Allá por el mes de agosto escribía sobre la entrada de Pau Gasol en el Hall of Fame de la NBA. Al hacerlo, y pese a estar de vacaciones, creo que fue ahí donde surgió la idea de hacer algo parecido con alumnos del cole, que ya no están en el cole, y cuya trayectoria deportiva sea significativa.
Llegado septiembre, con el inicio del curso, la idea me asalta de nuevo. ¿Por qué no hacer una galería, un muro de la fama con alumnos sobresalientes sin ceñirse sólo al aspecto académico o la trayectoria deportiva sino, sobre todo, a la persona que era y en la que se estaba convirtiendo? El por qué lo tengo claro: el reconocimiento a la labor desempeñada durante la secundaria por personas a las que nunca les pierdes la pista y se dejan notar sin ellas proponérselo, simplemente por como son, con las ideas claras y la determinación necesaria para ir a por ellas. Personas que brujulean por la vida con el norte siempre en el punto de mira. Personas, que son la misma en el aula y fuera de ella, lo que ves es lo que hay, el postureo no va con ellas ni cambian de acera cuando te las encuentras por la calle. Personas a las que Fito define muy bien con aquello de: "hemos sido, somos y seremos nunca gente corriente"
En casa, mi mujer y yo tenemos una manera particular de, digamos "clasificar" a las personas, que supongo no difiere demasiado de lo que hace el resto de la gente. De hecho, lo hacemos igual que con los comercios, tiendas o cafeterías a las que vamos más, porque son los lugares en los que más a gusto nos sentimos. Lugares agradables, acogedores, que son así gracias a quienes los atienden porque, como ya sabéis, al final todo se reduce a las personas, y una persona no se improvisa sino que es un trabajo en el que hay que perseverar día sí y día tambien. Total, que hay locales a los que por circunstancias de la vida, por nada en particular, dejas de ir y, cuando vuelves, tú sabes perfectamente que ha pasado mucho tiempo desde la última vez, pero es que además te lo recuerdan: "¡vaya!, cuánto tiempo, buenos ojos te vean... o, pensaba que te habías olvidado de nosotros... o, no era sin tiempo... o, ¡hombre!, te acordaste". Sin embargo, hay otros lugares a los que siempre deseas volver porque, por mucho tiempo que haya pasado, meses o años, te tratan como si hubieras estado allí ayer: "¡hey!, ¿cómo te va?... ¡que alegría verte, venga un abrazo!... ¿la familia bien?... ¿sigues con el deporte?" Y luego, sin necesidad de pedirlo, te sirven el café exactamente como saben que lo tomas. En ambos casos, la confianza es un denominador común, pero las maneras... nunca se trata del qué, sino del cómo. Dicen que la salud es el bienestar físico, mental y social. Podéis imaginar que después de ese café y un poco de charla para ponernos al día, sales por la puerta revitalizado y con ganas de volver.
En mi salón de la fama de las personas extraordinarias, el deporte, que a mí tanto me ha dado, sólo es una pequeña parte de todo lo que la persona es en su conjunto, y es precisamente ese todo lo que las hace extraordinarias y candidatas a entrar en el Hall of Fame. En la NBA, creo que tienes que llevar cinco años retirado para poder optar a la nominación y que luego los méritos adquiridos sean considerados suficientes para ser miembro. La persona con la que me gustaría empezar este Salón de la Fama particular, si mis cálculos no me fallan: 2 años de bachiller y 3 de carrera hacen 5 desde que dejó el cole; cumple con los requisitos previos, así que, Marta, ¡estás nominada! No se lo digas a nadie, pero te puedo avanzar que entras fijo, jejeje.
Hay unas palabras de Eva Moral, triatleta desde siempre y paralímpica desde que sufrió un accidente con la bicicleta, con las que resume lo que representa el deporte: "cuando nos levantamos, no pensamos si nos falta una pierna o no puedo caminar; el deporte no entiende eso: entiende de la excelencia". Y otras de Sam Long, también triatleta, que dicen así: "el propósito último de los deportes es inspirar, liderar con dignidad y virtud, y mostrar que con trabajo duro todo es posible". Excelencia, Inspiración, Dignidad, Virtud... todas estas palabras definen perfectamente a Marta como deportista, alumna y persona. Para los que crean que todos los dieces acumulados durante la secundaria son por enchufe (que seguro lo piensan algunos pues hay mucho campeón de la envidia insana), como bien dice Sam Long, con trabajo duro todo es posible, nada es por casualidad.
Marta es una de esas "suscriptoras" del blog a las que suelo enviar las entradas y luego intercambiamos pareceres. No siempre estamos de acuerdo pero nos entendemos y aceptamos, desde el respeto mutuo, los puntos de vista del otro. Creo que es ahí donde está lo bonito de las relaciones entre las personas. Durante una de estas conversaciones le dije que con ella tenía material del bueno para escribir, que cuando acabara Farmacia le hacía una entrada. Me dijo que para eso aún faltaba, que mientras tanto seguía esperando más entradas para reflexionar un poco. Jejeje, ya ves que yo paciencia cuando la ocasión lo merece, poca. Respecto a ti, hay una canción de Fito, un temazo de casi 10 minutos en directo, en el que emplea tan solo 5 palabras. Espero que, después de reflexionar, tus palabras sean "No tengo nada que decir" porque hoy, me corresponde a mí decirlo todo.
Que sepas que en la agenda del teléfono te tengo fichada como Marta Basket, que el deporte sólo es una pequeña parte de lo que somos pero, ¡vaya pedazo de pequeña parte es!. Que no nos lo quiten. Nos vemos en las canchas... ahora que juego a basket puedo decirlo 😂
Para terminar, me gustaría citar unas palabras con las que Joël Dicker pone final a su novela "El enigma de la habitación 622": "la vida es una novela que ya sabemos como termina: al final el protagonista muere. Así que lo más importante no es cómo acaba nuestra historia, sino cómo vamos a llenar las páginas. Pues la vida, igual que una novela, tiene que ser una aventura. Y las aventuras son las vacaciones de la vida".
Marta es de esas personas con las que disfruto enormemente llenando las páginas de mi vida. Hay más alumnos, personas sobresalientes que están en mi Salón de la Fama particular, con los cuales es un privilegio compartir la aventura diaria de aprender. No llegan a ser unas vacaciones, jejeje, pero sí alcanzas a veces la sensación de no estar trabajando.
