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domingo, 7 de septiembre de 2025

¿PACTO ENTRE CABALLEROS?

El título de la entrada de hoy se lo he cogido prestado a Sabina. Lo he puesto entre interrogantes por una acción final en el Francia-Eslovenia del Eurobasket que se está disputando estos días. Dicha acción es lícita deportivamente pero rompe, al menos para mí, con la ética y el honor en la victoria, la generosidad aquella de la que hablaba Corbalán y motivo por el cual, con 1.2 segundos restantes, hizo sacar a pasear el orgullo en la derrota de una Eslovenia que, sin embargo, con 17 segundos por jugar daba por bueno el resultado.

101-92 en el electrónico, 17 segundos por jugar, y esa maldita norma no escrita, manía diría yo por prescripción médica de mi querida Dra. Pintos, Pili, Pilei (sigues aquí Pili, muy presente 😘) de dejar correr los segundos porque consideramos que nada ya se puede hacer para dar la vuelta al marcador y porque, como no, el rival da por buena la victoria. Norma no escrita que todos dan por buena y todos... respetan; nos saludamos, buen partido colega, suerte en el próximo... y todas esas cosas que los jugadores se dicen en esos segundos que restan por jugar y que, no olvidemos, es tiempo de partido. En esas estamos y va Francisco, Sylvain de nombre (MVP del partido) y anota una entrada ante la estupefacción del resto de jugadores que están en la cancha, compañeros incluidos, del banquillo y de los espectadores.

Para unos falta de respeto, para el entrenador canasta importante porque es un torneo y el basketaverage manda al final en caso de empate. Lo peor, que con 1.2 segundos por jugar, va Doncic y les clava un triple, por lo que los 9 puntos de diferencia que habían subido a 11, se quedaron en 8. Lo que con 17 segundos por jugar daba Eslovenia por bueno, no lo hizo con 1 porque, estando muertos (nadie va de parranda a un Eurobasket) la acción de Francia los resucitó de alguna manera. Llegado el momento, Francia, en caso de empate, "no culpes al karma de lo que te pasa por g..." (libro divertido y fácil de leer del que luego se ha hecho una película, por cierto, con Verónica Echegui de protagonista) cuando podíais haber ganado de 9 y tan solo lo hicisteis por 8.

Los partidos, y esto va para todos (para los que ganan y para los que no) no acaban hasta que se acaban, hasta que suena el pitido final. Puedo aceptar que, con una ventaja clara y en la fase regular de cualquier liga doméstica, donde el número de partidos a disputar es elevado y la posibilidad de un empate es menor, se bajen los brazos a pocos segundos del final. Pero en un torneo de dos semanas, donde cada punto cuenta, hay que luchar hasta el final, final.

No hay victoria sin honor. No para mí. Y el honor es una norma que tampoco viene escrita. No hay grises aquí. Háztelo mirar si no lo tienes y no culpes al karma por ello.

Hoy no he citado a Fito y Fitipaldis. Tienen nueva canción y una amiga me ha dicho que a los conciertos hay que ir preparados. No vamos a dejar que los cuervos sean los únicos que se lo pasen bien, ¿verdad?



miércoles, 16 de julio de 2025

LAS PALABRAS ARDEN

Hace unos días colgaban en el grupo de WhatsApp de Inef de la sexta promoción, a la que siempre que la ocasión me lo permite presumo con orgullo de pertenecer, un artículo de opinión del Progreso de Lugo en la columna "Barra Libre". El artículo, con título "Gimnasia", lleva la firma de un tal Miguel Olarte que se presenta en la web del periódico de la siguiente manera: "desde 1992 que me licencié en Periodismo he vivido de esto con cierta holgura, para asombro propio y general. Me gustan la investigación, los sucesos, los juzgados y la política, aunque mi especialidad es todo. He de reconocer que El Progreso mola bastante y que no tengo respuestas, pero sí teléfonos de gente que las tiene"

https://www.elprogreso.es/opinion/miguel-olarte-barra-libre/gimnasia/202507011243481892136.html

Indignación, enojo, rabia, enfado, irritación, cabreo... son las palabras que me vienen a la mente tras la lectura del artículo en cuestión, el cual es para mí un ataque personal, cruel, ruin y una total falta de respeto hacia la materia de Educación Física, a los profesores que la imparten y a aquellos alumnos que se esfuerzan en el día a día. De esos a los que les falta alguna extremidad hablaremos más tarde porque, a pesar de no ser tu intención "restar importancia ni faltar al respeto a nadie", lo has hecho a base de bien. Lorenzo Silva, en el Bloc del Cartero del XLSemanal de la semana pasada dice así: "escribió en sus diarios el filósofo Ludwig Wittgenstein que los actos deshonestos son irracionales, y por tanto resulta dudoso que acrediten la inteligencia de los que los cometen"

Si de una canción de Fito se tratara, este te diría aquello de: "y no te creas todo lo que piensas pero piensa todo siempre". Quiero pensar que has escrito lo que pensabas pero no te has parado a pensarlo bien en un momento de debilidad. Por eso me voy apresurar a responderte antes de que publiques la rectificación necesaria porque, como bien dice un compañero de profesión y promoción que me consta ha enviado una carta al director del Progreso, "no es tarde para pedir disculpas, dignificará a su profesión, a su periódico y a usted mismo", porque cuando "las palabras arden todo se saca de contexto, todo se mete en la basura". Fito


Ruido mentiroso

Ruido entrometido

Ruido escandaloso

Silencioso ruido


Ruido qué me has hecho

Ruido yo no he sido

Ruido insatisfecho

Ruido a qué has venido

                                        "Joaquín Sabina"


La Educación Física es física después y Educación, con mayúscula, primero. La misma que te ha faltado a ti por el tono y el uso personal como plataforma del medio en el que escribes. Entiendo que los artículos de opinión son eso, de opinión, algo que dejo claro en mis entradas y que por supuesto no es necesario compartir. Pero también dejo claro que si me vas a criticar que sea con fundamento porque eso me va ayudar a ver las cosas de otra manera, algo que tú has obviado desde el título mismo del artículo donde, como dice Jordi Évole en la entrevista a Ricky Rubio, reside hoy en día el fraude del periodismo. 

Parece mentira que no entiendas que los padres son los primeros educadores que dedican su vida a la enseñanza de sus propios hijos, que muchas cosas han de venir de serie cuando se llega a cierta edad, que la actitud es el reflejo de lo que se ve y que el ejemplo es lo primero que los niños imitan ya que el aprendizaje viene después.

Como persona que se dedica a la enseñanza mis objetivos son transmitir conocimientos, formar, en la medida de mis posibilidades, personas válidas para la sociedad que les ha tocado vivir e intentar que mis alumnos se equivoquen menos de lo que yo me equivoqué en su momento. Como padre,  exactamente lo mismo. Con los pocos datos que tengo y puestos a elucubrar y hacer asociaciones, sería la caña que, gustándole tanto el baile a tu hija le diera, en un futuro no muy lejano, por la mal llamada Gimnasia o, en su defecto, por las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Y si le diera por el periodismo, que aprenda de los errores de su padre, que aún sin conseguir suspender Educación Física mal no le ha ido la cosa. Fíjate tú, que si a ti te asombra haber vivido de esto con cierta holgura, con artículos como este, a mí me cuesta mucho creerlo.

Dos cosas para terminar. La primera que los criterios de evaluación, además de ser públicos y poder consultarse, se transmiten a los alumnos al inicio del curso y se les recuerda constantemente a lo largo del mismo. Las normas son conocidas por todos los jugadores antes de empezar, no vale lamentarse después ni arrepentirse más tarde porque lo que ya pasó queda atrás. Como dice Simone Biles, "no puedes volver atrás y cambiar el comienzo, pero puedes empezar donde estás y cambiar el final"

La segunda, y que me ha dolido especialmente, es que tengo una alumna en clase con una enfermedad rara de esas que debieran tener mas presencia en los medios, Heteroplasia Ósea Progresiva (ahí lo dejo por si estás escuchando) que es una inspiración constante cuando la salud (física y mental) se lo permite y cuando no también, y que estoy seguro desearía volver a tener sus "dos piernas" para poder bailar como otras hacen.

Espero que hayas encontrado las respuestas que necesitabas. De no ser así, te faltan teléfonos en la agenda. 


NOTA: esta entrada la escribí al poco de leer el artículo pero no sé por qué no me sentía bien publicándola. Quizá por utilizar el blog como herramienta "personal" de denuncia ante lo que considero una injusticia, algo que critico unas líneas más atrás. Sin embargo, creo que he sido coherente, justo y correcto en mis palabras sin faltar al respeto a nada ni a nadie. De no ser así, pido sinceras disculpas prometiendo aprender de mis errores.


BIBLIOGRAFÍA:

Ruido: canción de Joaquín Sabina.

Fitología Aplicada a las Ciencias Sociales: canciones de Fito y Fitipaldis.



domingo, 8 de junio de 2025

SI QUIERES, ¿PUEDES?.

¡Uf!, el tiempo pasa rápido que lo flipas. Lo bueno es que no te das cuenta hasta que necesitas echar la vista atrás por algún que otro motivo, lo que quiere decir que vives en el presente, donde ocurren las cosas importantes, donde aplicar lo aprendido y hacer del futuro el lugar más parecido a lo que habías soñado.

Mi hijo me enviaba hace un par de días un vídeo, un extracto de una entrevista de Toni Nadal en la que, en un minuto escaso, echa muy acertadamente por tierra el mito del si quieres, puedes: "si quieres tú puedes. No. Si quieres no necesariamente puedes". Además, huye de los mensajes positivos constantes que llevan al autoengaño y termina con algo que, de una forma similar, suelo decir en clase a mis alumnos: "ya que tienes que hacerlo y sabes hacerlo, escoge hacerlo bien a la primera y te lo sacas de encima"


Nude Project Podcast

Al ver el vídeo, me vino a la mente algo que había escrito hace casi tres años: "...así que machacamos el cuerpo siempre y cuando este nos lo permita, porque aquello del "si quieres, puedes" no es para nada como te lo habían contado. Eso es para los más buenos de los buenos porque, si no puedes, por mucho que quieras, la llevas clara. Tenemos tres tipos de personas: las que dicen que quieren pero que no pueden... suena a excusa de las malas. Las que pueden pero, lamentablemente, la mayor parte de las veces no quieren. Y luego, tenemos a las que quieren de verdad, que parece que no pueden, pero que a fuerza de intentarlo y de ir haciendo camino con criterio y responsabilidad acaban conociendo sus límites. Y vosotros, ¿qué tipo de persona queréis ser?"

Tras rescatar mis palabras del pasado volví al presente, y esa pregunta que lanzaba encontró respuesta en dos hechos y en dos personas de las que no me cabe duda qué tipo de persona son, porque son exactamente la persona que quieren ser, valientes y decididas. Buf, voy a tener que darle un repaso a la redacción porque es la segunda vez que repito la misma palabra tres veces en una frase 😅

La primera persona es una alumna que por mucho que quiera, las circunstancias no le dejan hacer cosas como al resto de sus compañeros. Sin embargo, sé de sobra lo que podría esperar de ella y ganas no le iban a faltar. Lo sé porque ya lo hace ahora con aquello que le propongo. Nada de hacer las cosas para salir del paso, sino de manera correcta y a la primera. Y rapidito, que tampoco es de dejar las cosas para el final.

Esta chica es para mí un claro ejemplo de inspiración, de valentía por aceptar la realidad y de decisión por modificarla haciéndola suya en la medida de sus posibilidades, de ver el vaso medio lleno, de tener una mentalidad de mejora en lugar de una fija (mucho partido le he sacado a estas palabras. Gracias Flete), de no esperar a que la primavera venga y me cure del invierno, de no perder el tiempo buscando una lágrima en la arena... Es la hostia que quien menos puede, tenga que enseñarnos a los que sí podemos, a querer un poco más para que no nos ocurra aquello de: "quisiera haber querido aquello que no he sabido querer". Estoy leyendo un libro de Juan Antonio Corbalán, en el que repasa sus vivencias en el baloncesto y cómo estas le ayudaron a crecer como persona. Un compañero suyo le dijo una vez: "Recuerda que en este equipo todos son muy buenos, y aunque tú vas a ser un gran jugador, aquí nadie te va a valorar por lo que seas, sino por lo que seas capaz de hacer para hacerlos mejores a ellos". Hay cosas inmateriales, aquello que en baloncesto llaman intangibles, que no se pueden medir pero que no por ello son menos importantes. Que sepas, que cada vez que puedes venir al cole es para mí un subidón y una alegría, que no se puede medir pero que me hace un poquito mejor.

Sé que hay momentos de bajón, momentos malos que uno tiene que pasar y no sé si esta entrada es adecuada o no, pero tengo claro que "me equivocaría otra vez, que las nubes con el viento siempre están cambiando y que quizás podamos ver el sol de vez en cuando".

Si te preguntabas por qué narices te pone el profesor un 10 en Educación Física, espero que ahora ya lo tengas claro. Por ser como eres y porque la Educación Física, además de física, primero es Educación. Yo estoy aprendiendo mucho.


Aquí está la prueba de que cuando uno no está callado en clase y hay un viaje a Grecia de por medio, las cosas que se sueltan pueden convertirse en realidad. Gracias.

Para terminar, la segunda persona es otra alumna (la cosa va de chicas hoy. Bravo por ellas) que hizo buenas las palabras que Toni le decía a Rafa y escogió hacer las cosas bien (lo cierto es que no sabe hacerlas de otra manera) para intentar estar un poco más cerca del éxito. Demostró que si se quiere es posible poder llegar a estar donde, con trabajo, dedicación y disciplina, uno merece. Estas personas escogen un camino, llamémosle especialidad, diferente al de otros y luchan por lo suyo para que más adelante los que los vamos a necesitar tengamos que luchar un poco menos... se llama Sanidad (a ver -sin H y separado- si espabilan los que mandan y la ponen donde tiene que estar. Y a la Educación también, porfa). El otro día le dije a su madre, que de donde habían salido unas palabras que escribí había más, tenía que haber más. Y como la "cabesiña" no para, aquí estamos para cumplir, porque queremos y podemos, "porque solo muere lo que olvidas" y mola que se acuerden de uno.

"Lo único malo de los sueños es que, de vez en cuando se cumplen. No dejes que eso te impida seguir soñando" Juan Antonio Corbalán.


Valencia Basket

Bibilografía: 

Fitología Aplicada a las Ciencias Sociales.

Juan Antonio Corbalán: El Baloncesto y la Vida (Memorias).


domingo, 1 de junio de 2025

COMO LO HACE EL ATHLETIC...

"Le pido al lector que sea comprensivo con mi punto de vista, en caso de no compartirlo, y que no le dé mayor importancia de la que merece, que es escasa, porque mi principal propósito es divertirme y pasarlo bien escribiendo unas líneas acerca de eso que tanto me gusta..."

Con estas palabras termina Haruki Murakami la introducción de su obra "Retratos de Jazz". Las hago mías, pero en lugar de jazz, que también es algo que me agrada, las líneas que van a continuación versarán sobre algo que me gusta mucho más, sobre deporte, el cual es más importante, sin duda, que las ideas que yo pueda expresar aquí. Para poder entender lo que quiero contar es necesario ver el vídeo que viene más abajo. Teniendo esto en cuenta, vamos allá. 

Hace un tiempo, cuando ya era conocido por todos que Imanol Alguacil dejaba el cargo de entrenador de la Real Sociedad de San Sebastián, este hacía un formidable alegato por la cantera en rueda de prensa, una apuesta por el desarrollo de la misma, dejando claro que los jóvenes necesitan experiencia a través de la misma experiencia y de cometer errores para crecer.


Hay una frase que me gusta mucho aplicar a las categorías de formación: "si quieres que triunfe, tienes que dejar que fracase". Eso es lo que ha hecho Imanol. Dar a los canteranos la oportunidad de equivocarse durante los 7 años que ha estado en el cargo, sin perder por ello la esencia de competir, algo que hay que celebrar como si de la hija de Brad Pitt en Moneyball se tratara, orgullosa siempre de la manera de trabajar de su padre, más aún cuando las cosas no salen de cara; "me encanta que sigas perdiendo así papá".

Imanol, a pesar de la experiencia que atesora, comete el "error" de decir lo que piensa, si es que eso puede ser un error. Para mí, es más bien una declaración de intenciones que hasta ese momento ya estaba llevando a cabo con su trabajo reconocido por todos. Repito, por todos. "Y ojalá, algún día se cambie la política y decidamos jugar como lo hace el Athletic (de Bilbao), con solo canteranos". ¡Uhhh! Rayos y truenos caen sobre San Sebastián porque, lamentablemente, seguimos con las tonterías de siempre de no reconocer lo que el rival hace bien, y si el rival además es el vecino, peor todavía, entonces ya nos lo tomamos como si de una afrenta se tratara. ¿Tanto se ha "equivocado" Imanol con sus palabras que ha tenido que salir a pedir perdón a la Real, a los aficionados y a Guipúzcoa misma?. ¿De verdad?. ¿Tanto?. Algunos pensarán que tenía que haberse estado callado cuando en realidad ha sido muy valiente, pero no ahora, que también, sino hace 7 años cuando accedió al cargo y apostó por la cantera, estando dispuesto a no comerse el turrón por si lo echaban antes de Navidad al ser esto fútbol de ganar, un negocio más que un deporte, donde se mueven muchos intereses económicos alrededor que pesan más que la lucha deportiva que tiene lugar en el terreno de juego.

En la Fórmula 1, todos copian al que más corre porque si funciona hay que hacerlo si quieres rendir. En el fútbol, al Madrid no se le puede copiar porque no hay pasta para hacerlo. ¿Copiar al Athletic?. Tampoco creo que se pueda, o más bien no se quiere, porque saber cómo hacerlo es sencillo, tan solo hay que darse una vuelta por Lezama y ver como se cocina allí una buena ración de cantera. Es el único club que lleva años compitiendo de esa manera y le funciona, pero en este mundo de inmediatez no hay lugar (más bien tiempo) para que la fruta madure que es lo que la cantera necesita. "Este mar, cada vez guarda más barcos hundidos" canta Fito en Por la boca vive el pez... ¡uy!, he de tener cuidado con lo que digo, con lo que escribo en este caso, porque Fito es de Bilbao y del Athletic, no vaya ser que a alguien no le guste... bueno, el fútbol es una cosa y la música otra.

Ojo, no comparto que los canteranos sean solo jugadores vascos, pero totalmente lo de jugar solamente con jugadores formados en el club, fichando poco fuera y solo aquello que contribuya decididamente a aumentar el patrimonio deportivo y económico del club. Que las inversiones vayan en instalaciones, entrenadores, becas, medios, campañas de concienciación... Que ese cambio de política sea identidad y propósito del club, y que la valentía de poner a los canteranos deje de serlo para ser obligación, bendita obligación que  te obligue a ser mejor donde realmente hay que serlo, en la base. Ser canterano del Athletic es diferente, creo. El sentido de pertenencia a algo especial, a algo que ves factible, a algo donde el camino natural, si te esfuerzas con disciplina y humildad, es llegar al primer equipo, hace que el trabajo y la motivación de esos chavales esté muchos puntos por encima de la que puedan tener otros.

Donde sí ha estado mal el Athletic es al hacer, de alguna manera, leña del árbol caído publicando la noticia en sus redes sociales (mencionando incluso la palabra envidia) cuando el reconocimiento ya estaba más que hecho. Mejor cállate, porque han reconocido públicamente que lo estás haciendo bien. No hay que hacer nada más. Está todo dicho ya. En este caso, por la boca muere el pez. Pero eso es otra canción...

"También me dijo un arriero que no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar" reza la canción. Imanol ha llegado siendo plenamente consciente de lo que hacía y de cómo lo decía. Bien por ti Imanol porque el problema no lo tienes tú, lo tienen los demás. No renuncies a ser quién eres ni a hacer las cosas como las haces. No han entendido que respetar a tu mayor rival es respetarte a ti mismo.


Don´t quit. No renuncies, hazlo.

Orgulloso debiera estar Imanol porque ha hecho debutar a 29 canteranos en los 7 años que ha estado al frente del primer equipo de la Real Sociedad de San Sebastián, por 41 del Athletic de Bilbao desde 2011 hasta junio de 2022 (datos no contrastados de una consulta básica en la red).

Oscar Peterson acompañó al piano a Ella Fitzgerald en "These Foolish Things", e hizo lo propio con Billie Holiday en otra versión de la misma canción. Murakami habla de ello en el capítulo que dedica a Ella en "Retratos de Jazz". Dice así: 
"En 1952, Oscar Peterson, con su cuarteto recién formado, acompañó a Billie Holiday en una nueva interpretación de "These Foolish Things". El tema, pasado por el tamiz vocal de Holiday, se me antoja una auténtica obra de arte. Con su emotividad exuberante, supera la de Ella. El acompañamiento de Peterson al piano, sin embargo, no me convence. La locuacidad de su piano (justificable por la juventud de Peterson) no contribuye a generar esa atmósfera especial que Billie Holiday trata de recrear con su voz; más bien la echa a perder.
Al terminar de escuchar la versión de Billie Holiday, sufriendo por tan patente desequilibrio musical, y volver a la de Ella Fitzgerald, uno se da cuenta hasta que punto unos estamos hechos para unas personas y no para otras. Por lo que sé, Peterson y Holiday no volvieron a actuar juntos después de aquella ocasión, y no me extrañaría que la negativa a hacerlo partiera de Holiday. Por otro lado, cuando el pianista acompañó a Fitzgerald, lo hizo algunos años después de aquella grabación con Holiday, y todo ese tiempo transcurrido, a tenor de la experiencia acumulada, debió de contribuir a su enorme progreso de una ocasión a la otra".

En la entrada anterior a esta, enumeraba tres palabras que definen el buen hacer de los artistas: trabajo, disciplina y humildad. En la labor de desarrollo de jugadores jóvenes, fútbol en este caso, añadiría una más, fundamental en el caso de Oscar Peterson como Murakami narra: Paciencia. Paciencia para que puedan acumular la experiencia necesaria, ya luego el juego pondrá a cada uno en el lugar que le corresponda.


Planeta de Libros

Para finalizar y como curiosidad, esta entrada nace de la necesidad de mantener la cabeza despierta en la estación invernal de Cabeza de Manzaneda durante las largas noches que uno pasa estando de excursión con los chavales del cole. Qué os voy a contar que no sepáis los que acompañáis a los niños a estas "aventuras"... me hervían los glóbulos rojos a esas horas de la madrugada, el hematocrito por las nubes, y no precisamente por la altitud, jejeje. Pero, pese a no ser del Athletic, también somos del norte y aguantamos como estoicos.

 

martes, 14 de enero de 2025

¿QUÉ FUE ANTES, EL TALENTO O EL TRABAJO? EL TALENTO, ¿CÓMO NACE?

Como muchas otras veces, en realidad como casi siempre, la entrada de hoy nace de varios estímulos que me llegan por diferentes canales. Se mezclan en mi cabeza cual ingredientes en una receta de Jamie Oliver, esperando no flipar demasiado con las palabras y, de hacerlo, al menos que sea en colores. A ver lo que sale, pero ya sabéis, solo es una opinión, una verdad relativa susceptible de darle una vuelta de tuerca si la crítica es constructiva y con fundamento. 

¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿El talento o el trabajo? El talento, ¿cómo nace? No creo que el talento se presente un día en la puerta de casa y te diga: "hola, ¿cómo estás? Vas a ser la caña en esto, porque tú lo vales..." No, que va. Yo creo que el talento es como las oportunidades; no llegan, hay que "salir" a buscarlas. Aunque tú, en un primer momento, no sepas ni lo que es el talento y, mucho menos, que estás en el camino/proceso de encontrarlo. 

El talento, el de verdad, ese cuando eres chiquito, nace del trabajo cuando este se disfraza de diversión. Asoma la cabeza de manera inconsciente porque no lo buscas (eso vendrá más tarde) son otros los que se dan cuenta porque tú, lo único que haces es pasarlo bien con la pelota, la bicicleta, nadando en el río, jugando al pilla pilla... si "sales", claro, a pasarlo bien con la pelota, la bicicleta, nadando en el río, jugando al pilla pilla...


Davila 2017

Es muy frecuente leer en prensa a exdeportistas, exfutbolistas sobre todo, decir que ya no se juega en la calle como antes, que los chavales van al club una hora tres días por semana a que les enseñen a jugar, que ese es todo el tiempo de práctica, que antes tú ibas aprendido y en el club te modelaban un poco más... "Ninguna academia ha sido capaz todavía de reproducir lo que enseñaba la calle" comenta Jorge Valdano, algo que también suscriben Scaloni, Aimar, Milutinovic.... y cuya máxima expresó Johan Cruyff con aquel: "el fútbol en la calle debería ser una asignatura obligatoria en horario escolar" 
Voy más allá; ni todavía ni, en los tiempos que corren, nunca, la academia ocupará el lugar de la calle. Uno, porque ya no hay calle para jugar como antes (ni espacio, ni tiempo, y hay muchas más opciones de "perder" ese tiempo) Y dos, porque las academias tienen un componente "académico" que resta al componente diversión que ofrecía la calle. Y además se paga por ello, con lo que hay una responsabilidad con los niños para enseñarles (buena responsabilidad), y una responsabilidad aún mayor con los padres (mala responsabilidad porque no es con ellos con quién tenemos que adquirirla sino con los niños) que "exigen" que sus hijos aprendan fútbol, baloncesto, voleibol... quieren resultados, cuando los niños lo que quieren es "jugar" a fútbol, baloncesto, voleibol... Y ojo, jugar no está reñido con aprender y mejorar. Antes, en la calle, la responsabilidad de aprender recaía en uno mismo, y cumplías si querías jugar. Con la responsabilidad de tener cuidado con el mobiliario, con los cristales de la casa del vecino, con jugar allí donde no estaba permitido... bueno, digamos que a veces cumplías y muchas otras veces no. ¿Pero sabéis qué?, eso también lo aprendimos. Por las malas la mayoría de las veces y ya nunca se te olvidaba.

Con el tema de las responsabilidades de enseñar y aprender, que parece que recae solo sobre los hombros de los entrenadores, hay una anécdota de Toni Nadal que ilustra muy bien una situación que se da muy a menudo. Cuenta que en una ocasión un padre le cuestionó su labor como entrenador; "a ver que le enseñas a mi hijo que no aprende nada" A lo que Toni respondió: "entre lo que yo enseño a tu hijo, y lo que él aprende, hay una gran diferencia", haciendo referencia a la falta de actitud y compromiso por parte del alumno. Me atrevo a decir que, esa falta de actitud y compromiso que muestran algunos y que deriva en un mal aprendizaje, viene en ocasiones como consecuencia de la falta de experiencia en la materia. Estoy seguro que para muchos es su primera vez porque hay que "apuntarlos" a alguna actividad, y no hay ese "trabajo" previo de descubrimiento del talento que motive a los chavales, trabajo previo que antes traías de serie al llegar a la academia porque lo aprendías en la calle.

Hay un párrafo de un artículo de The Conversation, "¿Qué significa realmente ser "bueno" en el deporte infantil", que me puede servir como punto tres de por qué las academias no reproducen lo que enseñaba la calle: "el deporte de formación debe permitir que todos y todas tengan la oportunidad de disfrutarlo, y si priorizamos los resultados se termina sacrificando la alegría de hacer deporte. Cuando los clubes, entrenadores y padres consideran que lo más importante es ganar la competición, la mayoría de los niños empiezan a no disfrutarlo" 
Cierto, y ya lo hemos dicho alguna que otra vez, que nadie juega para perder, pero eso no quiere decir que lo más importante sea ganar. Todo deporte es un juego al que hay que jugar, y ya luego si ganas, fantástico. Os aseguro que, si en algún momento lo estáis dando todo, es porque no hay nada, excepto tú mismo, que te obligue a ello, y en eso, la calle, gana por goleada a la academia.

Yo, como profesor de Educación Física y aunque a mí los chavales ya me llegan creciditos, tengo claro que mi cometido, en lo que al deporte se refiere, es mostrar en que consiste cada disciplina de las que imparto e intentar despertar el interés de los chavales para que la lleguen a practicar fuera de las horas lectivas en el club que corresponda. No es la calle, tampoco la máxima de Cruyff, pero intento hacer ese "trabajo" de descubrimiento del talento, que como ya sabéis, no siempre se trata de una habilidad o técnica, sino más bien de que se den cuenta que el deporte es divertido y también está hecho para ellos, que no estaría nada mal adquirirlo como hábito, y ya luego, si la cosa se da bien, decidir libremente si desarrollamos ese talento con actitud, compromiso y valentía.

Hace 12 años, en una entrada que lleva por título "El deporte, medio y fin en si mismo" escribía lo siguiente:

"El deporte ha estado siempre muy presente a lo largo de mi vida. De hecho ha sido uno de los pilares fundamentales sobre los que cimentar decisiones y conductas que luego han marcado el devenir de los años.

Los recuerdos que tengo de mi infancia son de estar mucho en la calle. En mi época no había problemas por eso. Teníamos lugares de sobra donde pasar un buen rato sin temor a que nos sucediera nada malo, y si algo pasaba, solía ser porque tomábamos riesgos innecesarios de los cuales muchas veces no éramos conscientes. Teníamos muchos espacios abiertos donde improvisar partidos, de fútbol principalmente, alejados del tráfico rodado -antes no había tantos coches y no corrían tanto como ahora- Recuerdo con especial cariño la huerta de Ernesto -ahora rúa da Santísima Trinidade-, menudo campo de fútbol que teníamos allí montado. La Pedrachán, el muelle Marqués, el Espíritu Santo, o Monte do Bolo...la lameda, que no alameda. Salíamos cada tarde después del colegio a pasar un buen rato y el fin de semana sólo íbamos a casa a comer, para continuar luego hasta la cena. Los domingos, en mi caso, tocaba deporte de salón con Estudio Estadio de mañana y Estadio 2 de tarde, si mal no recuerdo. En este tiempo el deporte era un medio del que nos servíamos para juntarnos y disfrutar de amenos ratos. Con el tiempo y animado por varios amigos comencé a practicar atletismo..." 

En mi caso, y en el de todos por aquel entonces, cuando llegabas a la academia lo hacías con un bagaje deportivo enorme que adquirías en la calle sin ser consciente de ello, pero que hacía saltar el talento en cuanto te ponías a la tarea, cuando, sin dejar de jugar, "jugabas" un poco más en serio.


Alex Yee, Campeón Olímpico y Mundial de Triatlón, en Marca

Ahora, pasados los años si echo la vista atrás, puedo ver señales que quizás aventuraban el talento para correr que demostré en su momento porque hubo ese trabajo previo de acondicionamiento; esos partidos de fútbol interminables, las olimpiadas del verano, jugar al escondite, al pilla, escapar corriendo de las huertas donde íbamos por fruta (no sé si se puede contar esto pero seguro que ya prescribió el delito) El talento que se pudo ver más adelante nació aquí, lo tengo claro. Luego se desarrolló porque me encanta el mejor deporte del mundo, y hoy, intento mantenerme en el campo base (que diría Clemente Alonso) para cuando haya que sacar el talento a pasear y atacar la cima.

Bien, ya tenemos el talento identificado y ahora hay que mantenerlo porque sino se pierde. Ahora es cuando talento y trabajo van de la mano. Si uno de los dos falta o no funcionan en equilibrio, la cosa se tuerce. Os cuento: yo nunca he dejado de correr, me apasiona correr, y creo que, en algún momento, un poco de talento para esto tenía. El caso, es que en 2005 unos amigos me liaron (los amigos siempre tienen la culpa 😉) para ir a la Vigbay (media maratón Vigo-Bayona). Para nada considerándome yo fondista, fui solo con lo que había cosechado de mantenerme en forma con unos trotes semanales y andar en bici, pero sin entrenar (que los globeros no entrenan). Para mí sorpresa no me encontré nada mal, pero el talento solo me llegó hasta el km 18. Para 1h20 iba, sin entrenar eh, que aquí hay que fardar siempre porque las ocasiones de hacerlo con los años se reducen de manera desproporcionada. Del 18 al 21 sufrí como nunca, porque no hay otra manera de sufrir... y tampoco de contarlo después, jejeje. 1h24 final, que tampoco esta nada mal.

Total, que sorprendido del "talento" que había mostrado me digo: "oye, ¿y si el año que viene "trabajamos" un poco, metemos unos ritmos; unas cuestas, unas series, un fartlek que otro, y vemos qué pasa?" Aquí los amigos ya no tienen nada que ver y eres tú mismo el que te lías porque el deporte engancha y quieres más. El problema (yo no lo veo como un problema) es que, a los que nos gusta entrenar, a los que disfrutamos cada día con ello, nos cuesta decidir cuánto es más y no estamos dispuestos a hipotecar meses de diversión por un día de gloria. ¿Ya os he contado porque Iván Raña no gana el Ironman de Hawai? ¿No? Pues pincha en el enlace. Un ejemplo de los buenos, de aquellos para los que el deporte es pasión y disfrute todos y cada uno de los días del año.

Entrené, entrené mucho y muy bien y disfruté mucho más, pero "tonto" de mí, apuré la diversión hasta pocos días antes de la prueba. Salí a hacer un test sobre 15 km cinco días antes, empezando a 4 min/km para terminar los últimos a 3´20". Debido al buen trabajo me encontré fenomenal y decidí seguir un poco más, hasta los 20 km. Me lo pasé pipa, contento, satisfecho, en forma, pero... Os voy a contar algo de lo que estoy plenamente convencido; yo podría, entre las 6 de la tarde y las 9/10 de la noche, ser campeón del mundo de lo que sea. Pero la Vigbay es a las 10 de la mañana el domingo siguiente al cambio de hora de invierno a verano, lo que quiere decir que para mi cuerpo son las 9 todavía, y eso me mata los biorritmos, por lo que libremente decidí disfrutar más ese test de 20 km, y disfrutar un poco menos la media maratón. Tres días después, estaba en la alameda de Santiago a las 7.30 de la tarde haciendo series de 1.000 metros en la herradura, a   2´50" con 2 minutos de recuperación, el primer minuto andando y el segundo al trote. No hay Vigbay que se precie capaz de superar momentos así. El trabajo había sido muy, muy bueno.

Academias, escuelas, clubs, el colegio mismo con la materia de Educación Física, no llegan a reproducir lo que antes se aprendía en la calle pero, ¿y si se acercaran mucho a ello? ¿Y si el objetivo principal fuera aprender jugando a hacer deporte? ¿Y si competir ni tan siquiera fuera un objetivo? ¿Y si lo que se busca es la adquisición de hábitos saludables tanto físicos como sociales y mentales? ¿Y si cada día que se va a "entrenar", es un día más que se forja el carácter y la personalidad de los chavales sobre la trasmisión de unos valores sólidos? ¿Y si, cuando el talento surja de todo ello, cada uno escoja lo que hacer con él y se le ayude a desarrollarlo? Esos sitios, por desgracia, cada vez escasean más. Pero los hay y, así, a bote pronto, se me ocurre uno del cual me han hablado diferentes personas sobre el buen hacer de sus responsables, de su predisposición, su actitud motivadora... La Escuela de Triatlón Outes. Me da que, después de tantos años de trabajo, el letrado ha encontrado un talento oculto que ha desarrollado a su manera, aunque quizás haya sido esa manera de ser la que hacía falta para sacar adelante un proyecto así. No necesitas el mejor material ni las mejores instalaciones, no necesitas que todo vaya bien para que vaya bien, pero si necesitas a las mejores personas. Al final todo se reduce a las personas, y los buenos, siempre ganan 😉



Habréis notado, que a lo largo de la entrada me refiero a los deportistas como chavales, y con ello hago referencia, como decía el guiñol de Hilario Pino, a todos todos, porque no soy yo de excluir a nadie pero el todos y todas no me gusta.

Ya para terminar, me gustaría hacerlo con unas palabras de Víctor Claver en Gigantes del Basket que creo muy acertadas: "he intentado ser fiel a mis principios, a lo que aprendí de pequeño en casa. Y, a partir de ahí, crecer... La frase que me decía mi padre siempre que me iba a las primeras concentraciones con la selección valenciana y luego con la española: "Aprende mucho y Disfruta". Y eso es lo que he intentado hacer, aprender hasta el último día. Esa ha sido mi filosofía... Un día me cogió mi padre y me dijo muy firme: "Si no llegas, no llegas; no pasa nada, no va a ser un drama. Seguirás estudiando y ya está. Pero si tienes la oportunidad tienes que ir a por ella..."

Entonces qué fue antes, ¿el talento o el trabajo? 


jueves, 26 de diciembre de 2024

MARCHANDO UNA DE LIBROS POR NAVIDAD

Si las cuentas no me fallan, es la tercera vez que hago uso de estas palabras de Arturo Pérez Reverte: "somos lo que somos porque leímos lo que leímos" y, "no es lo mismo caminar sin libros que con libros en la memoria" ¿Por qué ahora? Pues por dos motivos. El primero porque a esto mismo hace referencia Pérez Reverte en su último artículo del Semanal: "Dije alguna vez, y si no, lo digo ahora, que un escritor es lo que lee, lo que vive y lo que imagina. Por lo menos tal es mi caso, y con esos ingredientes escribo novelas. La escritura, buena o mala, es una ficción donde hay detalles vinculados a lo real: recuerdos, influencias, sensaciones. Pueden estar más o menos manipulados en el texto, pero su base es auténtica. Ahí es donde intervienen la experiencia y memoria del autor. Me pasa a mí como a cuantos le dan a la tecla: cosas que te marcaron y afloran tarde o temprano; que compusieron tu punto de vista, la mirada con la que ahora cuentas historias..." Tal es mi caso también. Escribo sobre lo que veo, lo que sé y lo que la experiencia me enseña, pero como en lo de darle a la tecla me queda mucho que aprender, echo mano del talento de otros para que el mensaje llegue mejor y mucho más bonito. Gracias Arturo.

Y el segundo, porque hoy la cosa va de libros, así que la introducción me ha quedado de fábula. Estamos en Navidad, época de regalos, y los libros son una de las opciones sencillas de las que echar mano, lo cual está fenomenal porque nos facilita la aventura de leer.


Libros de Ruta

Hace unos años hablaba en este foro de "Sócrates en bicicleta" de Guillaume Martin, ciclista profesional y doctorado en filosofía. En esa entrada decía que no hace falta ser deportista, ni filósofo, ni deportista-filósofo o ciclósofo como Martin llama a los protagonistas del libro, sino que es un libro para el público en general. De todos modos, y siendo este un blog de Educación Física, recomiendo encarecidamente que le deis una vuelta a lo de ser deportistas, por lo de la salud física y todo eso. Además, como bien expresa Martin en su libro, "el deporte me ayuda a pensar y pensar a relativizar", y eso, también es salud, ¿o no? Probad a darle caña al cuerpo a ver si luego veis las cosas desde otro punto de vista. 

En fin, Navidad, regalos, libros... Yo he regalado dos ya. Bueno, el mismo, pero dos veces; uno a un buen amigo, y el otro, a mi mismo, que también cuenta, jejeje. Ese buen amigo entraría en la categoría de ciclósofo a la que alude Guillaume Martin, porque la experiencia y los amplios conocimientos le han dado ese punto de fundamento en sus teorías que hay que pararse a escuchar siempre. 


Ekoi

"GLOBERO. 101 Mandamientos del buen cicloturista" lleva por título el libro en cuestión y es obra de Marcos Pereda. Si Sócrates en bicicleta es para el público en general, Globero también lo es. Cierto que hace referencia a ciclistas, pruebas o lugares míticos que los que andamos en bici reconoceremos más fácilmente, pero el concepto general se entiende perfectamente y, como decía Manquiña en Airbag, "el concepto es el concepto""Con humor, mala leche y más autoparodia de la que él mismo percibe, Marcos Pereda entrega un tratado del buen ciclismo, unas normas básicas de comportamiento en grupetas, clubes y gente de bien, espacios familiares para el autor"

Había leído algo sobre la presentación del libro y lo busqué en internet. Podías leer las primeras 23 páginas. A la segunda, descargué una foto de la portada y le dije a mi mujer que se la mandara a Inma de la Librería Blanco y que encargara dos libros. El primer Mandamiento reza así: "Yo ando en bici. Tú andas en bici. Los dos sabemos de qué va este libro. Empezamos." Escueto, cristalino, sabes a lo que te enfrentas, pero insisto, no hace falta andar en bici para aventurarse a dar una vuelta por sus páginas.

Hace muy poco he cumplido años y, "a mis cuarenta y... más de diez, cuarenta dicen que aparento" (ya me gustaría) de mi admirado Sabina, hay preceptos del segundo mandamiento, "Andas en bici, no entrenas", de obligado cumplimiento desde hace ya tiempo. Me vi tan reflejado y me reí tanto que paré de leer hasta tener el libro en mis manos. Luego, he seguido echándome risas porque es inevitable no hacerlo.

Ayer, 24 de diciembre, salí a correr por los senderos que discurren paralelos al río Pesqueira en Lousame. Al mismo tiempo que disfrutaba de los caminos me dio por pensar (ya sabéis que el deporte ayuda a pensar, y pensar mientras haces deporte es un 2x1 que te ahorra tiempo después) que si Marcos Pereda, en lugar de cántabro hubiese sido gallego, al decimoprimer mandamiento le habría puesto: "Plato grande ande o no ande". Y al pensar en eso, pensé también en aquella ocasión en la que Antonio Alix calculó en plena retransmisión de Eurosport, el desarrollo equivalente en plato pequeño para aquel corredor que iba tan atrancado en un repecho. Alix no le veía la lógica. No la tiene más allá de la lógica que nosotros queramos darle y, con eso, a Marcos Pereda y a mí, de momento, nos vale. Bueno, ayer pensé en mas cosas, y ya no sé si lo que me cansa es el deporte, o pensar tanto mientras hago deporte. Pero mira, más allá de la lógica que esto pueda tener, a mí, de momento, me satisface. Y mucho.

He de reconocer que la paciencia a veces conmigo no es virtud, y estoy escribiendo estas líneas sin haber terminado el libro. He visto que hay un mandamiento muy acertado sobre el Strava, pero no sobre el Garmin, así que, si en algún momento hay un mandamiento 102, ahí va una sugerencia. ¿Recordáis ese buen amigo ciclósofo cuyas teorías siempre deben ser escuchadas? Pues bien, hace tiempo que me recomienda que me compre un Garmin. Entre otras cosas me dice: "cómprate el Garmin porque si te caes queda registrado el lugar donde te la has pegado" Claro, en ese momento mi yo filósofo, ese del: "pienso, luego existo",  deduce que si me dice que me lo compre es porque me voy a caer. Así que si no me lo compro, sigo con mi cuentakilómetros de siempre que ya no funciona y solo marca la hora, con el que no me he caído nunca... Total, que de momento de equilibrio vamos bien. Y que siga, que mañana es otro día y queremos salir a dar una vueltuca sin preocuparnos demasiado por la media (básicamente porque mi "Garmin" no funciona) cumpliendo así con uno de los mandamientos fundamentales de andar en bici... el de disfrutar.

Con esta última anécdota, que espero no me tomen a mal, pongo de manifiesto que si un día escribo un libro, me gustaría que fuera como este, con un punto de humor porque "un poco de pimienta siempre mola. Una media sonrisa, un toquecillo, un pinchar, que no duele, con sentido del reír, sin malas artes y siempre con educación", que nos ayude a relativizar lo globeros que podemos llegar a ser al andar por la vida.

Termino con otra sugerencia sin cambiar de vehículo. Seguimos viajando en bici. "El ciclista" lleva por título y, que Juan Antonio Flecha, experto corredor sobre las dos ruedas y excelente comunicador ahora en Eurosport lo recomiende, debería ser motivo suficiente para agenciárselo. Me atrevería a decir que este libro es para globeros de los "buenos", para aquellos que entienden que "sufrir es un arte. Se trata de un arte que no depende de la habilidad atlética y en el que los grandes campeones superan con creces a los aficionados"


Planeta de Libros



viernes, 20 de diciembre de 2024

HAMBRE

"Me he sentido bien, me he sentido motivado todo el año, incluso ahora a final de año que no teníamos grandes objetivos, aunque sea por un noveno o por un octavo, yo siempre doy el máximo. Así que esas ganas siguen intactas. No es algo que puedas preparar, un día lo tienes y un día no lo tienes. Parece que desde fuera están esperando que me haga mayor, pero ese día nunca me llega por ahora. Si un día no lo tengo, si un día estoy menos motivado, pues lo dejaré. A veces salgo el 14 y no sé por qué pienso que voy a acabar en los puntos, o si salgo el octavo pienso que voy a acabar en el podio. Siempre tengo hambre"


Car and Driver

Con estas palabras respondía Fernando Alonso a las preguntas del diario Marca una vez finalizada la temporada de Fórmula 1. Temporada marcada por un coche, cuya competitividad decaía más y más a medida que las carreras iban transcurriendo pero, ni en esos momentos tan oscuros en los que, ni siquiera al final del túnel del GP de Mónaco se veía un atisbo de luz, Fernando se dejó llevar por los demonios que acechaban en cada curva y en cada recta de cada circuito. Lejos de eso, sorprendía a propios y extraños con su capacidad de adaptación a las circunstancias, magia en ocasiones, y sacaba todo el provecho posible a un coche que no estaba a la altura de las manos de su piloto. "No me escuchas, sé que no me escuchas me decía el demonio. Y yo, que no me asustas. Esta vez tú estás temblando..." Alonso hace buena la canción de Fito "En el barro", porque no teme bajar a él y dejar allí su corazón si eso es lo hay que hacer "aunque sea por un noveno o un octavo, yo siempre doy el máximo" Decía en una entrada anterior, que talento y habilidad son patrimonio de unos pocos elegidos y por ello se les admira. Pero el verdadero talento son el corazón, coraje, voluntad y actitud con las que encaras los retos y, en Fernando Alonso, todo ello se conjuga, se vuelve contagioso y anima a los demás a sentirse identificado con ello.

En la F1 con toda la tecnología que tienen, al final todo es hipotético porque hasta que no pones el coche en la pista, trabajas con predicciones del banco de pruebas, simuladores, del túnel de viento, mecánica de fluidos... parece una lotería en la que "no eliges lo que sale", y para cuando lo hace, "no hay cura ni remedio, a veces sólo el hambre puede quitarte el miedo" ¿Y cuando eso pasa a quién tenemos para quitar el miedo? Pues al más hambriento de todos... 

En la Fórmula 1, todo se vuelve bastante predecible tras la primera carrera y se ve el potencial real de los coches. Hay 2 o 3 asientos muy apetecibles que te van a permitir brillar aunque no tengas el día porque, lamentablemente, en los deportes de motor el coche importa, y mucho. Con el resto de asientos, a priori y aún teniendo un día fantástico al volante, las oportunidades de rascar algo no serán tantas, y es precisamente aquí, donde los buenos pilotos sacan a relucir todo su potencial por encima del potencial del coche, es aquí donde brillan de verdad porque olvidan todo lo que le falta al coche para exprimir todo aquello que sí les puede dar. Los buenos siempre encuentran la manera de brillar, de mantenerse motivados, de adaptarse a las circunstancias y tomarlo como un reto. Eso también son maneras de ganar... o de vivir que diría Rosendo, y los buenos, siempre ganan.


Marca

Alonso, al igual que otros deportistas que han pasado por aquí, es de esas personas que, a la altura que se encuentran de su carrera, nada tienen que demostrar o que perder. Y si algo se han ganado con su profesionalidad y buen hacer, es el derecho a "equivocarse". Estoy cansado de oír decir a expertos del mundo del motor, que Alonso tendría varios mundiales más de no haberse equivocado al escoger equipo en algún momento. Y digo yo, ¿qué mejor equivocación puede haber, que escoger libremente donde hacer aquello que te apasiona, en un deporte en el que prima el patrocinador que aportes, hay demasiados Sancho Panza coartados, y pocos, o casi ningún Don Quijote que no tema enfrentarse a los molinos si ello fuera menester? 

¿Sabéis aquello qué dicen de disfrutar? Pues es lo que hacen los que priman el deporte en si mismo más allá de recompensas externas que son fruto del trabajo bien hecho. El objetivo final en todo deporte es ganar. Cuando se gana, la motivación es fácil de mantener pero, cuando no se hace, la motivación solo se mantiene si es intrínseca: "me he sentido bien, me he sentido motivado todo el año, incluso ahora a final de año que no teníamos grandes objetivos" 


Kiss. Rock And Roll All Nite

Alonso es muy sincero. Quizás en ocasiones, como decían que era Larry Bird, incluso hasta el dolor. Y por honestidad, porque de nada vale engañarse, primero con él mismo, por lo que mientras se sienta competitivo consigo mismo, y esa misma medida le valga para serlo respecto a los demás, seguirá demostrando lo que es conducir un coche del tipo que sea. Hay un álbum de 4 Non Blondes cuyo título: Bigger, better, faster, More! Más grande, mejor, más rápido, Más!  creo que define perfectamente la carrera en si y el momento actual de Fernando Alonso en la F1. 43 primaveras cuenta ya el guaje y parece que desde fuera están esperando que se haga "mayor". Sin embargo, Alonso es experto en ver el vaso medio lleno: "a veces salgo el 14 y no sé por qué pienso que voy a acabar en los puntos, o si salgo el octavo pienso que voy a acabar en el podio. Siempre tengo hambre" Hay un dicho en Galicia para aquellos que son diferentes que dice así: "este é dos hai que darlle de comer aparte" 

Esa manera de pensar, esas ganas unidas a la experiencia, son las que me gustaría que adquirieran mis alumnos. Los hay, que cuando les planteas una tarea, son reacios porque creen que no van a ser capaces, lo cual es normal si es algo nuevo. No tienen la experiencia necesaria. A veces, ni una sola experiencia. Pero estamos aquí para aprender, y tienen que entender que cuanto más y mejor experimenten, más cerca van a estar del objetivo. Y si no se llega, por lo menos sabremos cuan cerca hemos estado. Me repito, no hay mayor talento que el corazón, coraje, voluntad y actitud con las que encaras los retos. Hay que tener hambre.


Bibliografía:

Fitología aplicada a las Ciencias Sociales: "En el barro"  


lunes, 2 de diciembre de 2024

NI NEGRO DEL TODO, NI DEL TODO BLANCO

"Ni negro del todo, ni del todo blanco. Entre los extremos siempre hay más espacio" canta Fito. Pues bien, de extremos vamos a hablar hoy con el ejemplo de dos entrenadores de basket que han hablado de manera, totalmente antagonista, sobre jugadores jóvenes a su cargo. Polos opuestos en el modo de ver, de sentir, de comprender, a dos chavales muy jóvenes producto de la cantera.

En la liga ACB, todo equipo de 12 jugadores ha de tener al menos 4 cupos. Cupos son Jugadores de Formación Local, jugadores que se han formado en España vinculados a algún club afiliado a la FEB, y que hayan acumulado en él al menos tres años entre el segundo año infantil (13 años) y el segundo senior (19 años). Esos tres años no tienen por qué ser seguidos, pero han de pasar al menos 6 meses en el equipo por temporada para ser considerados así. Cuando cumplen 20 años ya no tienen posibilidad de conseguir la condición de jugador de formación local. 


Mario Saint-Supery. Solobasket

Jugadores de formación local son jugadores que proceden de la cantera y que se han ganado pronto, el derecho, con su trabajo y talento, a jugar en el coto de caza de los mayores, donde van a necesitar más experiencia de la que ya tienen para no ser presa fácil de los veteranos más curtidos. ¿Y cómo se adquiere la experiencia? He aquí la ironía: se adquiere con oportunidades, con comprensión y con confianza; la que le falta a Porfi Fisac, entrenador de Casademont Zaragoza cuando habla de Lucas Langarita. Y la que le sobra a Diego Ocampo, entrenador de Baxi Manresa cuando hace lo propio de Mario Saint-Supery, cedido eso sí por Unicaja Málaga. 


Lucas Langarita. Solobasket

Lo sé, lo sé, y hasta cierto punto puedo llegar a comprenderlo, pero me cuesta, y a veces, como hoy, no sé cómo hacerlo. Hablamos de baloncesto de ganar, pero la diferencia está en ganar contando con..., o ganar a pesar de... 

Diego Ocampo dice esto en Solobasket: "Mario Saint-Supery es un gran proyecto de jugador, pero hay que ir día a día con él. Debe vivir con la normalidad de un chico de 18 años, estudiando para tener buena formación y que le ayude para ser mejor jugador... hay fases de él en los partidos que son muy buenas, otras no tan buenas, pero eso es el proceso. Creo que los proyectos no tienen sentido si no se basan en las personas y en el trabajo diario, en eso es donde Mario tiene que estar centrado. Y lo hace muy bien... Diego Ocampo se ha mostrado muy ilusionado por ser partícipe del crecimiento de una de las grandes promesas del baloncesto español: para mí es muy motivante trabajar con un proyecto como el de Mario. Te ayuda a estar motivado sobre todo para mejorar. No podemos hablar a los jugadores de que mejoren, si el entrenador no está mejorando todo el día para enseñar mejor a los jugadores... yo tengo un lema y es que trato de molestar poco y no estropearlo..."

En Zaragoza, por el contrario, parece que el que molesta es Lucas Langarita. No debe ser motivante trabajar con él, y como no gana partidos, mejor que los vaya a perder a otro sitio. Porfi Fisac habla así en Solobasket: "el técnico del cuadro aragonés se ha sincerado con la situación del canterano y ha sido contundente con él: he hablado muchísimo de esto y he sido muy claro. Lucas tiene que jugar y aquí lo tiene jodido. Es un buen jugador, pero no va a llegar a nada si no juega minutos. Y yo aquí no estoy para regalar minutos a nadie, estoy aquí para ganar partidos... la solución que ha propuesto Porfi Fisac para Lucas Langarita es una cesión para que se sienta importante y tenga minutos: ¿Qué debería de haber hecho? Como han hecho otros, salir y jugar minutos. Nadie me cree y me siento solo"

Jordi Fernández es el primer entrenador español de la historia en ser "Head Coach" de una franquicia NBA, los Nets de Brooklyn. Antes de eso, le habían dado la oportunidad de aprender y demostrar su valía como asistente en varios equipos. Mike Malone, entrenador de Denver Nuggets habla así en Gigantes de Jordi Fernández: "de mi padre aprendí que, como entrenador, puedes conocer todas las claves del juego… Pero si no tienes una relación con tus jugadores, nada de eso importa. Creo que es algo que me llamó la atención con Jordi. Sí, entrenábamos, enseñábamos. Pero él hizo un esfuerzo por tener una relación con nuestros jugadores fuera de la cancha, como hombres, como personas, y creo que eso ayuda mucho. Eso te lleva a un mejor punto"

Estoy convencido que todos los entrenadores, todos, quieren lo mejor para los jugadores que entrenan. No serían buenos entrenadores de no ser así pero, lo que sí pueden, es ser mejores y entender que gestionan personas, jóvenes en este caso, que quizá por esa juventud no entiendan aquello de: "este no me vale, que pase el siguiente". Yo mismo sigo sin entenderlo. Ser sincero es fundamental pero no tiene por que doler. La sinceridad es decir lo que uno piensa pero pensándolo todo siempre. El cómo importa, y mucho.

Aquella Dolores que se llamaba Lola a la que Los Suaves cantan: "se fueron los buenos tiempos, la juventud ya se escapó. Las vueltas que da la vida, el destino se burla de ti..." nos sirve de algún modo para mostrar la situación de muchos jugadores fantásticos cuya juventud escapa en un instante, el mismo instante en que pasan a jugar en el patio de los mayores. Un baño de realidad que es real tan sólo a medias, pues si ayer eran muy buenos, no pueden no serlo hoy. Es el momento de seguir trabajando, siempre es el momento de seguir trabajando: "del trabajo sale la recompensa y creo que si trabajas honestamente te llegará esa recompensa". Santi Aldama (Memphis Grizzlies).


Mclaren mp4/4 Ayrton Senna. Lego.com

Hace un rato he terminado de ver, otra vez, "Camino a la gloria", película que narra el campeonato universitario de baloncesto conseguido por la Universidad de Texas Western en 1966 con jugadores negros. Cuentan en la película que por aquel entonces los jugadores negros servían para cubrir el cupo al que obligaba la liga. Ponías a uno si jugabas en casa, a dos si lo hacías fuera y a tres si ibas perdiendo. No más. Quiero pensar que, tanto Lucas como Mario, han llegado a la élite por lo que valen como jugadores y no por su condición de jugadores de formación local, aunque en el Breogán, ser cupo, sea una de las razones esgrimidas para hacerse con el fichaje de Lucas Langarita. Quién sabe, quizá esa misma condición le permita brillar en Lugo.

Bueno, la reflexión de hoy viene por dos artículos que leo hace unos días y a su contexto me remito. Tan sólo es una opinión basada en ellos. Yo tengo claro que tipo de entrenador me gustaría ser, así como tengo claro también que no a todo el mundo le iba a gustar.


viernes, 13 de septiembre de 2024

UN POQUITO DE POR FAVOR

Septiembre es el inicio de muchas cosas; el otoño, la vuelta al cole, el comienzo de la temporada. Desde que empecé a correr, allá con 11 años, septiembre es el inicio de la temporada, el momento de poner en marcha la maquinaria de nuevo. Bien es cierto que, con la edad, la maquinaria hay que ponerla en marcha cada día sea o no septiembre. Cada día es, casi, como una pretemporada en pequeñito; empiezas despacio a ver si todo está en su sitio y no hay avería de ningún tipo, y ya luego, hacia el final, aceleras. Total, que si septiembre es el inicio del otoño, también supone el final del verano.

En casa, hace ya mucho tiempo, mi mujer le enseñó a mi hijo una regla mnemotécnica para aprender las funciones vitales, "NURERE": nutrición, relación y reproducción. Durante el verano, época de asueto y relax en la que bajar el pistón de la disciplina que mantiene el esfuerzo en las tareas durante el resto del año, alguna de estas funciones vitales, caso de la nutrición, pierde casi del todo su razón de ser: que si los calamares en el Carrilo, esas croquetas de centolla espectaculares del Waimea en las Furnas, la tortilla de bacalao y el entrecot del Turkey, el rape a la plancha y la deliciosa empanada de manzana de Manolita en el Elisardo, los pimientos de Padrón allá donde sea y, por supuesto, todo ello acompañado de una cañita, ¿o no?. Venga, si hasta dejamos constancia de todo ello con la fotito de rigor que subimos al estado de WhatsApp, ¿a que sí?😂

Vamos, que la nutrición pierde su sentido y, en lo que a condición física se refiere, incluso te engañas a ti mismo diciendo que esos kilos de más son los que te van a permitir contar con la "energía" necesaria para la nueva temporada, que si llegas del verano muy fino corres el riesgo de no llegar al final. Pues que sepáis que a estas alturas de la película, de mi película al menos, esos kilos ya no se van o lo hacen muy poco a poco porque, en mi caso, bajo de peso por darle caña al cuerpo que no por dejar de comer o comer lo que toca, y ahora el body y las ganas de sufrir ya no son las mismas que cuando era más joven... bueno, las ganas de sufrir quizá sí, a veces. Pero el cuerpo ya no me deja, así que adaptamos a las circunstancias para que el factor excluyente sea siempre la diversión y mantener con ello la motivación.

Sin embargo, la función de relación, que es algo fundamental (según Pep Marí, en el colegio debería haber solo dos asignaturas: aprender a pensar y aprender a relacionarse) cobra especial importancia en el periodo estival, entre otras cosas, por esos momentos de relax sentados a la mesa. Bienvenidos pues sean esos kilitos, que sean pocos pero que sean. En cuanto a la función de reproducción... la dejamos para otro capítulo.

Bien, vamos a lo que toca y al motivo de esta entrada. Septiembre, inicio de temporada, forma física medio/baja... Esto que voy a decir ahora es de siempre pero casi nunca lo cumplía hasta hace unos años (unos cuantos ya) porque mi nivel de forma física era muy alto y me saltaba etapas: antes de empezar un plan de entrenamiento hay que prepararse para llevar ese plan, esto no es llegar y ya. A mí, que lo que me gusta es correr, que es muy lesivo y las piernas ya no me dejan como antes, empiezo con la bici para ir recuperando ese tono muscular perdido y me voy a una carretera cercana a casa, a una recta llana donde, si el viento no sopla, me deja poner plato y jugar con los piñones. Suave, muy suave, pero me permite trabajar resistencia y fuerza a la vez, algo que otros circuitos no hacen pues necesitaría desarrollos más altos para poder superar las dificultades "montañosas". 3 km de ida y 3 de vuelta que para otros resultarían aburridos y que para mí son un placer, que después de 3, 4 o 5 semanas harán que las pulsaciones se mantengan o incluso disminuyan a la par que las medias de velocidad aumentan, lo que quiere decir que las cosas van bien y que el camino hacia la cima es largo si todavía tienes ganas de rock and roll.

Vuelta tras vuelta, como la velocidad no es muy alta y el nivel de concentración requerido en la tarea es bajo, te da tiempo a disfrutar del paisaje y, en ocasiones, a indignarte con acciones irresponsables que no aciertas a comprender. Con las cunetas desbrozadas emergen cantidades ingentes de envases de bebida, latas de cerveza en su mayoría, que han sido tiradas a propósito al pasar en coche, lo que denota dos tipos de imprudencias: arrojar basura por la ventanilla e ir bebiendo alcohol en el coche. Al desbrozar las cunetas, esos envases que te encuentras se deterioran y los ves rotos y abollados. Lo curioso, y deplorable, es que conforme van pasando las semanas hasta que el nivel de forma física considero que es aceptable para aventurarme con circuitos más exigentes, el número de latas aumenta día a día. Lo sabes porque están en perfecto estado de conservación, envases recién abandonados en plena naturaleza, en lugares de paso en coche. Y no me pasa sólo en este tramo de carretera sino también en otros de ayuntamientos limítrofes. Es increíble lo cochinos que podemos llegar a ser y el poco respeto que tenemos por aquello que es de todos y que a todos nos corresponde cuidar. Este sí que es un camino largo de narices, el de la concienciación.


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