lunes, 28 de diciembre de 2020

DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE CORRER

Seguro que muchos os habréis dado cuenta que el título de la entrada coincide con el de un libro de un conocido escritor, Haruki Murakami. La verdad es que no se me ocurría mejor manera de resumir aquello de lo que quiero hablar aquí y que, sin ninguna duda, es el mejor deporte del mundo. 

Murakami cuenta como su interés por correr se convirtió con el tiempo en una actitud vital y describe, con diferentes anécdotas, la influencia que este deporte ha ejercido en su vida y en su obra. Aurora Pérez, gran atleta y escritora de una columna en la desaparecida revista Runners World que lleva por título "La Vida a Zancadas" dice: "corriendo aprendí que pese a quedar sin aliento no se escapaba mi vida sino que, más bien al contrario, cobraba mayor valor"

Bien, correr como deporte, entendiendo deporte como una actividad reglada y con fines competitivos, ya no es algo que me interese como practicante, y si me apuras tampoco demasiado como espectador. Digamos que ya no me interesa tanto el deporte que hagan los demás y que lo importante es el deporte que pueda hacer yo, entendiendo ese deporte, en este caso correr, como un juego que me mantiene alerta, despierto, feliz, vivo... Sin embargo, no renuncio para nada a esa parte competitiva que tanto me ha dado en el pasado pero, como bien dice Fito: "lo que me llevará al final serán mis pasos, no el camino..." y el camino ahora es otro. Y sí, desde luego que compito, conmigo mismo cuando las sensaciones acompañan porque, como canta María Dolores Pradera en "Amanecí en tus brazos", "han pasado los años pero el tiempo no ha logrado que pase lo nuestro"

Cuenta Aurora Pérez en una entrevista que una idea, una frase o en ocasiones tan solo una palabra es lo que necesita para dar forma a un artículo, cosa que a veces hace mientras disfruta de un trote. En mi caso, que ni por asomo me considero escritor y de serlo sería mediofondista, la palabra correr es la clave que me anima a contar lo que para mí significa, y me repito, el mejor deporte del mundo. Al igual que Aurora le vamos dando forma a la carrera, no con prisa sino corriendo. Y como Murakami, echaremos mano de anécdotas pasadas y presentes.

Correr para mí es de esas cosas que, cuando algo te gusta mucho, el mucho te sabe a poco e intentas que nada te impida disfrutar de ello. Aquello que cuando estás... raro, y te preguntan qué te pasa, mientes como un bellaco diciendo que nada porque sabes perfectamente el motivo... no has podido salir a correr.

He contado ya alguna vez que Iván Raña dice que la mejor salida en bicicleta es aquella en la que no tienes prisa por volver a casa. Cuanta razón tiene... esos días en que sales a correr sin reloj, sin prisa, dejándote llevar por el camino, por el ritmo, disfrutando de ambos, percibiendo detalles que a pesar de haber pasado por allí otras veces no habías sido capaz de discernir. Hay días en que miro la hora cuando salgo de casa y vuelvo a mirarla al regresar. Esos son los mejores y son todos diferentes porque de alguna manera improvisas al liberarte de las ataduras del tiempo. 

Correr es eso que, en estos tiempos de pandemia, puedes hacer tú solo y no por ello dejas de disfrutarlo. Es una actividad para la cual cualquier momento es bueno (aunque tus biorritmos te digan que mejor por la tarde) durante la cual tienes tiempo de pensar en tus cosas... a no ser que sea miércoles, día de series largas, y en lo único que eres capaz de pensar es en que por favor se acaben ya.

Cuando hablo de correr hablo de sentirme satisfecho todas y cada de las veces que me calzo las zapatillas. Dice Carlos David Prieto, entrenador de Javier Gómez Noya, que Javi es el mejor también cuando las ganas no animan a salir; cuando hace frío, cuando llueve, cuando el cuerpo te dice que mejor hoy no... esos días en que una vez consigues levantarte del sofá y estás a ello durante los primeros minutos, que con los años cada vez son más, te preguntas: ¿qué car--- hago yo aquí? La respuesta la obtienes al llegar a casa. La sonrisa que se dibuja en tu cara es visible a lo lejos y tu mujer al verla te pregunta, ¿qué, hoy bien no? Pues sí, hoy bien. 

Yo no soy de salir a correr con música pero hay ocasiones en que una canción se te mete dentro y vas canturreándola en la cabeza durante todo el trote. Hoy en día hacen playlist para todo; para salir a correr, para el gimnasio... las redes sociales están en auge. Fijaos que correr es casi gratis; unas zapatillas, un pantalón corto y, si tienes Instagram, ya no te hace falta ni camiseta...

Cuando hablo de correr hablo de conocer sitios, y no me refiero solo al nombre del lugar al que te desplazas para competir, de vacaciones o por trabajo, sino a identificar las ciudades y pueblos a través de los caminos y senderos por los que corres. Hablo de conocer gente nueva y maravillosa... y no tan maravillosa, que de todo se aprende.

Hablo de dejarte olvidadas tus zapatillas favoritas bajo la cama de un hotel de Barcelona de camino al centro de alto rendimiento de Font Romeu, y no darte cuenta hasta que quieres volver a calzártelas. Unas zapatillas con, como diría Pepe, unas lonchas de jamón como suela (vaya voladoras aquellas). Los watios, que ahora si no mides las cosas en watios pareces tonto, estaban producidos directamente por el empuje de las piernas contra el suelo. Ahora la peña te mira a los pies, y como no lleves placa de carbono en las zapas ya no entras en la pomada: "Bah, no lleva carbono. A este le gano fácil..." ¿Seguimos hablando de correr no? Cálzate unas zapatillas que se adapten bien a tus pies y tira millas, ¡que si no se entrena no se anda macho!

Cuando hablo de correr hablo de hacer series de 600 a 1´48´´ a 1.800 metros de altitud cuando lo normal era hacerlas a 1´30´´/1´35´´ sobrado... vaya pesadez de piernas y agónica respiración, anaeróbico total. Esos primeros días a tanta altitud son el precio a pagar para, una vez bajas al nivel del mar, volar sobre la pista de atletismo y ganar un Campeonato de España de obstáculos corriendo por la calle 3 para que no te molesten, sabedor de que la preparación ha sido buena y no importa cómo estén los demás, habiendo quedado 4º en la semifinal a 50 metros del primero porque pasaban cuatro. Y es que tan importante como correr es saber cuándo hay que hacerlo.

Correr es pasar la línea de meta e irte directo a celebrar la victoria con tu entrenador, que para entonces es mucho más que eso,  porque aunque corres tú hay un equipo detrás que comparte ilusiones, esfuerzos y sacrificios. Incluso el más individual de los deportes se hace en equipo.

Cuando hablo de correr hablo de hacer series de 1.000 a 2´40´´ pelados en esa maravillosa pista azul del Inef Galicia con el gran José Ramón Rey, "Jota", tirando yo el primer 500 y obligándome él a aguantar en el segundo. O un 8´+6´+4´+2´ con Jota y Andrés Díaz a pesar de que a ti no te tocaba ese entrenamiento, pero claro, ¿quién dice no a compartir una sesión con dos monstruos de la carrera? 

Correr es meterte en un tren y llegar a tu destino 20 horas más tarde para pasar 10 días (de tus vacaciones de Semana Santa) haciendo doble sesión compartiendo el esfuerzo con compañeros que te animan y te apuran a ser un poquito mejor. Y claro, luego súmale las 20 horas de vuelta aunque, con el cansancio que llevas en el cuerpo lo único que aciertas a decir al llegar a Santiago es: "caray, ¿ya estamos?"

Campeonato de España de Campo a Través. Selección Gallega Cadete. Oviedo 88?

Cuando llegas a cierto nivel en el desempeño de tu actividad en ocasiones tienes que dejar tu lugar de residencia para seguir progresando. Yo tuve la enorme fortuna de coincidir en el tiempo con una gran generación de atletas. Tenía a los rivales, y sobre todo amigos, en casa. Cuando tenía 12 años y llevaba menos de uno con el tema de correr, Toño y César eran el espejo en el que verse reflejado, eran lo que tú querías llegar a ser. La primera vez que fui como ellos fue en una serie de 2.000 que conseguí aguantarles. Año 86, alameda de Noia, 6´26´´, miércoles de series. Sólo era correr. No hay hoy en día Instagram que se precie capaz de reflejar la felicidad absoluta que sentí ese día. Y solo fue uno de tantos.


De un tiempo a esta parte se ha mejorado mucho en todos los aspectos del entrenamiento visible y también del invisible, llámese descanso y nutrición. En cuanto al tema de la alimentación la gente está abandonando los carbohidratos simples como la pasta y el arroz. Cuando leo artículos relacionados con el tema de los carbohidratos pienso que, como en otras cosas, lo que funciona no hay porque cambiarlo, y me viene a la memoria aquel arroz con salchichas pre-competición que me hacía mi madre y al que me era imposible decir que no. Energía de la buena hecha con cariño ¡Vaya si funcionaba!

Correr es, después de 36 años de haber empezado a hacerlo, seguir teniendo a Sebastian Coe como referencia de estilo, elegancia y técnica a la hora de llevar una pierna tras otra a la máxima velocidad.

Sebastian Coe ganando el 1.500 en Moscú 1980

No voy a esconder ahora mi admiración por Kilian Jornet. Aunque haya retos que no acierte a entender el por qué de su realización, como el último en el que tuvo que retirarse de correr durante 24 horas en una pista de atletismo, comparto plenamente la pasión que siente por correr: "corremos porque nos proporciona emociones y sensaciones que no se encuentran en ningún otro sitio. No debemos buscar el por qué de correr. No hay un por qué. Si te gusta, hazlo" Tiene razón, a veces cuando algo te gusta mucho no aciertas a explicar el por qué, simplemente sabes que te gusta y ya está, con eso es suficiente. Son tantas las razones y motivos que no sabrías por donde empezar y lo único que puedes hacer es dar rienda suelta a tu pasión.  

Correr es hacerte un trail con los amigos por el mero placer de disfrutar; de las vistas, de los avituallamientos, de la compañía y la conversación... del camino. Dice Charli, que aunque viene del balonmano de deporte sabe un rato largo, que para que unos ganen tiene que haber otros que pierdan. Bueno, no lo dice así exactamente pero el caso es que en esta carrera "perdimos" por, ahí está la prueba, pararnos a hacer una foto, jejeje.


Trail de Muros. Precioso.

Correr es que la llama siga viva con el paso del tiempo. Que te digan que la hija de un compañero compite mañana en la misma prueba de 400 que una de las mejores corredoras de 800 que ha tenido este país, superatleta compañera nuestra en aquellos maravillosos años, es la prueba que demuestra que el ejemplo cala en las nuevas generaciones si las no tan nuevas mostramos el camino a seguir. Pili, dales caña que la experiencia es un grado y si te animas con un 400 eso quiere decir que además de la llama también hay chispa ¡¡¡A por ellas!!!

Cuando hablo de correr hablo de ver correr a mi hijo. Fácil, fluido, zancada larga, parece que no se cansa. Sabes que lleva un atleta dentro porque lo sabes, porque se ve y porque a ti te encantaría, pero... le da por el baloncesto. Luego, cuando lo ves jugar con el balón naranja en las manos y su cara refleja todas aquellas sensaciones y emociones que correr te aporta a ti, lo único que aciertas a decir es... ¡¡perfecto!! 

Dice Manolo García en una de sus canciones que no tiene sentido añorar lo que nunca sucedió. Yo cambiaría la última parte y diría que no tiene sentido añorar lo que nunca se ha ido. Hay personas que añoran el pasado, que buscan un futuro donde todo sea como antes y se olvidan con ello del presente, que es donde de verdad hay que pisar firme y mostrarse tal como somos. Yo sigo siendo la misma persona que era hace años cuando empecé a correr. El sentimiento quizás ya no se muestre de la misma manera porque el tiempo pasa, pero la esencia es la misma de siempre y correr es para mí emoción, compromiso, ilusión, sentimiento y actitud que dan sentido a la vida. 


BIENVENIDOS AL MEJOR DEPORTE DEL MUNDO... MUNDIAL


sábado, 14 de noviembre de 2020

"NADA APRENDEMOS. NO HAY FUTURO"

 "Nada aprendemos. Non hai futuro" Página 30 del libro "Silencio" de Agustín Agra. 

En la presentación del libro, luego de una acertada y divertidísima introducción de Antonio Piñeiro, Agustín comenzaba su intervención con una cita de Euclides de Alexandría, "lo que es afirmado sin prueba puede ser negado sin prueba" Y la terminaba diciendo más o menos lo siguiente, "si me vas a criticar, hazlo, pero con fundamentos en los que basarte" Que nos leyéramos el libro, vamos.

Bien, después de haberlo hecho he de admitir que, aunque quisiera, non hai por onde collerche! Bo traballo!

Esas simples cinco palabras de la página 30 me han servido como fuente de inspiración e impulso para esta entrada, para cuestionarlas a pesar de estar de acuerdo porque lamentablemente, pruebas rotundas de que nada aprendemos, las hay. Sin embargo, haciendo enorme gala del carácter positivo, que no optimista de Sofía, creo que podemos atisbar una pequeña y tenue luz al final del túnel que alumbre un poco de conocimiento, de esperanza, de responsabilidad, de ilusión... de futuro.

En la presentación del libro, Antonio Piñeiro decía estar cansado de ese tipo de literatura plana, esa narrativa donde, desde la introducción, ya adivinas por donde van a ir los tiros y hace que pierdas el interés por la lectura. Calificaba "Silencio" como algo distinto, como un soplo de aire fresco, "unha boa lectura a carón do mar en verán ou a carón do lume en inverno" Comparaba ese tipo de literatura, que poco tiene que ofrecer, con la música machacona de estribillos repetitivos y poco elaborados que nos asola a diario.

En esta ocasión, han sido las palabras de este libro y lo vivido en su presentación, lo que me ha hecho reflexionar y buscar pruebas sobre si se puede aprender. Como siempre, recuerdo que hablo por lo que sé, desde la experiencia y por las experiencias que voy acumulando. 

En casa tratamos siempre de esforzarnos por hacer lo correcto y con la educación, más si cabe. Tratamos de transmitir las cosas como son y también aportar lo que nos gusta, lo que lleva implícito aquello que no. Hemos tratado de orientar, que no adoctrinar, a nuestro hijo, para que recorra su propio camino y adquiera ese carácter diferenciador que aporte bagaje, riqueza, a su vida. En alusión al tema de la música, en casa hemos tratado de mantenernos alejados de ciertos géneros y tipos de música por no considerarlos precisamente eso... música, y porque el mensaje que pudieran transmitir no nos parecía correcto. Que quede claro que mi intención no es menospreciar ningún género de música. Simplemente hay tipos que, a mí personalmente, me aportan más. Más allá de eso, escuchamos de todo y de todo se aprende. La prueba es que, este verano nuestro hijo, con 13 años, se compraba el libro: "El pequeño libro de la Black Music"


Tiempo más tarde, compartía con nosotros a través de Whatsapp (haciendo buen uso de las redes sociales y "nuevas" tecnologías) una lista de reproducción de Spotify que titulaba de esa manera: "Black Music" B.B.King, Taj Mahal, Muddy Waters, James Brown, Otis Redding, Ray Charles, Gloria Gaynor, Etta James, Aretha... pedazo de playlist!!! A propósito de la música negra, esto me lleva a lo del Black or White (no el de Michael Jackson) tan de actualidad siempre, desgraciadamente, del cual hablaremos un poco más adelante.

Varios días a la semana nos desplazamos a Santiago para entrenar a baloncesto y durante el viaje escuchamos música de todo tipo: ACDC, Queen, Bob Dylan, Springsteen, Boston, U2, Fito y Fitipaldis, Creedence Clearwater Revival, Police, Kiss, Dire Straits, Pink Floyd, Van Morrison, Janis Joplin, MClan, Seguridad Social... playlist que hemos ido confeccionando con el tiempo. Este último viernes sonaba Guns N´Roses con November Rain que pertenece al álbum Use your Ilusion I. Después empezó a sonar Manolo García con Nunca el tiempo es perdido, canción que dice así:

"Nunca el tiempo es perdido
tan solo un recodo más
en nuestra ilusión 
ávida de olvido
Nunca el tiempo es perdido
tan solo un recodo más
en nuestra ilusión 
ávida de cariño"

Creo que la ilusión a la que hace referencia es vital mantenerla para aprender y para no dar por perdido este tiempo de pandemia. Yo he aprendido muchísimo de la música que le gusta a mi hijo y quiero pensar que él ha aprendido inicialmente de la que nos gusta a nosotros porque el aprendizaje va en ambos sentidos, no puede ser de otra manera. Hablaba antes de la música negra, llamada así, evidentemente, porque está hecha por negros. Y cuando decimos negro parece que es algo malo, como de segunda categoría. Sin embargo ser negro no es bueno ni malo, es solo un color. La música y el deporte son de todos los colores, como la bandera arcoiris, lo que no quiere decir que sean gays o lesbianas, que también podría ser, en cuyo caso el problema no sería de ellos sino de los que no lo aceptan porque lo que importa es lo que llevas dentro y la manera que tengas de sacarlo, que seas buena persona desde el respeto, Respect que diría Aretha Franklin. Si escuchas tocar la guitarra a Gary Moore; irlandés de Belfast, blanco por supuesto, te costaría diferenciarlo de B.B.King. Y si se juntan, como en Since I met you baby, no ves un color, escuchas, sientes la música y disfrutas con ella

Mi hijo juega al basket. En su grupo de entrenamiento, reducido por las restricciones de la pandemia a 9 más el entrenador, hay dos negros. Más allá del color, lo que ve son dos tíos enormes que comparten su misma afición por el deporte, por su deporte. Sabe que con su ayuda y compromiso, con el compromiso de todos, crecerá como jugador y como persona. Y lo hará de la mejor manera posible; desde el respeto, disfrutando y esforzándose cada día por conseguirlo. 

Estos días hay un mallorquín que juega al tenis, Rafa Nadal creo que se llama, que ha hecho un anuncio para un banco. Dicen las malas lenguas que ha ganado no sé cuantas veces un torneo que se juega en París sobre tierra batida. Bueno, el caso es que mantiene una conversación con un chavalín que le dice que quiere ser como él. Rafa le dice que no, que tiene que ser el mismo, que debe proteger lo que le hace diferente, lo que le hace único. Gran lección. Si tienes la valentía de buscar tu propio camino, aunque sea apoyándote y dejándote guiar en los inicios, serás capaz de hacer grandes cosas, marcarás la diferencia con lo que ya hay establecido. Quién sabe, quizá algún día podría convertirse en una gran lectura junto al mar en verano o junto al fuego en invierno. 


Sí podemos aprender. Así quiero creerlo, aunque... Fijaos que importante es el deporte en todos los aspectos; mental, social, físico. No dejan, en estos tiempos de pandemia, de resaltar sus bondades. Hay una distancia de seguridad que aquellos que montamos en bicicleta tenemos interiorizada porque nos va la vida en ello, algunos incluso hemos probado lo que se siente cuando no se respeta y no es de buen gusto, os lo puedo asegurar. Es una medida de seguridad que lleva instaurada muchos años ya, 1,5 METROS de distancia para adelantar a un ciclista en carretera. Es un gesto de respeto y responsabilidad hacia el ciclista, que será el más perjudicado en caso de accidente, y un gesto de respeto y responsabilidad hacia ti mismo, conductor, que estarás haciendo lo correcto. Pues a veces, también os lo puedo asegurar, cuesta respetar esta distancia. Por eso no me extraña que, en esta sociedad que nos ha vuelto cómodos o directamente ...................... (autocompletar), no seamos capaces de mantener esa misma distancia en nuestras relaciones sociales; cuando nos han dicho por activa y por pasiva que es una medida válida junto con otras (también sencillas) que están en nuestra mano y no aplicamos siempre que debemos, esperando una vacuna que no sabemos cuando llegará ni si estará a disposición de todos. Es un simple gesto de respeto hacia los demás y hacia nosotros mismos que salva vidas. Pero quizás los demás no nos importen, o quizás tampoco nosotros seamos importantes. Creo, de verdad, que sí podemos aprender. 

Por cierto, la mejor solista española de todos los tiempos, sin ningún género de dudas, María Dolores Pradera. Me lo enseñó mi madre hace mucho tiempo.


martes, 29 de septiembre de 2020

MI VIDA ES SÓLO MÍA PERO EL FUTURO DEPENDE DE NOSOTROS


El 18 de septiembre, en el DOGA nº 190, se publicaba una modificación en las medidas de prevención necesarias para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Esta modificación viene dada por el necesario seguimiento de la evolución de la pandemia y la posterior adaptación a las cambiantes situaciones con las que nos vamos encontrando. Hasta aquí todo correcto, la pandemia evoluciona y nosotros con ella. El problema viene, a mi modo de ver, cuando queremos avanzar demasiado rápido en aspectos en los que no es estrictamente necesario y más cuando no hemos solucionado  antes  otras cuestiones prioritarias. 

La modificación a la que hacíamos referencia trata sobre la actividad deportiva federada de competencia autonómica, la cual puede realizarse de manera individual o colectiva, de acuerdo a los protocolos de cada federación deportiva. En ella se dice que, siempre que sea posible, deberá mantenerse la distancia de seguridad interpersonal. En cuanto al uso de la mascarilla, se aplicará lo recogido específicamente en el protocolo de la federación correspondiente. Sabéis por entradas anteriores que por razones familiares en mi casa se respira baloncesto por todos los rincones. El baloncesto, como tantos otros, es un deporte colectivo de contacto y de oposición y, en la modificación que nos ocupa, se recoge que: "en todo caso, en dicho protocolo deberá preverse que cuando la actividad deportiva suponga contacto físico entre las personas que la practican deberá utilizarse la mascarilla..." Dicha modificación se refiere a los entrenamientos y, el problema para mí, viene cuando la referencia afecta también a las competiciones.

Cuando antes decía que queremos avanzar demasiado rápido en esta, digamos desescalada, lo hacía pensando en todos aquellos chavales que todavía no han retomado la rutina de su actividad y, sin embargo, ya estamos pensando en competir. Competir no es prioritario, entrenar sí. Javier Gómez Noya renunció no hace mucho al Mundial de Triatlón de Hamburgo porque se lo habían sacado de la manga de la noche a la mañana, en una distancia que no correspondía y cuando era más que evidente que no todos iban a llegar en las mismas condiciones de disputar la carrera por razones ajenas a lo estrictamente deportivo. Pero no todos son Javier Gómez Noya ni tienen su valentía o sus galones (por algo le llaman Capitán, por ser referencia y persona con criterio), obtenidos con los años en la batalla deportiva, ganándose el derecho a expresar su opinión y a que esta sea tenida en cuenta. Pero se trata de deportistas profesionales y el show debe continuar, hay demasiados intereses económicos en juego. Yo creo que se confunden porque, el objetivo económico o del tipo que sea, el único objetivo posible en estos momentos, es parar los contagios para que la vida y la competición sean lo más parecidos posible a los que teníamos antes.

La modificación habla de toda actividad deportiva federada. Yo lo dejaría, de momento, en actividad física. Retomar la actividad física es lo primero e igual de primordial es hacerlo de manera segura por lo que, si hay que restringir en algo, que sea en el contacto. Por ello, la actividad física competitiva ha de esperar. La actividad física competitiva es la cúspide de la actividad y para llegar a ella hay que superar un proceso en el que no es aconsejable acortar los tiempos de aprendizaje. En ella se buscan los límites de la capacidad física y de las habilidades motrices, y no se pueden poner mascarillas a los límites.

La competición no es la razón de ser de las federaciones, sino que lo son su deporte y sus deportistas, velando por sus intereses y, por ende, por los de la propia federación. No hay federaciones si no existen deportistas a los que representar. El deporte puede vivir, de hecho lo hace, sin la competición, pero no al revés (miradme a mí. Ya no compito pero hago más deporte que nunca) Si no se entrena no se puede competir, si no se entrena no se adquieren hábitos ni conocimientos sobre el juego. Tenemos que intentar que la actividad diaria, donde los deportistas sacian su sed deportiva y de relación social, continúe en las mejores condiciones posibles para que ningún deportista abandone la práctica. Ahí sí que podemos exigirles un esfuerzo "similar" al de la competición con las restricciones necesarias de distancia y de compartir material, con las puertas del pabellón abiertas para ventilar, ejercitándose en espacios reducidos o box de trabajo que diría un entrenador amigo mío. Un esfuerzo individual, por muy colectivo que sea el deporte, que haga que el chaval mejore y se haga conocedor de sus capacidades y limitaciones para luego ponerlas, en el momento que la situación lo permita, al servicio del colectivo. 

Los chavales necesitan, en estos momentos, el deporte, no la competición. Necesitan abstraerse por unas horas, dos o tres días a la semana, de la pandemia, para poder sobrellevar el día a día que les va exigir mucho más que antes. Los entrenamientos se me antojan fundamentales y, es en ellos, donde más podemos acercarnos al modelo de competición, no en la competición en sí. No necesitan "chupar" banquillo sin poder dar rienda suelta a sus habilidades porque su capacidad física, coartada por una mascarilla, no se lo permita. 

El protocolo sanitario nace por exigencias de la situación. Los de las Federaciones y de los clubs por la obligación de dar una respuesta a las necesidades reales de sus deportistas. Pero la responsabilidad final recae en los de siempre cuando de categorías inferiores se trata, en los padres, que hemos de firmar una declaración de responsabilidad si queremos que la actividad, necesaria actividad, salga adelante. Y en última instancia en los chavales, en los deportistas, sin los cuales nada es posible y son la razón de que estemos aquí. Por eso el título de la entrada de hoy, "Mi vida es sólo mía pero el futuro depende de nosotros". Compartamos, sabedores de lo excepcional de la situación, la responsabilidad de sacar esto adelante, porque todos vamos en el mismo barco y la travesía va a ser larga. Aprovechando la referencia marinera, he oído decir al Capitán Gómez Noya que uno nunca se cansa de ganar, se cansa de perder. Llevamos ya más de seis meses perdidos agachando la cabeza. 

Voy a terminar citando nuevamente a Himar Ojeda, director deportivo del Alba Berlín donde Aíto García Reneses es el entrenador: "ganar es el objetivo final que todos tenemos, pero lo más importante es el compromiso que adquirimos todos para ganar. El compromiso de Aíto es ganar jugando bien, y que los jugadores se desarrollen y se diviertan, que aprendan y que los aficionados lo valoren, y eso es una filosofía fantástica" 

¿Qué, nos comprometemos ya?



lunes, 21 de septiembre de 2020

AGUSTÍN AGRA: CARÁCTER, PACIENCIA, SOIDADE... "SILENCIO"

Estabamos no cole o outro día medindo as clases e a distancia entre pupitres para adaptalas ao protocolo COVID e falando dos teléfonos fixos; que xa non se usan, que só chaman as persoas máis próximas como os pais ou os avós; que antes, se chamaban de noite, sabías que era algo importante... Agora, cos móbiles e as novas tecnoloxías, chaman a calquera hora do día ou da noite. Máis ben mándanse mensaxes e non paras de recibir notificacións de aplicacións e demais. No confinamento, isto acentuouse tanto coas mensaxes de actividades dos rapaces que tiven que silenciar o teléfono, co cal, se chamaban de noite por algo importante, non me ía decatar. Ao final, un medio de estar comunicado fai que non o esteas. O caso é que ese mesmo día pola noite, en realidade xa era o día seguinte, cando estaba a piques de meterme na cama, soa o teléfono e cando miro si que era importante. O anuncio da presentación do libro de Agustín, "Silencio"

Nestes tempos de novas tecnoloxías, o que antes se chamaban cualificativos agora son etiquetas. Porén, a min, persoalmente, non me gustan porque non se poden resumir nunha soa palabra aspectos que necesitan ser descritos máis amplamente para comprender a dimensión persoal e profesional dunha persoa. 

Se teño que explicar quen é Agustín para min, coido que o mellor xeito de empezar, porque o describe á perfección, é cunha anécdota que me aconteceu hai pouco tomando un café nunha terraza. Pasou Agustín paseando con présa de camiño ás súas tarefas pero, coma sempre, tivo ese momentiño de parar a preguntar que tal ía todo. Cando se afastou retomando o seu camiño, a propietaria do establecemento dirixiuse a min e díxome: "este rapaz é tan Boa Persoa...". E ten razón. Quizais sexa o trazo máis significativo que o poida describir. Eu creo que lle veu de serie porque todo o demais aprendeuno co tempo.

Unha das cousas que aprendeu cedo e que o guiaron na súa vida máis tarde foi ser deportista, corredor de fondo, o cal leva aparellado, en palabras de Clemente Alonso (triatleta de elite e médico): "os fondistas, en xeral, temos un Carácter especial, ou carácter a secas... ter carácter, determinación, agarrarse á posibilidade de seguir o teu camiño aínda que sexa pouco transitado, é unha forma sutil de liberdade, aquela na que non necesitamos seguir a corrente xeral ao ter un criterio propio, un xeito de actuar persoal e todas esas ferramentas que o deporte nos deu, todas esas ferramentas que traballamos...".


Fonte: Xaiño Méndez

Outra característica dos fondistas é a Paciencia que se necesita nos esforzos de longos alentos para esperar ao momento axeitado de botar as pernas a correr a full, ou de debullar unha idea ata o final sabendo que vas na dirección correcta. Ou pola contra, gardar forzas na carreira para darlle unha nova volta á idea orixinal, porque non nos convence o suficiente o posible resultado que poidamos acadar.

A Soidade. A mal chamada soidade do corredor de fondo porque nunca vas só, sempre vas contigo mesmo e co contorno. Son momentos de introspección nos que chegas a coñecerte mellor, dos que saen ideas e temos tempo para pensar nelas, para logo plasmalas no papel ao chegar á casa coa mente fresca polo satisfactorio e liberador esforzo. "Levo case 40 anos adestrando. Competín e compito. Saio a correr tres días á semana e vou ás carreiras populares. Iso si, só por divertirme e pasalo ben".

Agustín cun novo Javier Gómez Noya. Triatlón de Pontevedra 2004

Coido que o deporte lle deu as ferramentas necesarias, esas das que falaba Clemente, semellantes ás que se necesitan para ser escritor. Se a iso lle engades a súa paixón pola bioloxía, eses trotes polo monte San Lois, polo Iroite, pola Perouta ou esas andainas cando os xemelgos se queixan demasiado, dan como resultado esa temática da natureza que tan ben sabe trasladar aos seus libros. Dalle tempo, e non pensedes que vai amodo, a ver máis aló. Onde eu só vexo un camiño precioso para botar a correr, el é quen de ver máis aló e facérnolo ver aos demais a través da literatura.

Non hai moito, lía un artigo en La Voz de Galicia, na sección Orgullo Barbazano que leva por título: "Un profesor de biología en el universo de las letras" . A min gústame dicir, con moita honra, que me sinto orgulloso de contar: "¿sabes? Eu corría con ese que escribe."

Para rematar, que saibades que como corredor de fondo, como bo corredor de fondo (que de algo haberá que presumir) esta entrada xestouse nun trote de hora e media na preciosa soidade e o silencio dos camiños da Perouta, no que dar renda solta ás pernas e á imaxinación, que das palabras xa se encarga Agustín.


lunes, 24 de agosto de 2020

EMPEZAR DE NUEVO

El día después de publicar la última entrada, tras ver las noticias desayunando con mi mujer y ante las cifras que se barajan de nuevos contagios, aceptamos resignados que no podremos alcanzar la "normalidad" en una fecha próxima. El caso es que, zapeando, di con una de esas películas que no puedo pasar por alto porque despierta en mí sensaciones y emociones positivas tan necesarias en estos momentos. Me ayuda a pensar que todavía es posible, con ayuda de todos, revertir la situación en la que nos encontramos.

Fuente: Filmaffinity.

Hay películas que, por una u otra razón, no puedo dejar de ver. Películas que deben tener algo que decir, que transmiten y el mensaje llega: Cantando bajo la lluvia, El Hombre Tranquilo, Notthing Hill, Pretty Woman, Golpe de Efecto, Coach Carter, Descubriendo a Forrester, Titanes, hicieron historia, El hombre que susurraba a los caballos. La escena final de La boda de mi mejor amigo, con la canción "I say a little prayer" me parece fantástica (evidentemente, la versión de Aretha Franklin es inigualable) Cuando Julia Roberts renuncia a su plan maquiavélico de torpedear por amor la boda de su mejor amigo, cuando se siente sola y deprimida, descubre el verdadero valor de la amistad y sabe que la vida sigue y siempre habrá... baile.


Begin Again es, desde que la descubrí, una de esas películas que tampoco puedo dejar de ver. Me parece muy apropiada para la situación que vivimos porque habla de volver a la normalidad, de reconciliarse con la persona que habíamos sido y de retornar al camino correcto, camino del que nos habíamos apartado por diferentes circunstancias de la vida. Hay un término de nuevo cuño del que todos hablan, la nueva normalidad. La vida, como la habíamos vivido hasta ahora, ha cambiado y quizás ya no regrese. En realidad hay que, como reza el título de la película, Empezar de Nuevo. Si no das con la tecla adecuada, hay que empezar de nuevo.

Trailer en español

Begin Again es un canto a la amistad, amistad basada en el amor por la música y en mantenerse fiel a unos principios y leal a los amigos. Con los principios y valores hay que ser fiel, flexible quizás, pero fiel. Con los amigos y personas que nos importan hay que ser leal precisamente por eso, porque nos importan, y por ello no debemos tener temor a ir con la verdad por delante. Hay una cafetería a la que solemos ir donde, además del menú, escriben mensajes y frases en la pizarra. Una de estas últimas es: "hay tres cosas que no se pueden ocultar: el sol, la luna... y la verdad".
Begin Again habla de confianza, de creer en las personas, de mostrarnos tal cómo somos realmente y no cómo a los demás les gustaría, de segundas oportunidades, de dejarnos sorprender por lo que los demás tienen que ofrecer y no habíamos sido capaces de ver, de compartir... 

Las cosas más sencillas y banales se tornan las más importantes si las compartes

Begin Again es una película honesta, sincera y sencilla, donde los sonidos de la calle encuentran su lugar en la grabación de un disco sin artificios que engañen al que lo escucha. Honradez, honestidad, sinceridad... son palabras sinónimas que no esconden su significado pero que, sin embargo, algunos sectores de la sociedad se empeñan en ocultar simplemente por la dejadez voluntaria de su ejercicio.

Tengo un amigo cuya amistad perdura desde hace más de 30 años. Es una amistad forjada en la pista de atletismo, en el asfalto y en el barro de multitud de carreras y experiencias. En el esfuerzo, perseverancia, valentía y el conocimiento de lo duro y difícil, pero tremendamente satisfactorio, que es llegar arriba con la lección aprendida y la humildad del trabajo bien hecho. Me mandaba un audio de Whatsapp el otro día donde me calificaba de "señor", y he de reconocer que por las connotaciones y el contexto de la conversación, me encantó que lo hiciera. El audio era una Masterclass sobre récords del mundo, zapatillas, tecnología y entrenamiento. Empleó varias palabras para calificar la técnica de carrera correcta que se pueden equiparar a la honradez, honestidad y responsabilidad que necesitamos en nuestra conducta diaria en estos momentos: "limpio, fluido, fácil..." Y no, no es fácil llegar a correr de esa manera. Pero tampoco creo que sea tan difícil hacer las cosas bien. Por cierto, el secreto del paso de los obstáculos no es otro que entrenar con vallas del 110 que son 15 cm más altas después de pulir la técnica con las del 100 que son 19 cm más bajas. Esto entre tú y yo eh, no vayan a mejorar marcas que la Federación Gallega de Atletismo no acaba de reconocer después de llevar 6 años insistiendo.

A veces hay que mirar más allá de lo que tenemos delante y dejar volar la imaginación

En la entrada anterior decía que los mejores lo son porque se preparan para ello cada día, pero incluso estos, a lo único que pueden aspirar es a ser lo mejores que puedan. El resto de los mortales también podemos, debemos, aspirar a ello. Por eso mismo, la pregunta que debemos hacernos es si hemos sido todo lo buenos que podíamos. O quizás no haga falta porque, a la vista de la situación, la respuesta está clara. Como dirían Mulder y Scully, "la verdad esta ahí fuera" Y la verdad no miente ni se puede ocultar.


No hemos sido capaces de hacer las cosas bien y lo cierto es que, aunque todo el mundo merece una segunda oportunidad, si hay que explicar las cosas tantas veces (y está en nuestra mano hacerlo a la primera) entonces, ya no merece la pena.

Winston Churchill dijo que: "el precio de la grandeza es la responsabilidad", y Miguel Ríos en su canción Año 2000 vaticinaba de alguna manera lo que nos queda por vivir ¡¡¡Que poco hemos aprendido!!!

"Me hacen sentirme pequeño aquí
impotente y sin salvación
y sé que pensar en un orden nuestro
es utópico y de ciencia ficción.
Pero hay que cambiar el sistema
entramos en la cuenta atrás
si no ponemos remedio el ser humano nunca vencerá"

En Begin Again, uno de los productores que conoce la protagonista, rapea unas estrofas y termina las mismas con un: 

"Eres tan fuerte como tu próximo paso" 

En algunos ámbitos se habla ya de generaciones perdidas, "No a la generación perdida" Personalmente, no creo que se haya perdido ni podemos dejar, de ninguna manera, que lo haga. Son demasiado jóvenes para que la culpa sea suya, han heredado un problema que no les correspondía pero del cual tienen mucho que decir y hacer. Tan solo tienen que conocer cuál va a ser el próximo paso y comenzar a andar aprendiendo de los errores pasados, dejándose llevar por la emoción de lo que les apasiona y la seguridad de saber que es el camino correcto.

martes, 18 de agosto de 2020

CANTERA, ANSIEDAD DEPORTIVA Y COVID 19

Como siempre, vaya por delante que todo lo que escribo no es más que una opinión personal sobre temas que me preocupan y me hacen reflexionar. Puede que en esta ocasión la entrada me haya quedado un poco deslabazada en cuanto a hilar argumentos, aunque espero que las ideas principales hayan quedado lo suficientemente claras.

Hace un montón de tiempo, como siempre que aparece una idea sobre la que escribir, hice unos esbozos en papel que se quedaron sobre el escritorio, latentes, hasta que surgió el desencadenante que me animó, varios desencadenantes: una situación particular, un artículo sobre Aíto García Reneses en www.solobasket.com titulado: "La última lección del Maestro Aíto", la pandemia del Covid-19 con la ausencia de competiciones deportivas y un artículo de La Voz de Galicia sobre el fichaje de Antonio Pérez Caínzos por el Coosur Betis que lleva por título: "La Educación influye en como juegas"

Antonio Pérez Caínzos. Fuente: https://sportcoach.es/

Aíto García Reneses. Fuente: www.solobasket.com

Aquellos primeros esbozos versaban sobre el trabajo de cantera en los diferentes deportes y clubs, conversaciones con personas vinculadas al mundo del deporte donde expresábamos nuestras opiniones y pareceres sobre la cuestión, sobre cómo llegan los niños al deporte y sobre cómo no llegan más arriba en el deporte que escogen como suyo. Oyes decir a entrenadores y responsables de categorías inferiores que los clubs saben que la cantera es la opción más "barata" y más "eficaz" de sacar buenos jugadores para los primeros equipos, pero luego observas que la realidad es otra y la pregunta que te haces es para qué sirve la cantera y cómo puede ser que, después de tanto trabajo, no haya casi nadie lo suficientemente bueno para llegar arriba. Cierto que, como en todo, hay excepciones.

En esas charlas coincidimos en que, hoy en día, a los niños les falta mucha calle. Con ello quiero decir que se juega menos, hay niños a los que les cuesta correr, algunos parece que no saben, son muy descoordinados. Se hace mucho menos deporte y algunos de los que lo hacen van obligados, los exprimimos y luego ya no quieren saber nada. Por eso, si logramos que se interesen por el deporte, intentemos que se diviertan y no lo dejen prematuramente, motivémoslos. Antes jugábamos a un montón de cosas y eras bueno en diferentes actividades. Ahora no podemos hablar de especialización temprana pero casi, porque el niño escoge un deporte que cree que le puede gustar y acude con más o menos ganas que se pueden transformar en pasión por el juego si sabemos conducirlo por el camino correcto. Por el contrario, si lo "engordamos" pronto buscando objetivos inadecuados a la edad, capacidad y nivel de maduración del chaval, con los tiempos que corren; donde el número de chavales que practican deporte está en declive (excepto en el fútbol), donde el riesgo de obesidad es alto por los malos hábitos alimenticios, corremos el riesgo de que aborrezca la actividad y quizás las demás por extensión. Y si haces deporte es más fácil adquirir otros hábitos saludables que van asociados al cuidado y mantenimiento de la salud. Tenemos que intentar que permanezca dentro del abrigo que el deporte supone el mayor tiempo posible para que los beneficios sean duraderos y, si llega el momento en que la actividad los supera por exigencias de la propia actividad y no por ganas y motivación (todos tenemos un límite) tenemos que darles otra opción acorde a sus capacidades donde el chaval se sienta útil. 

Hay clubs que cumplen, por encima de otras muchas, una función social, compartir experiencias. Y otros donde la exigencia deportiva y de consecución de objetivos competitivos es mayor, pero no puede ser que si ya no me vales venga otro y listo. Esos clubs grandes, donde los medios disponibles son mayores y por ende las exigencias también, es donde la trayectoria deportiva de los chavales se ve más coartada, quizás porque desde edades tempranas, el objetivo de ganar partidos haya superado al de formar jugadores.

Hemos hablado anteriormente, en otras entradas, que la sociedad en la que vivimos demanda una inmediatez en la consecución de los objetivos, lo queremos todo para ayer porque corremos el riesgo de quedarnos atrás y que otros nos superen. No se mantienen los ritmos de aprendizaje de cada persona y no todos maduramos de la misma manera ni por los mismos medios. Hay entrenadores/formadores que lo quieren todo ya a su manera, no aprovechan ni desarrollan las virtudes de los jugadores, todas sus virtudes en función de cómo se desarrolle el juego en busca del supuesto bien común que podría ser ganar partidos. Aíto diría que: "Los títulos no son mi objetivo. Para disfrutar no hace falta ser campeón"

Con ello, hacemos que los jugadores solo quieran trabajar lo que ya hacen bien y no busquen mejorar en lo que sale regular, que al final es la razón de que vayas a entrenar todos los días... "si ya hago todo bien, ¿para qué ir a entrenar?" El motivo de que vaya entrenar es hacer que los días malos (que los hay siempre) sean cada vez menos y sepas antes de los partidos lo que puedes esperar de ti mismo y de tus compañeros porque os habéis preparado para ello. Los mejores no son los mejores porque lo demuestren el día de la competición, son los mejores porque se han preparado para ello y dan muestras en pequeños detalles cada día que acuden a entrenar para que las incertidumbres no existan y poder confiar plenamente en sus posibilidades y en sus capacidades. Yo, cuando corría y acudía a una competición, no estaba pensando en cómo saldría la carrera. No lo pensaba porque, excepto causa de fuerza mayor como una lesión o enfermedad, sabía cómo iba a salir porque me había preparado para ello y lo que pudiera hacer ya lo había hecho antes entrenando. No me importaba cómo estuvieran los demás ni las marcas que tuvieran, me importaba cómo estaba yo y saberme capaz de hacer lo que sabía, no necesitaba demostrar nada a nadie, ni siquiera a mí mismo porque ya lo había hecho antes. Y si las cosas no salían, sabías enseguida donde habías fallado. Es muy fácil ser el mejor un día en concreto, para eso casi no hace falta prepararse, basta con tener un buen día. Ser lo mejor que puedas cada día es mucho más complicado. Javier Gómez Noya o Mario Mola, por poner dos ejemplos, podrían explicártelo perfectamente.

Un jovencísimo Javier Gómez Noya en el Triatlón de Pontevedra

Ahora que no hay competiciones, apostemos por sacar buenos jugadores, "completos", jugadores que lleguen arriba. Ahora que no hay competiciones, y parece que no las habrá por bastante tiempo, centrémonos en lo que tenemos y no pensemos en cuándo vamos a poder tener lo que deseamos, pensemos en el ahora y saquemos partido a la manera reducida de entrenar que podemos llevar a cabo, hagamos que el objetivo final del trabajo de cantera, que no es otro que formar jugadores válidos en todos los aspectos posibles teniendo en cuenta toda la dimensión que abarca el deportista -personal y deportiva- se cumpla, dotemos a los jugadores de todos los medios posibles a su alcance; el bote, el tiro, el pase, el dribling... hagámoslos mejores, ayudémoslos en el empleo de la técnica y a tomar las mejores decisiones para el juego, y luego, confiemos en que las tomen pero sin coartarlos.

Hay una serie de personas con las que "disfruto" de verdad de mis "paseos" en bicicleta. Con Cherra, Pepe, Toxo... aprendo de ciclismo y de las cosas de la vida a través de sus experiencias. Esos "paseos" en bicicleta, además de la función social, cumplen con otras muchas más didácticas en las que dejan que te equivoques y aprendas de tus errores (supongo que las comillas de la palabra paseos dan a entender perfectamente el tipo de, "paseos", a los que me refiero, jejeje. "Vamos a hacer un pinchito por aquí, de tortilla", me dicen. Que ca.... el Pepe!!!) Me enseñaron que las carreras no las gana el que sube o baja más rápido, tampoco el que va más fuerte en el llano. Las gana el que, después de todo eso, pasa 1º por la línea de meta, el que se prepara cada día para conocerse mejor aprendiendo cosas nuevas, confiando en lo que sabe hacer y sabiendo hacerlo cuando toca. Y sabiendo también que no siempre se puede. Me enseñaron que los relevos no se dan a tirones, que el que va delante se deja caer y otro ocupa su lugar manteniendo la marcha. Me enseñaron que cuando vas en el llano a 50 km/h y llega un repecho, no hay que reventarse por llegar arriba cuanto antes, sino que el secreto está en cómo llegues. En una salida pasada, coincidíamos con una chica que le recordó a Cherra que una de las primeras cosas que le enseñó, fue a tener "paciencia". Todo llega si sabes esperar y te preparas para ello.

Yo sigo bastante el Triatlón y, cuando el final del confinamiento, el anterior, no el que está por venir, empezaron a salir triatletas con tiradas de 300/400 km en las redes sociales. Redes sociales cuya función social, en el sentido de compartir experiencias, perdonad, pero cada vez me cuesta más discenir. El caso es que me hizo preguntarme qué pasaba, a qué tanta prisa en recuperar todo lo que no habíamos podido hacer ¿Dónde está la paciencia, dónde el trabajo bien hecho? A todos ellos, los invitaría a pasarse por nuestro coto de caza: Tambre, Aldarís, Muralla, Seoane, Pesadoira, Vilacoba... a las dos en punto cualquier día de la semana. Con un par de horas seguro que iban a tener suficiente. Quizás el único que se atreva sea el "Soldado" Raña, por aquello de que sabe un rato largo y disfruta con las emboscadas :)

En el caso del baloncesto hay entrenadores/formadores, supongo que todos, que llegado un momento por las necesidades del juego (y tienen toda la razón) le dicen a sus jugadores que el mejor bote es aquel que no se da. Sé que tiene que ser así, pero creo que es una decisión difícil de tomar para un chaval que se ha pasado años puliendo ese aspecto del juego. Creo que nuestra misión es hacerle ver al jugador la mejor opción posible, ayudarle a tomar la decisión correcta y dotarlo de las armas necesarias para ello. Y luego confiar en que sea capaz de llevarlo a cabo sabiendo perfectamente que el error es posible y necesario.

Me he encontrado con el caso de un jugador que había perfeccionado su tiro bastante y lo cierto es que el porcentaje de acierto había mejorado un montón. Pero cometía un pequeño error que el entrenador pretendía subsanar con lo que volvimos a porcentajes que no eran asumibles para el jugador. Quería mejorar, pero lo quería ya. Se medio enfadaba y no salía convencido de los entrenamientos. Su motivación y confianza habían disminuido. No entendía que, sin competiciones a la vista y con la manera de entrenar que se permite por la pandemia, es el momento perfecto para pulir defectos. No comprendía la fortuna de tener un entrenador que se preocupara de verdad por buscar su mejora personal. No entendía que la ansiedad por mejorar ya, reduce la mejora en sí y alarga los plazos. No entendía que con paciencia y trabajo todo llega, y cuando llega de esa manera, es para quedarse. Bueno, sí que lo entendía pero le costaba aceptarlo. A veces nos pueden las ganas, pero estas también se pueden entrenar. A veces, querer algo con todas nuestras fuerzas exige renunciar a ello temporalmente  para poder mejorarlo. No hace mucho leí que Cameron Brown, leyenda mundial del triatlón de 48 años, decía: "he aprendido que cada vez que he tenido un descanso, he podido volver más fuerte y listo para enfrentarme a otra temporada del deporte que vivo y amo"

Cameron Brown. Fuente: https://www.gettyimages.es/

Vuelvo a repetirme, ahora no hay competiciones y tampoco tiene visos la cosa de que vaya a haberlas en un futuro más o menos próximo, al menos en el ámbito aficionado. Y sin embargo estamos preocupados por ellas cuando no tenemos con quien competir más que con nosotros mismos. Tenemos una buena oportunidad para mejorar sin la ansiedad propia de la inmediatez del próximo partido, es el momento de trabajar con calma y prestando atención a los detalles que nos harán mejores. Tenemos una oportunidad fantástica de cumplir con el objetivo principal de formar jugadores válidos.

Al inicio de la entrada hablaba de Aíto y de Antonio Pérez, y lo hacía porque son dos claros exponentes de esa manera de trabajar en la que se cuida al jugador y se busca su progresión deportiva y personal, apostando por gente joven. El artículo sobre Aíto es una charla con Himar Ojeda, director deportivo del Alba Berlín, en la que explica las razones por las cuales insistieron en el fichaje del entrenador madrileño y la dimensión de su figura en la estructura del club berlinés: "desde un primer momento, tendría en mente cuál era la persona adecuada no solo para dirigir al equipo, sino también para dar forma al proyecto de desarrollo de cantera que pretendía llevar a cabo en el club... A Aíto lo que le mueve es su pasión por el juego. Quiere enseñar, dejar que la gente crezca y ser reconocido por ello... Ganar es el objetivo final que todos tenemos, pero lo más importante es el compromiso que adquirimos todos para ganar. El compromiso de Aíto es ganar jugando bien, y que los jugadores se desarrollen y se diviertan, que aprendan y que los aficionados lo valoren, y eso es una filosofía fantástica" 

Que podemos decir de Aíto que no se haya dicho ya en una trayectoria deportiva tan larga y exitosa. No lo vamos a descubrir ahora. En el caso de Antonio, tengo la enorme fortuna de poder decir que tampoco es un desconocido para mí, sino un buen amigo. Su figura es ya alargada y los posos de buen baloncesto que va dejando por donde pasa le han permitido regresar a la ACB de la mano del Coosur Betis: "los jugadores se mueven mucho por agentes, pero los entrenadores bastante menos. Es más con quién has trabajado, el impacto que has dejado en los clubes en los que has estado, los jugadores que has entrenado..." 

Antonio comparte esa "filosofía fantástica" de la que hablaba Himar Ojeda. Recuerdo una charla suya en la que decía, más o menos, lo siguiente: "tengo a un chaval que es capaz de coger 10 o 15 rebotes, lo pongo ahí abajo y voy a ganar partidos... ¿y?,  ¿de qué vale eso? Yo lo que quiero es que, cuando ese chaval sea junior o senior, su entrenador diga: caray, que bien trabajado está este chico" 

Antonio Pérez en un clinic en Marín

En ese artículo de La Voz de Galicia deja patente la importancia de la educación de los jugadores, su influencia en la manera de jugar. Al final se juega como se entrena y se entrena como se enseña a jugar: "lo que va a hacer que salgan jugadores es cómo se entrena, qué metodología se utiliza, cómo trabajan los entrenadores, qué formación tienen los niños, qué educación tienen, si es una educación muy analítica o una educación donde se permite la toma de decisiones... el baloncesto a veces necesita ese espacio donde el jugador toma decisiones de forma creativa. Tiene que expresarse emocionalmente en un juego que es que te lo pide. Una expresión emocional, creativa y no tan directiva..."

Cuando me da por reflexionar, lo hago siempre apoyándome en lo que sé y en aquello que veo y escucho pudiendo comprobar por mí mismo. Y luego hay conocimientos que vas adquiriendo, aprendizajes constantes, que extraes de la sabiduría de otros y añades a tu repertorio. He de reconocer que no soy de los que hablan demasiado, pero se me da bien escuchar cuando el que tienes enfrente tiene cosas interesantes que decir. La entrada de hoy podría ser un reconocimiento a todas aquellas personas que hacen tu vida más interesante.

En el Club Baloncesto Outes, en cuanto las restricciones del confinamiento se redujeron y se permitió el trabajo de técnica individual, confeccionaron un protocolo y se pusieron manos a la obra en grupos reducidos (cosa sencilla en clubs pequeños pues se necesitan chavales. Como para no cuidarlos!!!). Los chavales están super agradecidos y hoy son un poco mejores de lo que eran hace mes y medio. Son conscientes de lo que tienen y lo fácil que podría ser perderlo si no se respetan escrupulosamente las medidas sanitarias para poder seguir disfrutando de su pasión por el baloncesto. Lo valoran profundamente y al mismo tiempo están adquiriendo hábitos sanitarios y valores como la responsabilidad tan necesaria en estos momentos. 

Con la pandemia y los tiempos que se avecinan, los clubs pueden desarrollar un papel fundamental en la vida deportiva de los chavales, cada uno desde su especialidad. Y con deportiva no me refiero al aspecto competitivo, sino simplemente al de adquisición y mantenimiento de unos hábitos saludables. En los colegios, al tener que trabajar de manera individual quizá no dispongamos del material necesario para impartir las diferentes modalidades como veníamos haciendo hasta el momento, por lo que el papel de los clubs se me antoja fundamental. Quizá es un buen momento para trabajar de manera más estrecha con ellos y hacer uso, por ejemplo, de la actividad "Coñece o meu Club" del programa Xogade de la Xunta de Galicia.

Antes hablaba de la inmediatez en la consecución de resultados y de la sociedad individualista que hemos ido creando. Creo que ese modo de proceder, sin tener en cuenta la repercusión que nuestra conducta tiene en el colectivo, nos ha traído una ración extra de individualidad para conseguir reducir la propagación del contagio (objetivo que tampoco estamos logrando a tenor de los números) y la manera de compartir, esa función social del deporte, ha cambiado. Pero no consintamos que se vuelva permanente, que todo sea de manera individual ahora no significa que tenga que ser egoísta, compartamos la responsabilidad y tengamos paciencia, renunciemos temporalmente a aquello que tanto nos gusta para poder terminar cuanto antes con esta situación. Sí, yo hablo poco, pero estoy cansado de tener que salir a correr solo!!!


sábado, 30 de mayo de 2020

VOLAR SURCANDO LAS AGUAS

Como en otras ocasiones, hoy también voy a hilar diferentes escritos anteriores con reflexiones actuales, para intentar dar forma a pensamientos que se ven reflejados en hechos que no hace mucho no eran más que promesas con muchos visos de tornarse en realidad. 

En marzo del año pasado se celebraba en Noia una Gala del Deporte para premiar a los mejores deportistas de la villa. Entre las distintas categorías estaba la de Mejor Promesa, que en vertiente masculina recaía en Caetano Horta, remero del Club do Mar Noia. No voy a enumerar los diferentes y extensos méritos que llenan la hoja de servicios de Caetano, pero a la vista de ella está que, quizás lo de promesa, no defina ya correctamente la realidad. Realidad, a la que por otra parte, le queda mucho futuro por descubrir.


No conozco los criterios a partir de los cuales se concedieron los diferentes premios en esa gala, imagino que por "resultados" alcanzados en la disciplina deportiva de cada uno. De ser así, me parece un criterio muy simple que no ayuda a saber quién es en realidad el deportista, la amplia dimensión que abarca y los esfuerzos y sacrificios que ha tenido que hacer para ser merecedor del galardón. Creo que habría que hacer un esfuerzo por conocer al deportista, a su deporte y lo que hay detrás de esos resultados, ver más allá. Espero poder exponer claramente cuáles son para mí los méritos que hacen justo vencedor a Caetano en la categoría que sea.

Hoy en día hay una obsesión enfermiza por ganar ya desde edades demasiado tempranas. Y ganar está bien, pero no es lo principal ni lo más importante, y ni tan siquiera es el criterio que nos puede decir lo "buenos" o "malos" que somos. Hay que tener en cuenta el proceso, el día a día, las circunstancias particulares de cada deportista, los medios con los que cuenta, su actitud y compromiso. Todo ello se verá reflejado en la evolución deportiva del atleta, no necesariamente en los resultados, para lo cual habrá que tomar al propio deportista como referencia. Hay muchas maneras de ganar y de perder, hay que ser generoso en la victoria y orgulloso en la derrota para aprender de ambas y seguir con nuestro camino. Hay que premiar la actitud, el compromiso y la responsabilidad que adquieres contigo mismo y con los demás porque tú aprendes con ellos y ellos contigo. Si Caetano no hubiera conseguido todo lo que ha logrado a pesar de haberse esforzado lo mismo, de la manera que lo ha hecho, ¿le daríamos un premio también? Yo lo tengo claro...

Juan Antonio Corbalán, en su libro "Conversaciones con Mirza", dice lo siguiente: "sabíamos por qué luchábamos, sabíamos qué queríamos conseguir, y trabajábamos para buscar el mejor "cómo" para conseguirlo" Corbalán no habla propiamente de resultados, habla del mejor "cómo" para llegar a ellos, habla de amistad y diversión, de mejora personal y deportiva. Además de ganar o perder, hay una tercera opción que Ricky Rubio llama "el camino". Cuando lo recorres, ganas en experiencia y en recursos que te harán mejor cada vez en el desempeño de la actividad que hayas elegido como tuya.

Los que me hayáis leído anteriormente lo sabréis ya, y los que no os habréis dado cuenta, que abrazo una concepción más constructivista que resultadista del deporte. Una concepción donde el proceso de evolución y conocimiento del deportista cuenta más que las clasificaciones, criterio externo por otra parte muy necesario para que esa evolución no se vea coartada por falta de medios del tipo que sean. Es evidente que el ingreso de Caetano en el CGTD (Centro Gallego de Tecnificación Deportiva) no se produce porque sí. Hay unos resultados que vienen avalados por una trayectoria, la cual se engrandece todavía más al contar con los medios necesarios. Mi propia experiencia en la competición y en el entrenamiento me ha enseñado que, a pesar de no cumplir con las expectativas en competiciones donde se me exigían unos puestos determinados para acudir a campeonatos internacionales, la confianza y conocimiento por parte de las personas encargadas de tomar las decisiones fue fundamental para poder desarrollar todo mi potencial, apostando por lo que sabían que se podía esperar de mí. Cuando eso sucede y sacas a relucir el compromiso y la actitud necesarias, el resultado sale sólo. Como diría Hannibal Smith del Equipo A: "me encanta que los planes salgan bien"

Hoy tenemos la fortuna de contar con Caetano Horta en el blog. Vamos a recorrer con él "el camino" que le ha traído hasta aquí.

Edufísicabalmes. ¿Cómo se pasa del motocross al remo, actividades muy diferentes, haciendo ambas tan bien?

Caetano Horta. Es un cambio gradual donde poco a poco iba dejando de lado el motocross y me iba enganchando más al remo, y al empezar a sacar resultados fui invirtiendo más horas.

Edufísicabalmes. ¿Fue una decisión difícil el cambio de una disciplina a otra? ¿Qué aspectos decantaron la balanza? ¿Quizá las caídas? ¿Ayudó, a la vista de los resultados, la rápida adaptación?

Caetano Horta. Como ya dije, fue una transición que duró varios años. Lo que realmente marcó la entrada al remo a nivel más profesional fue el acceso al CGTD (Centro Gallego de Tecnificación Deportiva) ya que se me habían acabado todas las horas disponibles que tenía para dedicarle al motocross al estar interno en la residencia y solo pasar por casa los fines de semana. No fueron (para nada) las caídas en moto las que me hicieron escoger el remo en lugar del motocross, sino que lo que más me enganchó del remo fue ver que a nivel nacional estaba arriba y podía tener más futuro que en la moto.

Edufísicabalmes. ¿Espero que la razón más importante de tú motivación con el remo no sean precisamente los resultados?

Caetano Horta. Pues sinceramente, lo que más me motiva del remo y del deporte en general, es ver como ese proceso en el que inviertes tantas horas, da finalmente sus frutos y logras el objetivo, que en el caso del deporte suele ser ganar una competición. Cuando logras ese objetivo la sensación es brutal y te incita a seguir adelante. Para mí, ser el mejor en mi disciplina es lo más satisfactorio que hay. Entreno cada día para conseguir esos objetivos que me marco, que es sacar mi 100%  en cada competición a la que asisto y siempre intentando conseguir subir al cajón más alto del podium.

Edufísicabalmes. Para entrenar, ¿hay que tirar mucho de ti o no?

Caetano Horta. No... normalmente si el entrenamiento es en agua o en el gimnasio, no me cuesta nada y suelo ir con muchas ganas. Eso sí, cuando el entrenamiento es en remoergómetro ya no apetece tanto, y a veces sí que nos tenemos que apoyas unos a otros entre compañeros.

Edufísicabalmes. ¿Ingresar en el CGTD fue un cambio muy grande en cuanto a progresión deportiva? ¿Por qué? Medios, compañeros de entrenamiento... ¿es necesario dar ese paso para llegar arriba?

Caetano Horta. Sin duda fue un cambio brutal. Entrar al CGTD me ayudó muchísimo a progresar en el remo. Desde los planes de entrenamiento, las horas que podía dedicar al deporte compaginando con las clases, y todos los compañeros que tiramos unos de otros. Para mí no creo que fuera posible conseguir todo lo que he conseguido sino hubiese ingresado en Pontevedra.

Edufísicabalmes. ¿Recomiendas la experiencia a otros?

Caetano Horta. Sin duda. Si estás realmente convencido de que tienes un futuro y unas cualidades especiales para tu deporte, entrar al CGTD te abre muchísimas puertas.

Edufísicabalmes. ¿Cómo es un día de entrenamientos/estudios?

Caetano Horta. Pues nos levantamos a las 7.15, nos vestimos, bajamos a desayunar y a las 8.00 empiezan las clases. De 10.30 a 12.40 es hora de entrenar y de 12.40 a 14.20 volvemos a clase. Comemos y descansamos hasta la hora del entrenamiento de la tarde que varía entre las 16.30 o las 17.00 (dependiendo del día) Realizamos el entrenamiento que toque entre 1 y 3 horas, y a las 20.30 es la hora de cenar. Después de cenar tienes dos opciones, o bajar a la sala de estudio a hacer las tareas que tengas o quedarte en tu habitación descansando o hacer lo que quieras. Finalmente, a las 22.30/23.00 nos vamos a dormir.

Edufísicabalmes. ¿Os dan facilidades en el aspecto académico? Retrasar exámenes por ejemplo.

Caetano Horta. La única facilidad que nos dan es a la hora de cambiar fechas de exámenes, ya que de los 30 que somos en clase casi ningún día del año estamos todos juntos, porque tenemos viajes y competiciones fuera continuamente.
*Le pregunto a Caetano si tienen Educación Física como materia. Me dice que no. Se lo perdonamos, jejeje.

Edufísicabalmes. De momento los findes tenéis que volver a casa. Dentro de poco, si tu futuro pasa por ahí, tus padres no te van a ver el pelo pues habrá que dedicar también los sábados y domingos a entrenar...

Caetano Horta. ¡¡¡También se entrena el sábado dos veces (mañana y tarde) y el domingo por la mañana!!! No venimos a casa para descansar sino porque la Xunta no nos permite quedarnos allí los fines de semana. Somos de los pocos deportes que en épocas de mucha carga no descansamos ningún día de la semana, por eso al llegar a Noia tampoco tengo mucho tiempo para quedar con los amigos.

Edufísicabalmes. 17 años ya. Es momento de tomar decisiones importantes de futuro. ¿Entran los estudios en ello o vas a jugártelo todo a la carta del deporte?

Caetano Horta. Me lo vienen insistiendo mis padres y mi familia de siempre y no va a cambiar. Los estudios deben ir por delante de todo. Del remo no dudo que vaya a poder vivir, entonces seguiré compaginando estudios con deporte 100%

Edufísicabalmes. Competiciones en Portugal, Polonia, Japón, Alemania, Holanda... Do you speak English very well o en ese aspecto todavía hay que remar un poco más?

Caetano Horta. Pues no me defiendo demasiado bien en inglés... y cada día que pasa lo veo más necesario. Al moverte por todo el mundo te das cuenta que saber inglés es fundamental para comunicarte. Me gustaría mucho ponerme en serio con el tema del inglés y poder hablarlo fluido y cómodo.

Edufísicabalmes. Investigando para esta entrevista he visto fotos en las que se te ven unas piernas impresionantes. Yo soy más de correr y montar en bici pero no se me ponen esas piernas, y se rema con los brazos, ¿o no? ¿Cuál es el misterio?

Caetano Horta. La gente está muy equivocada porque para nada se rema con los brazos. El remo en cuanto al físico es un deporte muy completo que trabajas todo el cuerpo, pero mucho más las piernas. Toda la fuerza la transmitimos de las piernas a la espalda. Un buen remero necesita unas muy buenas piernas y una muy buena espalda, por eso son los músculos que más trabajamos en el gimnasio.

Edufísicabalmes. Hay varios aspectos que intervienen en el desempeño de la actividad deportiva: genética, entrenamiento... ¿qué hay de la alimentación? ¿qué come Caetano para volar surcando las aguas?

Caetano Horta. En el CGTD tenemos una dieta general creada por el médico donde se incluyen todos los nutrientes esenciales para entrenar todas las horas y sentirte bien. Nada especial de momento, y digo de momento, porque estoy comprobando poco a poco que algún cambio en la dieta sí que puede beneficiar y mucho al rendimiento.

Edufísicabalmes. Aunque la misión de remar sea en última instancia tuya, todos los deportes por individuales que sean, tienen un factor de equipo importante. ¿Quién está en tú equipo que te haga mejor persona y mejor deportista?

Caetano Horta. Mucha gente me ayuda a ser mejor deportista y mejor persona. Desde mi entrenador en el CGTD al entrenador que tuvimos la temporada pasada, que consiguió meternos a mi compañero y a mí en una Final A de un Campeonato del Mundo Junior, pasando por los consejos de mis padres o los de "mis ídolos" que me ayudan mucho en los dos ámbitos (deportivo y personal) pudiendo fijarte en ellos e intentar imitarlos.

Edufísicabalmes. Para finalizar vamos con una de las frases tan típicas que utiliza la gente para motivarse hoy en día. Aquello de no hay límites, los límites me los pongo yo, si Caetano puede yo también. ¿Dónde está el secreto y dónde está el límite?

Caetano Horta. Al límite nunca podremos llegar, nos podremos acercar mucho pero nunca llegar. Siempre, siempre, siempre podrás hacerlo algo mejor, o dar algo más cuando creas que ya lo has hecho. El secreto para intentar buscarlo está en la mente, saber cuando tienes que dar tu 100% y saber darlo, claro... pocos secretos hay. La disciplina y el sacrificio es el único que existe. Cuanto más lo trabajes más lejos llegarás, ¡¡¡SEGURO!!!


Desde hace unos años mi mundo del deporte, aparte de correr (que es lo que me llena de verdad) y montar en bici, gira en torno al baloncesto por "culpa" de mi hijo. Ni que decir tiene que estoy encantado de que el deporte le tire y poder acompañarlo en ese maravilloso viaje. Una de las consecuencias buenas es que leo mucho sobre baloncesto por influencia suya y eso me ayuda a explicar con palabras ciertas cosas. Juan Antonio Corbalán, del que hablábamos antes, dice en su libro que hay dos tipos de cultura. Una cultura exógena o externa que nos exige un esfuerzo y para la cual necesitamos un profesor, como por ejemplo la que nos proporciona la escuela. Y luego tenemos una cultura más íntima, interna, relacionada con nuestro entorno y que vamos adquiriendo con la pertenencia a un colectivo, con la experimentación del deporte, con los viajes. Ambas culturas son necesarias y complementarias.

Hay otro párrafo en este libro que me viene de perlas para explicar, en mi opinión, una de las claves, quizá la más importante, del éxito de Caetano: "En los mayores hay mucha sabiduría y hay una gran parte de nuestra esencia actual. Sobre ella hay que ir construyendo día a día, pero los cimientos ya están puestos o deben estar puestos" Esta reflexión me lleva a otra de otro libro de baloncesto, "Fragmentos de un Sueño", de Iván Libreros y Jacobo Correa: "El Deporte, como todos los hábitos saludables para la mente y el cuerpo de los seres humanos, suele ser herencia familiar. Es más fácil entregar tus mejores años a una causa si has visto a alguien a quien admiras hacerlo con anterioridad". A Dirk Nowitzki no le fue nada mal.


Yo como profesor puedo, y lo hago, hablar de valores a mis alumnos. Pero las palabras son sólo palabras y si no se acompañan con el ejemplo no calan hondo en la personalidad, no forjan el carácter de las personas, los cimientos no serán sólidos. Hace muchos años escribía precisamente sobre esto, sobre el trabajo de base que se enseña y se aprende en casa. Hoy en día un chaval prueba diferentes deportes hasta encontrar uno que le gusta, pero en cuanto comprueba lo duro que puede llegar a ser  enseguida arroja la toalla diciendo que esto no es para mí. Tu secreto es que has aprendido en la base con el ejemplo de tus padres lo que cuestan las cosas, el esfuerzo que es necesario poner en ellas para que se hagan bien y uno se sienta satisfecho por el mero hecho de hacerlas. Tú primero has aprendido lo duro que puede llegar a ser y luego lo has aplicado a lo que te gusta. Conozco a tu padre y a tu tío y has tenido la fortuna de que hayan utilizado el deporte como medio para transmitirte esos conocimientos. Los hubieras aprendido de todos modos porque va en los genes de la gente trabajadora y que se implica en aquello que hace. A tu madre no la conozco, pero si el dicho ese de que detrás de cada gran hombre siempre hay una gran mujer es cierto, no lo necesito (discrepo en lo de que vaya detrás, por cierto). Tienen el mérito enorme de aguantarnos con lo que nos están enseñando la virtud de la paciencia sin que nosotros nos demos cuenta, y con ello nos hacen mejores.

Ya que hemos hecho referencia a la paciencia como virtud y valor incalculable, teniendo en cuenta que estás recorriendo etapas a toda velocidad en ese largo y precioso camino que es el deporte y que los resultados que se obtengan no son lo más importante, aunque se dependa de ellos en ocasiones, no dejes que tu vida deportiva pase como el viento y permítete sentir la brisa, disfruta el viaje. Manu Ginóbili, en su despedida del baloncesto profesional, respondió así a la pregunta de si le había quedado algún sueño por cumplir: "No me quedó absolutamente nada. Podría haber ganado algún campeonato más. Algún Mundial. Una liga nacional en Argentina o lo que sea, pero ¿qué cambiaba? Una estrellita más en el currículo. Totalmente irrelevante. Lo más importante ni siquiera son los campeonatos. Lo más importante son las historias, las experiencias, los amigos, el aprendizaje. El aprendizaje de los buenos momentos y de los malos momentos. Eso es lo que te termina haciendo mejor persona, mejor padre, mejor marido, mejor ciudadano. Así es que sí que tuve la enorme fortuna de ganar un montón de cosas a diferentes niveles, pero si no hubiese sucedido no hubiese cambiado tanto"

Cuando las olas vengan mal dadas tendrás dos opciones, rendirte y dejarte llevar o remar más fuerte y remontar. Evidentemente, ya sabes cual es la opción que has de escoger. Si tienes dudas, la gente que te apoya estará ahí para recordártelo. Para que vayas por el buen camino, por el que tú libremente escojas, pero por el bueno.


Hay otros concellos donde se pueden ver por las calles del pueblo fotos de personas sobresalientes en el ámbito del deporte. Creo que sería una buena iniciativa para poner en valor el esfuerzo y dedicación de estas personas. En el caso de Caetano, mi sugerencia sería poner un tipo de marquesina con tres o cuatro bancos en el paseo marítimo y un cartel con los horarios de entrenamiento para poder ver como trabaja un campeón, como vuela surcando las aguas.


¡¡¡PACIENCIA Y GAS A TOPE!!!