martes, 28 de abril de 2020

SIR MICHAEL ROBINSON, AMANTE DEL DEPORTE Y DE SU LADO MÁS HUMANO

Todos los libros comienzan con una dedicatoria y, aunque no se trate de un libro, me gustaría empezar de la misma manera, rindiendo un pequeño homenaje a una persona que comparte el amor por el deporte y a la que conquista de corazón el lado más humano del mismo. 

"A Michael Robinson, por amar el deporte y ahondar en la parte más humana que se esconde detrás del resultado, por ver el lado bueno de las cosas y, como gran, enorme deportista que es, inspirar a otros. Gracias por ser una fuente inagotable de recursos para todos aquellos que somos profesionales del Deporte y la Educación Física".


Lo he dicho en muchas ocasiones, un deportista me conquista de verdad cuando la faceta humana del mismo supera y adelanta a la faceta que vemos a simple vista, la del deporte. El deporte es algo previsible, es como un resultado, se puede planificar y preparar. Lo interesante de verdad es esa faceta humana, más imprevisible y diferente en cada uno, la manera de afrontar el reto y el proceso a seguir para ello. Esta parte del deporte tiene que ver más con los sentimientos, las emociones y las actitudes, con aquello que estás dispuesto a hacer para lograr el objetivo; esfuerzo, disciplina, perseverancia, renunciar a cosas, no renunciar a otras, cómo puedes contribuir en tu entorno...

Michael Robinson empezó a conquistarme allá por 1992-93, estudiando con el "Día Después" de fondo para sacarme la Licenciatura de Inef. Comenzó a hacer historia en la comunicación deportiva rompiendo los moldes establecidos, haciendo algo diferente y fresco, y abrazando el deporte con el amor más hermoso que existe, el que nace desde el respeto y la empatía. Con "Informe Robinson" puso al deportista por encima del deporte porque lo importante tiene que ser lo importante y, lo más importante, es la persona o personas que hay detrás de los éxitos o de las derrotas.

Hace hoy justo una semana, enviaba a mis alumnos como "deberes" un documental de Informe Robinson: "El Secreto de Gino Bartali". Vaya ejemplo de pasión, respeto y solidaridad!!! tan necesarios siempre y más actualmente. Tengo previsto, desde hace tiempo ya, enviar otro del cuál me voy a guardar el título. En él se cuenta que en el deporte actual todo se puede medir, todo se puede analizar, pero todavía no somos capaces de comprenderlo todo. Michael Robinson nos enseñó a comprender lo imprevisible de la faceta humana del deportista, nos enseñó aquello que hace especial a un buen deportista y le hace marcar la diferencia con el resto, compartió con todos nosotros su particular visión del deporte y su amor por él, nos acompañó en el viaje espectacular que es el deporte y nos hizo comprender que "el secreto para triunfar ahí fuera, es triunfar aquí dentro" porque somos la misma persona.

Haciendo mío el dicho de Bartali, "aquello en lo que crees te sale de dentro"... hoy me ha salido así, y me ha salido en presente porque nunca va a dejar de ser un referente al que acudir para explicar a mis alumnos el misterio del deporte y de la vida.


YOU´LL NEVER WALK ALONE!!!



miércoles, 22 de abril de 2020

GINO BARTALI. LA VICTORIA MÁS HERMOSA


En uno de los últimos comunicados que envié a mis alumnos con las tareas a realizar durante este período de confinamiento, les decía que la Educación Física busca desarrollar la competencia motriz de las personas, entendida como la integración de los conocimientos, los procedimientos, las actitudes y los sentimientos vinculados a la misma. También les había transmitido que el objetivo principal durante el encierro sería mantenernos sanos, y que lo íbamos a lograr entre otras cosas, con la adquisición de hábitos como la práctica regular de ejercicio y cortándonos un pelín en las visitas a la nevera. Sin embargo, en momentos como el que nos ocupa cobra vital importancia, y con el paso de los días más, gestionar los sentimientos y emociones que nos van asaltando. Por ello, y aunque el ejercicio físico nos ayuda, yo me centraría en las actitudes, en  hacer autocrítica para conocernos y convencernos a nosotros mismos de que la decisión que hemos tomado para afrontar este gran reto es la correcta y, la que nos va a guiar por el buen camino hasta hallar la salida. Somos lo que somos, pero a veces, podemos ser más.



Siguiendo el hilo de las Emociones y los Sentimientos, me gustaría dedicar una canción a todos aquellos que han visto el virus muy de cerca, que le han mirado directamente a los ojos y que han luchado con todas sus fuerzas y las de los que han estado ahí con ellos, que han vencido y con su victoria nos han enseñado y allanado el camino. La Educación Física y el Deporte son un Sentimiento. La Música eleva los sentimientos a cotas superlativas, y esta canción… uff!!!.  “Me dejó marchar”, Coque Malla e Iván Ferreiro. Cerrad los ojos y que cada uno la interprete a su manera.


Para mí habla de esperanza, de nuevas oportunidades. La vida puede darte todas las oportunidades que necesites para cambiar pero, si quieres que el mundo cambie, has de ser ese cambio que quieras ver. Ambos nos han dado el primer empujón, pero la vida es como la suerte; hay que trabajarla, quererla, cuidarla… la mala noticia, es que vida sólo hay una y mundo para vivirla también. La buena, es que te ofrece múltiples y enormes posibilidades de disfrutarla. Lo mejor de todo, que tú escoges cómo hacerlo. Y que mejor manera de llevarlo a cabo que desde el respeto y la solidaridad, empezando por uno mismo, porque ahí es donde se ve lo que uno vale, dando lo mejor en cada momento sin más motivación u objetivo que poner ese granito de arena que haga de este, un mundo mejor y mi vida mucho más plena. Al hilo de las Actitudes, hay otra canción, “Hoy puede ser un gran día”, incluida en la gira “El gusto es Nuestro” que también puede hacernos reflexionar. Ambas canciones podrían ser ese desencadenante que a veces necesitamos para tomar la decisión de avanzar y ser un poquito mejores. “Hoy puede ser un gran día, duro con él…”


Para finalizar, os dejo un documental de Informe Robinson donde, como siempre, nos muestran la unión perfecta de vida y deporte, yendo más allá de los resultados y los logros, haciéndonos ver además a la persona que hay detrás de todos ellos. Este documental, que tenéis que ver, es un ejemplo de la manera brutal de entender la vida que tenía uno de los grandes del ciclismo épico y legendario, de sus actitudes, sentimientos y emociones. No había un Gino Bartali deportista y un Gino Bartali persona. Sólo había uno que se comportaba de la misma manera siempre, con una gran fuerza física y una gran fuerza interior. "Todo lo que consigues es el resultado de hacer aquello en lo que crees y que te sale de dentro", decía. Gino Bartali ganó 3 Giros y 2 Tours, pero la victoria más hermosa se la guardó para él, y yo me la voy a guardar para mí para que tú desees ver el documental y descubrir la enorme talla humana y deportista de este fenómeno. Nada se supo hasta tres años después de su muerte porque, como Bartali decía: "si yo le hago un favor a un amigo y se lo recuerdo, ¿qué clase de favor es?" 


Fausto Coppi y Gino Bartali, rivales y amigos.

     El talento sólo no basta, hay que saber qué hacer con él, cuándo y cómo.
No hay que enorgullecerse de lo que consigues, sino de haber tenido la valentía de intentarlo y haber puesto el esfuerzo necesario para lograrlo. 

ESE ES EL VERDADERO TALENTO!!!



viernes, 17 de abril de 2020

MAGIA EN LAS MANOS

Seguimos con el encierro, con esa rutina obligada que en nada se parece a la que seguimos habitualmente, aunque lo de habitualmente, cada vez quede un poco más lejos. Vamos a pensar al contrario, que en lugar de más lejos estemos cada vez más cerca de retornar a lo conocido. Una de las cosas que representan lo conocido, lo habitual, aquello que me hace estar seguro de que no me he perdido por el camino es acudir cada día al cole. Pensemos que estamos en el cole y que es viernes 17 de abril, las 12:10. Si así fuera, estaríamos a punto de entrar a una charla que teníamos programada con Jaime Rivas Pereira de Fisioterapia Vincit sobre los beneficios de la práctica deportiva en estas edades y las consecuencias de una utilización errónea de la misma. Así que os pido que entréis por la puerta de audiovisuales y disfrutéis de la charla en la medida de lo posible.


Algunos probablemente conozcáis ya a Jaime; unos por haberlo "sufrido", otros porque es el fisio del Noia Portus Apostoli de la Liga Nacional de Fútbol Sala y otros quizás tan sólo de oídas. Yo supe por primera vez de Jaime de oídas precisamente, y como siempre que me cuentan algo pero sin pruebas en las que basarme,  si me preguntaran por su trabajo, diría que todo lo que me han contado es bueno pero que no podría asegurarlo. Sólo cuando sé sobre lo que hablo y lo veo, me aventuro a dar mi opinión y a defenderla. Pues bien, vamos a ello.

Hace un par de años nos mudamos a vivir a Noia. Volvimos al pueblo donde se está fenomenal y ganas en calidad de vida. Al menos la vida que a mi me interesa que es tranquila, con más posibilidades de esparcimiento al alcance de la mano y múltiples opciones de hacer deporte que en un "pueblo" más grande como Santiago. Se disfruta de otra manera. Es curioso, viviendo en Santiago seguíamos acudiendo a Noia a ciertas cosas y, ahora que vivimos en Noia, hay otras que seguimos haciendo en Santiago. La explicación para mí es sencilla: confianza.
Acudir al fisio era una de esas cosas que seguíamos haciendo en Santiago. Teníamos, como se suele decir, un fisio de mano en el que confiamos plenamente y no queríamos cambiar. Sin embargo, llega un momento en que por falta de tiempo debido a las obligaciones diarias, decidimos probar por esas  buenas referencias del boca a boca.
Unos problemas de espalda en el caso de mujer y un esguince de grado 3 con sus consecuencias musculares por la inactividad y la mala solicitación en el empleo del pie en el caso de mi hijo, dieron por buena toda aquella información de oídas que nos había llegado. Si me preguntaran ahora, sí podría calificar y defender como excelente la labor de Jaime porque, como anteriormente decía, sé de lo que hablo y lo he visto. Cuando digo que sé, no es porque sepa mucho de fisioterapia, sino que mi experiencia en lesiones (herencia de deportista cabezón) y en trato con fisios es amplia. Y una vez he visto la manera de trabajar que tiene, puedo afirmar con rotundidad que nunca nadie me ha sorprendido tanto y me he marchado de la clínica con tal sensación de estar en buenas manos como con él. La explicación para mí vuelve a ser sencilla: confianza.

Cuando la persona que trata es un menor, los padres firmamos un consentimiento y en ocasiones estamos durante las sesiones. Mientras hace "magia" con las manos, lo hace también con sus amplios conocimientos, bajando al nivel de los tuyos y explicándote todo lo que va haciendo con ejemplos claros a través de los cuales entiendes todo: te pasa esto, te pasa por esto, por culpa de esto tienes esta parte cargada, vamos a hacer esto para esto, lo que pretendemos es estimular tal parte, mañana vas a tener sensación de tal cosa pero vas a notar mejoría... luego, en algún momento te suelta: "...no sé si me entiendes que me explico muy mal..." jejeje, para lo mal que te explicas creo que lo he entendido bastante bien. 
Algo que me ha gustado mucho de Jaime es que, como buen deportista que es, antepone siempre el deportista al deporte (parece de perogrullo pero con las exigencias del deporte hoy en día es algo díficil de ver) y muestra un respeto absoluto por la lesión, yendo paso a paso, respetando los tiempos de curación en función del deporte que practiques. Hace que te comprometas en la rehabilitación tanto como él y adoptes hábitos beneficiosos, hace que inviertas en tu salud futura.

En una entrada reciente decía, que cuando alguien me sorprende en el ejercicio de sus funciones, intento liarlo para que venga a dar una charla al cole. La predisposición de Jaime fue total desde el primer momento y hoy está aquí por su trabajo, el cual habla por él. Y lo hace muy bien.

Después de este rato que llevamos conversando, seguro que os habéis hecho una idea aproximada sobre Jaime y podríais decir que más o menos lo conocéis. Bueno, ahondemos un poco más. Os avanzo que esta parte es mi preferida.

No sé si con esto rompo la confidencialidad fisio-paciente. Espero que no porque el paciente era mi hijo. Durante las sesiones, mientras Jaime va picando piedra con el martillo en el gemelo de mi hijo (verídico totalmente. Hay una herramienta que se llama así y el gemelo estaba tan duro que calificarlo como piedra no es descabellado) hablamos y nos vamos contando batallitas. Ambos somos deportistas, de los que practican y no saben estar parados, lo que deriva en lesiones aquí y allá con la consiguiente visita al fisio para que nos arregle. Quizá los inicios de su carrera laboral sean estos. Me cuenta Jaime que sus inicios en el deporte fueron con la bicicleta, que es lo que realmente le apasiona. Que la cosa marchaba bien pero un mal día tuvo un accidente importante siendo muy joven todavía. A raíz de eso, en casa lo de la bici ya no se ve tan bien y comienza a correr. No se le tuvo que dar mal porque consigue una beca de atletismo en la UCAM. Compaginar estudios y deporte debe ser el sueño de muchos y él lo había conseguido. En este punto salen en la conversación dos nombres: Kevin López y David Bustos, coetáneos en el tiempo y en las pistas con Jaime. Si antes de eso, ya tenía mi atención captada, para un atleta como yo oír esos nombres es hacer saltar la imaginación a donde las piernas ya no pueden llevarme y enfilar la recta de meta de un 1500 a 2´30´´ el mil (como Reguilón el del Sevilla en la cinta, vamos).
En ese momento Jaime se lesiona. Aquí la UCAM, de alguna manera la pifia, porque no recoge en la anamnesis deportiva que había empezado con el ciclismo y que además era muy bueno. Al no poder correr, le dicen de hacer bicicleta para no perder demasiado la forma durante la recuperación... segundo fallo. Los que hacemos bici en Noia por deporte y afición, tenemos también nuestro trabajo. Cuando alguno tiene ganas de guerra y vemos que anda fino le soltamos la coña de: "eh!!, ¿tú entrenas o trabajas?"
Jaime se recuperó, y la forma no debió de perderla demasiado porque la grupeta de ciclistas de Murcia con quienes salía a hacer la rehabilitación, ya con la mosca detrás de la oreja, debieron preguntarle: "pero... ¿tú no eras atleta?" Aquí la UCAM sí demostró estar rápida de reflejos, proponiéndole seguir con sus estudios pero modificando la beca de atletismo a una de ciclismo. Sería el primer niño que dice que no a un caramelo de su sabor preferido. De ahí a profesional en Italia. 

Perdimos un atleta pero ganamos un Fisioterapeuta fantástico. El deportista siempre estuvo ahí, y fue el deporte el que le brindó la oportunidad de orientar su vida. Jaime "sólo" puso el esfuerzo necesario. 





jueves, 9 de abril de 2020

HÉROES

Julio Zanfaño Ongil 2020

A la vista está que sobran las palabras. Julio ha sabido, con su ARTE, transmitir ese sentimiento colectivo de la sociedad en general hacia el estamento de los Sanitarios. Digo Arte porque, dibujar es lo que malamente puedo hacer yo, lo que Julio plasma con su buen hacer, evidentemente, es otra cosa. 

Recordáis aquello de Tengo un Amigo de Inef... Julio Zanfaño Ongil, si en lugar de en Inef hubiéramos estado en la mili, sería Guadalajara. Con Julio siempre me asaltó una duda; si era un dibujante al que le gusta la Educación Física o, si por el contrario, era un profesor de Educación Física al que le gusta el arte de dibujar. Con el tiempo, he llegado a la conclusión que si se tratara de un examen tipo test la opción válida sería la c: ambas son correctas.

Ayer, cuando nos envió el cómic, nos dijo que llevaba unos días trabajando en "un pequeño aporte para los Sanitarios", para esos Héroes que sólo quieren que les consideren profesionales. Julio, no hace mucho yo escribía, y lo mantengo, que no se merecen premios por llevar a cabo tu trabajo, que es un derecho y una obligación realizarlo con responsabilidad y diligencia de la mejor manera posible. Esa Responsabilidad hoy, podemos llamarla también Heroicidad. Así que sí, H-É-R-O-E-S, con todas las letras. Lo has captado perfectamente.

Con el permiso de Julio, me gustaría ampliar este "pequeño aporte" a las Fuerzas de Seguridad, a la Policía Nacional, a uno en concreto, también de Inef y también mi amigo. Elivio... hoy, tú también eres mi HÉROE!

Julio Zanfaño Ongil 2020




domingo, 5 de abril de 2020

¿DEPORTISTA PROFESIONAL?. SIEMPRE

Llevamos ya casi tres semanas de encierro y, casi desde el primer día, se oía a muchos profesionales del deporte que por la naturaleza de su trabajo tenían que salir a desarrollarlo en los lugares habituales llámense piscinas, carreteras, pistas de atletismo... Muchos de ellos esgrimían como motivo principal la celebración de las Olimpíadas de Tokyo y que no iban a llegar en su mejor forma, que cada semana que no entrenaban en condiciones perdían un tanto por ciento enorme de masa muscular, forma física y sensaciones. Muy cierto también, que en el deporte dependes de unos resultados para la concesión de becas. Con las becas, o rindes o no cobras. Es un criterio objetivo a más no poder y, lo he dicho muchas veces y no me cansaré de repetirlo, no puedes estar en forma siempre, no hay cuerpo que aguante físicamente el esfuerzo año tras año, ni mente que no se venga abajo con la ansiedad de ver que quizás no llegues a los objetivos planteados y entonces no cobras. Y si no cobras, no puedes dedicarte a esto porque exige una dedicación casi absoluta. Con el tema de los patrocinadores personales pasa algo parecido pero estos miran más allá del resultado, buscan asociar su marca con un ganador en un sentido más amplio de la palabra, buscan valores y principios que transmitir a sus usuarios. En ese caso la relación es por varios años con lo que tienes cierta flexibilidad para organizar tu vida deportiva del mejor modo. Ganas en tranquilidad relativa. La exigencia de un resultado siempre está ahí. 

Me viene al pensamiento el caso particular de Mireia Belmonte, mi admirada Mireia. No es por personalizar pero es un caso ciertamente muy explicativo de la situación que vivimos. La natación, más que otras modalidades, es un deporte de sensaciones, necesitas "sentir" el agua. Necesitas sentir como entra la mano, como agarra, como empuja. Necesitas sentir que deslizas, no basta con estar fuerte si no encuentras la manera de aplicar esa fuerza en el agua. Y para sentir el agua... hay que nadar.
Comprendo a todos aquellos que oía quejarse los primeros días de encierro, de verdad que los comprendo. Muchos han ido apaciguando su discurso y creo que no es por aceptar el entrenar o no, sino porque han visto que la situación es lo suficientemente grave como para estarse callados y aunar esfuerzos en pos del bien común que es lo que ahora hay que hacer. Decía que comprendo esas quejas pero no las comparto por dos razones: la situación excepcional en que nos encontramos donde lo primero es la salud (espero que los que mandan, y pagan, comprendan después la situación en que se van a encontrar muchos deportistas) y, que a muchos de ellos les he oído decir en alguna ocasión que en lo que hay que centrarse es en lo que está en tus manos porque lo demás no depende de ti y no lo puedes controlar (me viene a la memoria, mi también admirado, Dani Pedrosa).

En mi opinión, que cuenta muy poco, esta situación diferente requiere de un entrenamiento diferente, adaptado a la especialidad deportiva de cada uno (entrenamiento transversal también. Coger lo que me pueda servir de otros deportes y aplicarlo) y a las limitaciones que tengamos del tipo que sean (material, espacial). A partir de ahí, sácale todo el provecho que puedas porque eso sí está en tu mano!!! 
Que vamos a perder sensaciones por el encierro, sí. Que vamos a perder tono muscular, sí. Adaptaciones específicas, sí. Que los entrenamientos tienen que reproducir lo más posible la competición, también pero ahora no se puede. Que vamos a coger unos kilitos, sí... pero no necesariamente tiene por que ser malo. Vamos a pensar que las pérdidas van a venir como consecuencia de una modificación en el tipo de ejercicios y de una bajada de volumen e intensidad, que además en estos momentos es necesaria porque de nada vale machacarse con la incertidumbre en la que vivimos. Podemos programarlo como un micro/macrociclo de descarga adicional obligado por las circunstancias contra las que no se puede luchar porque no podemos controlarlas, pero si podemos actuar contra ellas con los medios a nuestro alcance.

Lo malo no es entrenar menos o de manera diferente. Lo verdaderamente malo, nefasto diría yo, es estar pensando todo el día en lo que pierdes y no centrar tu atención en todo aquello que dejas de perder, para que cuando volvamos a nuestra rutina habitual todo vaya un poquito más rápido pero sin acelerar demasiado. Incremento progresivo de la carga que se llama. Si habláramos con Greg Popovich (entrenador de los Spurs de San Antonio) nos diría incluso que volviéramos a los orígenes, a lo básico, a los fundamentos. Nada de hablar de cuantos partidos vamos a ganar, sino de lo que vamos a hacer para poder ganarlos. Si estás orgulloso de lo que haces cada día y eres capaz de ver más allá de lo inmediato, los éxitos llegan aunque no los busques directamente. Con las sensaciones pasa lo mismo, lo veremos más adelante.



Los profesionales trabajan al límite de la resistencia de su cuerpo. Todo son parámetros medidos de % grasa corporal, % masa muscular, vatios de potencia, pulsaciones... Los kilos que ganemos ahora o las desadaptaciones que tengamos pueden darnos ese plus de energía más adelante que nos permitan exprimir un poco más el rendimiento. Mark Allen dice que la forma física no es una imagen sino una sensación. En sus primeras participaciones en Hawai llegaba muy fino, daba la imagen de estar en forma y él así lo pensaba pero no conseguía acabar. Rebajó sus entrenamientos y llegó no tan fino pero si mucho más fuerte, con sensaciones... ganó en 6 ocasiones. Yo, con mi edad y mi experiencia, estoy entendiendo ahora la importancia del descanso. Sigo haciendo deporte, más que antes cuando competía si cabe, pero ya no  me exijo tanto en el sentido de que no soy tan estricto en perderme una sesión o no. Aún así, no me gusta estar parado. Pero, cuando paso tres días sin hacer "nada" por la circunstancia que sea, aunque en la cabeza tenga el runrun ese de: "llevo tres días sin rascarla, me voy a encontar mal", he de reconocer que me sorprendo a mí mismo sintiendo como el descanso sí es necesario y beneficioso.

Con esto del virus de las narices, he leído que algunos pros se montan piscinas contracorriente en casa, otros que receban el pozo de sus abuelos en la aldea y con unas gomas que se atan a la cintura se ponen a nadar con resistencia... venga ya!!!, la vida nos ha dado un momento de pausa que no teníamos previsto, una pausa que muchos demandan porque la vida del deportista de élite es muy estresante, no hay competiciones en el horizonte cercano (¡¡¡como han tardado en suspender los Juegos de Tokyo!!!) y la vuelta a la rutina deberá ser gradual. Con todo ello, los propios deportistas siguen ansiosos por no perder la forma y buscan soluciones inverosímiles para ello. Es momento, señores, de estar sano física y mentalmente. La ansiedad es mala compañera de viaje. En ocasiones puedo estar un mes sin rodar en bici, y cuando vuelvo a montarme, tengo la sensación de que el sillín me lo han movido, las calas no están en su posición, la potencia necesito una más corta que voy muy tumbado y me duele el cuello... en 4 o 5 días, me sorprendo diciéndome a mí mismo: caray!!! que bien voy hoy, acoplado, cómodo... las sensaciones vuelven pronto. Físicamente me falta, pero todo se andará.


Hoy he visto la película "Las ventajas de ser un marginado". Os la recomiendo absolutamente. Cuando te apartan a un lado, la lección positiva es que puedes ver las cosas desde otra perspectiva, observas con  más detenimiento, te muestras a los demás como realmente eres y por ello te reconocerán. En estos momentos la vida, de alguna manera nos ha marginado, nos ha arrinconado y apartado de nuestro camino habitual. Pero no nos ha noqueado y podemos reaccionar, al igual que en un accidente para evaluar el nivel de consciencia, tenemos que ver, oír y sentir que seguimos vivos y más fuertes que nunca. Pulsa el botón de Reset, escucha a tu cuerpo y aprende. Nuestro mayor miedo no es la situación en que nos encontramos, sino la manera en que vamos a salir de ella. Eso no tenemos que aprenderlo porque es parte de nuestro ADN de deportistas y lo tenemos interiorizado; con la misma actitud, humildad, disciplina, perseverancia, compromiso, concentración... siendo un ejemplo para los demás, siendo un "profesional" siempre. Los buenos deportistas se inspiran a sí mismos, los grandes deportistas inspiran a otros.


Un amigo me decía no hace mucho, que me dejo llevar por las emociones. Yo quiero pensar que hablo de lo que sé, de lo que veo y, de lo que me cuentan, puedo hablar pero siempre sin asegurar  que sea cierto. Pero sí, hoy he escrito con el corazón porque el deporte es la característica que más y mejor me define. El deporte y todos sus valores entre los cuales no está el egoísmo individual que ha movido a estos deportistas de élite a actuar de manera equivocada con sus quejas. Por eso tenía que contarlo, es mi opinión y, como dije antes, cuenta muy poco.

Para finalizar no podía faltar una referencia musical, esta vez de mis también admirados Miguel Ríos  y Manolo García. Si extrapolamos a la situación que nos ocupa, el discurso inicial de Miguel Ríos y la canción en sí, son perfectos para despertar conciencias. Si quieres cambiar el mundo, sé ese cambio que quieres ver.