viernes, 21 de octubre de 2011

CUANDO NO GANAR ES LA MAYOR VICTORIA

        Ayer, tuvimos una reunión con los padres de nuestros alumnos. Es una reunión que llevamos a cabo cada curso, al inicio, para transmitirles de alguna manera lo que hacemos, el por qué lo hacemos y para qué lo hacemos, intentando hacerles partícipes de ello.
        El caso es que, en un momento de dicha reunión, una compañera aludió a la transmisión de valores como la disciplina, el respeto, el sacrificio, la constancia, la valentía... . Añadió, que en hoy en día estos valores se están perdiendo y nos se les da la importancia que en realidad debieran tener porque nos hacen mejores, como personas y como profesionales del sector que sea.
        Escucharla me hizo pensar, y me vino a la mente un vídeo en el que se ponen de manifiesto muchos de estos valores. Trata sobre un atleta que llegó a lo más alto porque cimentó su carrera sobre ellos. Se cayó varias veces, pero volvió a levantarse y terminó el trabajo para el que se había preparado. Sus palabras creo que fueron: "colocame en la calle 5, tengo que terminar la carrera". Eran las Olimpiadas de Barcelona en 1992.
        No llegó el primero. Podía haberlo hecho pues se había preparado bien, pero una lesión más se lo impidió en el peor momento. Sin embargo, ganó. Consiguió una victoria hermosa y se convirtió en una fuente de inspiración para los demás. Un espejo donde mirarse y un ejemplo a seguir.

        Se llama Derek Redmon y esta es su historia.

       

En la imagen el padre de Derek terminando la carrera con él, mostrándole  su apoyo una vez más.


3 comentarios:

  1. Esta historia también me ha hecho recordar otra que he visto hace no mucho. También está cargada de valores como los que describes, pero sobre todo, el amor de un padre y un hijo canalizado a través del deporte y que les lleva a alcanzar la gloria ... una auténtica victoria.
    Éste es el vídeo.

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  2. Muchas veces se fomenta en los niños la obsesión del logro inmediato, sin más condicionante. Que no es el camino deseable seguramente lo sabemos casi todos, pero lo olvidamos en nuestra apuesta por un resultado a menudo aparente. El autor de esta entrada sabe perfectamente que es otra la senda. Por eso demuestra que detrás de un excelente atleta sobrevive al tiempo una gran persona.

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  3. Enseñar a un niño que. a veces, "no ganar es una gran victoria" es una tarea ardua y difícil, pero no por eso debemos dejar de intentarlo; llegarán a ser adultos más responsables y consecuentes.
    Isabelf

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