícil meterlo en la dinámica del equipo a que, si por ejemplo, se hubiera lesionado más adelante cuando los conceptos del juego los tiene claros y sabe lo que se espera de él. Cuando fichas a un jugador que sabes está lesionado es porque tienes muy claro lo que puede ofrecerte. Y el jugador también lo sabe.

Estamos hablando de algo que siempre está en boca de todos, sobre todo cuando las cosas no van bien: la confianza. La confianza, para mí, no se obtiene en la pista durante los partidos pero es ahí donde se demuestra. Por ello ha de venir puesta de antes y, confiar de esa manera en jugadores que no pueden ser aún de la partida, es una muestra enooorme de confianza en ellos que será devuelta con creces más adelante. Mientras, han de ser otros los que den un paso adelante y tiren del carro. 

Pedro Martínez, entrenador del Valencia Basket, decía no hace mucho: "Hay una diferencia grande entre la exigencia y el perfeccionismo, y el perfeccionismo es una mierda porque te hace ser infeliz. El basket es un juego de errores y la perfección no existe"

Dolores Armas, psicopedagoga, dijo lo siguiente en el Basketology de Arteixo en 2023: "el baloncesto siempre trabaja con un índice de éxito muy bajo. Un jugador va a estar mucho más tiempo en estado de estrés por haber cometido un error, que en estados de alegría y bienestar por haberlo hecho bien."

El mensaje de Pedro Martínez lo puse en mi estado de WhatsApp porque me había gustado y compartía la opinión, pero dos o tres días después decía esto de un jugador suyo: "es una situación incómoda para él y para mí como entrenador porque el rendimiento que está dando no es el que puede dar. Eso está provocando que juegue sin confianza, por eso hasta que alguien invente la pastilla de la confianza tendrá que ir recuperándola por sí mismo. Yo no la tengo"

Un jugador que no rinde por los motivos que sea es como un jugador lesionado al que hay que cuidar. No hay mejor manera de hacer que se sienta útil y con ganas. El del jugador lesionado es el mejor ejemplo de trabajo de mejora individual que se puede dar en un deporte colectivo, y estoy plenamente convencido que la mejora colectiva viene por la mejora individual técnica y física. De nada vale tener la mejor táctica del mundo si no tenemos los medios para llevarla a cabo. Scariolo, seleccionador español, habla así de Unicaja: "han tenido una mejora individual de algunos jugadores y con ello se le ha añadido calidad y competitividad al equipo"

Entrenar es convencer dice Marcelo Bielsa, y quien cuida a sus jugadores por encima de intereses competitivos en un deporte de ganar merece, cuanto menos, la confianza necesaria que ha depositado en aquellos que trabajan para él y que considera adecuados para llevar a cabo su locura o manera de entender el deporte. O hasta que Pedro Martínez encuentre la pastilla mágica esa...

"Ya sabes, no me hagas ni caso" terminaba mi scouting del fin de semana pasado que le enviaba a mi amigo, pero la confianza está ahí, te aseguro que sí. Y aunque al rival no lo puedes elegir, lo que si podemos escoger es como nos vamos a enfrentar a él: con valentía, decisión, orgullo, como si cada posesión fuera la última, como si fueras a morir mañana...


Y recuerda, cuando des con la tecla, con la solución que te satisfaga y las cosas vayan bien, sigue trabajando y busca una mejor 😉



martes, 15 de octubre de 2024

JUEGO, SET Y PARTIDO

El 6 de diciembre del año pasado escribía sobre un gallego entrenador de baloncesto que desarrolla su labor en Alicante. "El esfuerzo siempre vale la pena" lleva por título esa entrada. Al hacerlo, hice referencia a una noticia que había saltado esos días, una buena nueva que me hizo una ilusión enorme y que casaba perfectamente con el tema a tratar. Hoy, porque algún día tenía que ser, llega la "mala" y, a pesar de ello, toca celebrar más que nunca, no la noticia, sino la exitosa carrera del protagonista de la misma. 20 años después de que bastantes expertos en el tema vaticinaran el probable temprano final, de 22 Grand Slam en la vitrina, de 14 Roland Garros en la memoria, de un 90% de victorias en tierra... en fin, de todo lo que queráis porque lo que más ilusión le hace es el siguiente partido y el siguiente torneo, que serán mañana y serán nuevos, ha llegado el momento, Rafa Nadal ha anunciado que se retira.


La carta premiada de la semana del XLSemanal se titula "Ichigo ichie", que traducido del japonés quiere decir "una oportunidad en la vida". Esta filosofía, que se fundamenta en entender que todo termina, apreciar lo que tienes y vivir el presente, podría perfectamente aplicarse a Rafa. Con la ilusión intacta, Rafa todavía quiere, pero ha entendido que el cuerpo ya no le deja y ha sido valiente para comprender que su etapa como tenista de alto nivel ha tocado a su fin. "Aceptar que todo tiene un final no es resignarse, es encontrar en ello una motivación para aprovechar cada instante, valorar la vida en todas sus formas y aprender a soltar, dejar ir lo que ya cumplió su ciclo y abrazar lo nuevo, con sus incertidumbres y promesas". María Bretos. 

Observar no es sólo ver. Para alguien como yo, profe de Educación Física y que necesita el deporte como el comer, también es experimentar. Rafa vió la oportunidad que el tenis le ofrecía, la abrazó fuerte y pudo experimentar vivencias que le hicieron crecer como deportista y más aún como persona con unos valores sólidos. 

Poca gente es consciente plenamente de sus acciones y decisiones. Pocas personas, sabiéndose de los mejores en lo suyo, buscan constantemente una versión mejor de si mismos, baremo sobre el cual hay que trabajar para crecer, para evolucionar. Siempre lo he dicho, no importa como estén de preparados los demás, importa como estés tú y, no me cabe la menor duda, Rafa seguirá mañana intentando ser mejor en aquello que se proponga (cuidado Jon Rahm, un león anda suelto por Manacor). De hecho, me aventuro a decir que si le preguntan que hará a partir de ahora su respuesta será: "es el momento de seguir trabajando". Si en un test de respuesta rápida me preguntáis por una palabra que defina a Rafa no diría tenis. Tampoco una sola palabra, sino tres; ilusión, humildad y esfuerzo. ¿Cómo si no iba a llegar donde ha llegado?

En 2019, cuando el decimosegundo Roland Garros, lanzaba en este blog la pregunta: ¿quién es el mejor deportista español de la historia?. Uf, ni podía entonces ni puedo ahora responder a eso. Si Rafa lo es, que lo es, significa que Javier Gómez Noya, retirado hace unos días no lo es y, para mí, tambien lo es. Y así con unos cuantos más. No se pueden hacer listas de este tipo, hay demasiadas variables a considerar. Los más grandes no juegan para ganar, juegan porque aman lo que hacen, juegan por competir y disfrutar con ello,  y en ambos casos no sentirse competitivos es la razón de su retirada. En ambos casos también, me hubiera gustado que hubieran tenido una temporada más libre de lesiones y contratiempos con la que poder despedirse a lo grande. Y no, cuando decimos a lo grande no estamos hablando de ganar porque los que juegan por amor al deporte, lo que quieren realmente, es ser mejores la próxima vez. A estas alturas, hay deportistas que no tienen nada que demostrar a nadie excepto a ellos mismos. 

Hace como tres años me mangaron la antena del coche en el garaje 😳 Compré otra, pero ante el temor a que me "faltara" de nuevo no la puse. Renuncié a la radio y me perdí, entre otras cosas, Rock FM con el Pirata y su banda y demás locutores que ponen música de la buena. Cambié de coche, y como la antena venía puesta, lo primero que hice fue sintonizar varias cadenas que me acompañen durante los trayectos. Rock FM, por supuesto, fue una de ellas. Entre canción y canción sueltan frases que siempre captan tu atención, y el día que anunció Rafa su retirada dicen mas o menos esto: "el homenaje a una leyenda es lo que sucede entre bis y bis, ¿a qué sí Rafa?" Como si de un concierto se tratase los bises hay que ganárselos, y con su actitud y caballerosidad, Rafa se ganó el que, para mí, es el piropo más bonito que pueda hacerse a un deportista. Valdano dijo una vez, y lo hago mío también, que: "y, sobre todo, nunca un deportista defendió mejor mi orgullo de aficionado" Sobre todo... por encima de todas las cosas.

Ahí va otra de Rock FM: "el fin de semana es el momento que tienes para descansar... y para que los demás descansen de ti". Colega, si me lo permites, me va a costar descansar de ti, pero tú "toma ese café pendiente, saborea el silencio, despeja tu mente caminando sin rumbo fijo y ríe a carcajadas recordando aquella anécdota" De esta forma termina la carta de la semana enviada por María Bretos.

Mi primera intención cuando me puse con la entrada era, de verdad que sí, simplemente poner el video de la despedida y una canción, como no, de Fito. Un tema instrumental en el que sólo emplea 5 palabras: no tengo nada que decir. Es así, no creo que haya mucho que decir que no se haya dicho ya y, sin embargo, no he podido resistirme a contar mi versión. Considero que esta historia de amor y lucha constantes por y para el deporte, empezó a escribirse sola a base de ilusión, humildad y esfuerzo hace 20 años. En una entrada anterior, hice uso de unas palabras de Joël Dicker que me gustaría utilizar de nuevo porque resumen perfectamente la carrera de Rafa Nadal. En su libro, "El caso Alaska Sanders", habla así del amor y del éxito: "déjese de idealizaciones, escritor, y pase a la práctica. Una pareja no vive días felices más que durante unos cuantos meses. Después todo es cuestión de trabajo, compromiso, frustración, lágrimas. Pero merece la pena, porque el resultado es una unidad que no se debe ni a la química ni a la magia, es una unidad que hemos construido. El amor no existe por sí mismo, se edifica" 


Señoras y señores, Rafael Nadal Parera.