viernes, 5 de enero de 2024

CONTEXTO HUMANO Y COMUNICACIÓN. UNA HISTORIA DE ENTRENADORES Y DEPORTISTAS

3 de enero de 2024. Desayunando en el Manducka con el nuevo número de la revista Triatlón y empezando, como no, por la columna de Clemente Alonso. En esta ocasión expone su punto de vista de entrenador a partir de un comentario realizado por otro entrenador. Y comienza como a mí más me gusta, no olvidando que por encima de todo está el contexto del factor humano, factor que al igual que Clemente, creo que muchas veces, buscando el resultado fácil y rápido, nos empeñamos en olvidar.

A partir de ahí va desgranando lo que para él es ser entrenador y los mecanismos de comunicación que emplea para llevar a cabo su labor, "apuntalando con metáforas y analogías la comunicación" para que el mensaje se recuerde, siempre con el factor humano presente porque, como decimos en el blog, gestionamos personas.


Fuente: Planeta Triatlón

Al igual que en el sistema educativo donde se trabaja con personas, un entrenador es un maestro que debe guiar al alumno encontrando el mejor modo de comunicarse para que la información llegue y cale en la persona. Hay que bajar al nivel de entendimiento del alumno para que, al igual que la forma física, el nivel de conocimientos crezca. El alumno ha de entender el por qué de las cosas para poder persistir en la tarea. Me viene a la mente aquello que dice un coach de baloncesto sobre su labor, utilizando la metáfora del sherpa para ayudar a sus deportistas a hacer cumbre, que no haciendo cumbre por ellos.

Un entrenador, si nos atenemos estrictamente a la palabra, entrena, enseña, transmite conocimientos. ¿Y cuándo lo hace? Si nos atenemos estrictamente a la palabra de nuevo, en el entrenamiento. Luego depende del deportista transformar esa información en sabiduría propia, porque cuando estás en competición, el deportista ha de ser autónomo y tomar sus propias decisiones demostrando lo aprendido durante el proceso. La competición es, de alguna manera, el examen que nos dice si la preparación ha sido buena y si lo enseñado ha calado en el deportista. Siempre, claro está, teniendo en cuenta las circunstancias.


Fuente: Revista Triatlón

Un entrenador debe ser prescindible en el momento de la verdad. Las decisiones en tiempo real las va a tomar el deportista y, si son fundamentadas, basadas en los conocimientos adquiridos y no tan solo en las habilidades aprendidas, la ejecución de esas decisiones será lo mas ajustada posible a la realidad. Lo que debe conseguir el entrenador, al menos para mí y por encima de todo, es que su pupilo "aguante" practicando ese deporte que ama el mayor tiempo posible, lo que indicará que ese tiempo compartido ha sido de calidad. Me encanta la palabra aguante porque es la que suelen escoger mis alumnos cuando les pido, en un primer momento, que definan la palabra resistencia al hablar de capacidades físicas. No hace mucho leía el motivo por el cual una triatleta de nivel élite había dejado de colaborar, de compartir entrenamientos, con su entrenador. El entrenador se había obsesionado con aspectos del entrenamiento que habían hecho que la chica odiara su deporte, dejó de enseñar bien el deporte que ambos amaban, olvidó que el secreto del éxito no está en el talento del alumno ni en los conocimientos del entrenador, el secreto está en tener el privilegio, para ambos siempre, de trabajar juntos y llegar a entenderse sin tener que imponerse uno por encima del otro. Mis alumnos, con el tiempo, cuando definen resistencia añaden a la palabra aguante aquello de: "tratar que la fatiga aparezca lo más tarde posible o incluso que no lo haga". Está claro que la fatiga pudo con el contexto humano y la comunicación que se habían establecido entre esta triatleta y su entrenador. Probablemente por no haber enseñado y trabajado correctamente el aguante. ¿Nunca os habéis preguntado por qué Rafa Nadal ha mantenido su equipo de trabajo durante tantos años?

Hay una canción que canta Fito pero que no es de los Fitipaldis,  sino de Platero y Tú. "Ya no existe la vida", lleva por título, y dice lo siguiente:

"Ya no existe la vida

Sólo hay gente en la calle

Que camina deprisa

Y ya no habla con nadie"

Su año de lanzamiento es 1991, pero lo que canta no se aleja demasiado de lo que podemos vivir también hoy en día en cuanto a comunicación y entendimiento entre las personas. La pandemia ha traído muchas cosas pero no se le puede achacar la culpa de todo, ¿verdad? No es ningún secreto que al final, todo se reduce a las personas y las decisiones que tomen.


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