miércoles, 13 de noviembre de 2024

GOLPE A GOLPE, VERSO A VERSO.

La vida, ¿de qué va? ¿Tiene sentido la vida? Esto se pregunta Carmen Posadas en uno de sus últimos artículos haciendo alusión a una de las obras de Albert Camus, "El mito de Sísifo", ensayo en el cual hace mención al esfuerzo inútil y absurdo de los hombres cuya vida sólo tiene el valor de lo que crean. Está claro que subir una pesada piedra colina arriba, para que ruede colina abajo después y vuelta a empezar, mucho sentido no tiene. 

"Toda nuestra vida es un perpetuo intento de entablar pactos, alianzas, momentos de intimidad y plenitud con otras personas para olvidar que somos individuos y, como tales, estamos solos..." Carmen Posadas.

De la soledad habla también Pérez Reverte esta semana: "oficio singular el de escribir novelas. Durante una larga temporada vives en un mundo que tú mismo creas, solo, pero con personajes que ya no te abandonan nunca y pasan a formar parte para siempre de tu existencia y memoria" Sin embargo, creas ese mundo a partir de lo que has vivido, leído y experimentado antes, y eso casi nunca se hace solo. Además, al contarlo, te expresas y comunicas, haces partícipe a los demás, lo cual es un privilegio. 

El 25 de octubre se celebró la gala de entrega de los Premios Princesa de Asturias. El premio de las Artes recayó en Joan Manuel Serrat, cuyo impecable discurso dejó claro que de soledad nada y, de sentido en la vida, mucho, aunque solo sea por llevarle la contraria al amigo Sabina con aquello de: "y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido" de su canción "Donde habita el olvido".

Vanitatis

Al igual que la escritura de Serrat, la mía también viene de "la  observación, viene de la aplicación de los sentidos, de escuchar, viene de oír, viene de ver, viene de sentir, viene de tocar... soy un animal social, irracional, que necesita de otros hombres pero más allá de la tribu, que prefiere los caminos a las fronteras, que cree en la tolerancia, en el respeto y en el diálogo como la única manera de resolver los asuntos justamente. Creo en la libertad, la justicia y la democracia; valores que, o van de la mano, o no van"


"La vida no tiene sentido pero hay que vivirla como si lo tuviera" dice Albert Camus, a lo que Carmen Posadas añade: "y aprender a disfrutar del camino".  Joël Dicker, en su libro "El enigma de la habitación 622", habla así de la vida y la aventura de escribir: "La vida es una novela que ya sabemos como termina: al final el protagonista muere. Así que lo más importante no es cómo acaba nuestra historia, sino cómo vamos a llenar las páginas. Pues la vida, igual que una novela, tiene que ser una aventura" Si la vida es una aventura y sólo tenemos una, lo que tenemos que hacer es ¡vivirla! Lo mejor que tenemos las personas en la vida no es lo que hacemos, sino la manera en cómo lo hacemos y la repercusión que podamos tener con ello en la vida de los demás. En todo ese proceso, por tanto, tiene especial importancia la gente que te vas encontrando y que te anima a sacar la mejor versión de ti mismo. Al final estás devolviendo al mundo, quizás en la misma medida, lo que antes te dieron a ti.

"Con que una sola persona defienda los valores de una sociedad, todo el mundo se beneficia. Es como encender una luz en la oscuridad. No hace falta que todos luchen, pero sí que alguien encienda la luz" (Ai Weiwei, activista y artista chino)

Serrat es una luz en el camino cuyo valor en la vida va más allá de hacer tan solo canciones. El coraje y valentía que ha puesto en hacerlas bien y transmitirlas mejor, nada tienen que ver con aquel esfuerzo inútil y absurdo al que hacía referencia Albert Camus. ¿Cómo no va a tener sentido la vida si Serrat, en su discurso, se alegra de ella porque se siente querido y respetado al desempeñar su oficio de hacer canciones, y con ellas llena de sentido las vidas de otros? 

La entrada de hoy quizá no tenga mucho que ver con el deporte pero, que cada uno le dé el sentido que quiera darle, que cada uno encuentre aquellas pequeñas cosas a las que canta Serrat y de las cuales nos nutrimos como personas. Por supuesto que la vida a veces se pone tonta y se vuelve absurda e incomprensible. Cuando eso sucede, los del deporte lo llamamos retos y, de retos, los deportistas sabemos un rato. Golpe a golpe, verso a verso, los encaramos y, en ocasiones, ganamos. En otras muchas, aprendemos dónde hemos errado, pero en todas ellas seguimos trabajando, encendiendo una luz en la oscuridad para que los que vengan más adelante tengan un ejemplo en el que verse reflejados, luchen mejor y se equivoquen menos de lo que nosotros lo hicimos.

La soledad no tiene cabida hoy, la vida en compañía cobra mucho más sentido y, por ello, he elegido dos versiones en directo en las que Serrat comparte escenario con Miguel Ríos y Sabina que, por qué no, nominamos ex aequo (igual mérito para compartir un premio) al próximo Princesa de Asturias de las Artes. Joan Manuel, si me lo permites, el gusto en esta ocasión, es nuestro.