lunes, 19 de noviembre de 2012

SENTIDO Y SENSIBILIDAD

   
        Seguramente por el título y lo explícito de la fotografía os haréis una idea general de la temática de la entrada. No os equivocais al pensar que versa sobre la seguridad vial en general y la de los ciclistas en particular. Este es un tema hartamente tratado en todos los ámbitos desde los cuales podrían plantearse soluciones viables para acabar con casos como el que os voy a relatar a continuación, pero lamentablemente, nos cuesta aprender de los errores.

        No hace mucho, cuatro meses en realidad, un amigo salía con su bicicleta a disfrutar de su pasión que no es otra que la de hacer deporte. Ese día un coche se cruzó en su camino y desde entonces hay veinte minutos de los que no guarda ningún recuerdo, los que van desde que choca con el duro asfalto hasta que recobra el conocimiento ya en la ambulancia - gracias a los servicios de emergencia por su pronta respuesta -. Desorientado en un primer momento por no saber que ha sucedido, lo primero que hace al comprobar que todo está en "su sitio" es llamar a su mujer y decirle: "me ha atropellado un coche, pero tranquila, estoy bien". La leche!!!. Digamos regular tirando a mal y su mujer podéis imaginaros que traaaanquilisima!!. Una vez en el hospital y tras varias pruebas se comprueba que no hay nada roto, la causante del atropello aliviada porque durante esos inexistentes veinte minutos se temió lo peor, y mi amigo magullado por todas partes con heridas que tardarían en sanar.

        A los dos días del suceso llama a un testigo que una vez en la ambulancia le da sus datos y le dice lo que ha pasado y que cuente con él para lo que sea. Gracias. Lo primero que le pregunta, todavía desorientado, es si la culpa ha sido suya. Para mi amigo esto es muy importante porque es una persona bastante prudente que trata de no hacer tonterías cuando monta en bici para poder seguir disfrutando de ésta al día siguiente, evitando en la medida de lo posible situaciones de riesgo - cosa que no hacen todos los que salen a la carretera. Tendríamos que entonar el mea culpa más a menudo por la manera de proceder en la carretera; ciclistas, peatones y conductores -.

        En su breve pero elocuente relato , le dice: Hostia!. Te ha puesto la mano Dios. Has aterrizado de cabeza. Perdón Dios por el taco, aunque supongo que en casos como éste harás excepciones. Fernando Trueba, uno de los pocos directores españoles que cuenta con un Oscar de Hollywood en su haber, dijo en su discurso que el no creía en Dios para darle las gracias por el premio, que él sólo creía en Billy Wilder, así que le dió las gracias a éste. Yo, perdón mi amigo, tampoco cree demasiado en Dios. Lo hace en Louis Garneau al que no se saca de la cabeza, en sí mismo y en su capacidad para no hacer tonterías encima de la bici y en todas las personas que van por la vida demostrando que lo son. En la gente que sólo lo aparenta, ya no puede o más bien no quiere creer. A todos aquellos que todavía salís a la carretera sin el casco, ¿ a qué coño esperáis para ponéroslo?!!!!!. Uy, perdón Louis Garneau por el taco.

Vida nueva, casco nuevo. Pincha en la imagen si quieres ver como se fabrica un casco en: "Así se Hace".


    
       Dicen que escribir o hablar sobre aquello que te atemoriza de algún modo, es bueno para poder superarlo. En el caso de mi amigo su receta es llevar ya seis salidas a lomos de la Cinelli  pasando de los nervios del primer día a las grandes sensaciones de antaño. 

        Haciendo referencia al título de la entrada me gustaría dar las gracias a todos aquellos que tienen un poquito de sentido común como para no poner su vida en peligro cuando salen a la carretera. Y a todos aquellos, que al poquito de sentido común le suman un mucho de sensibilidad para no hacerlo con la vida de los demás, a esos que sé yo que les daría, pero con las gracias no bastaría.