martes, 30 de septiembre de 2025

¿DE QUÉ SIRVEN LAS NORMAS SI NO LAS APLICAS?

Hace unas semanas saltaba la noticia de que el mejor triatleta del momento, con permiso de Alex Yee, Hayden Wilde, había corrido el T100 de Francia (2km nadando, 80 en bici y 18 a pie) con unas zapatillas prohibidas. Hay una norma, escrita en este caso por la IAAF, porque la World Triatlhon sigue la normativa de la Federación Internacional de Atletismo para el tramo de carrera a pie, que dice que las zapatillas han de estar a la venta y a disposición del público en general para ser legales. En caso contrario estaríamos hablando de un prototipo que, aún cumpliendo con todas las especificaciones (básicamente una altura máxima en la mediasuela de 40mm y no tener múltiples placas de carbono) no sería legal. 


Planeta Triatlón. Asics Metaspeed Ray Tokyo.

Wilde pasó el preceptivo control de material e hizo lo suyo, ganar. Parece ser que no era el único triatleta patrocinado por la marca en cuestión que calzaba dichas zapatillas, pero es el único que ganó y, con el revuelo que se montó, el único también que pidió ser descalificado. No lo fue, pero con la normativa en la mano (absurda para mí en el criterio de estar a la venta para no ser considerada prototipo) y si además él lo pide consciente del error... ¿qué sentido tiene una normativa que no aplicas ni tan siquiera cuando el implicado reconoce que se la ha saltado y pide ser descalificado por ello?


Revista Triatlón

¿Por qué me parece absurdo que estén a la venta para ser consideradas legales? Porque estas zapatillas se venden en una horquilla de entre 300-500 euros el par para el público en general y, a ese precio, como suele decirse, se las va a comprar Rita. A ese precio no soy yo público en general ni me van a permitir correr en 27.39 el 10.000 como hace Hayden Wilde. Si quieren saber de verdad si un prototipo funciona, que me envíen zapatillas a mí para probar, que la mejora que pueda notar será mucho más significativa que en un monstruo del triatlón mundial que corre que se las pela sin necesidad de ayudas externas. ¿A vosotros no os han dicho siempre que no se estrena material el día de la competición? Pues hay incluso marcas, como esa de las tres bandas, cuyas zapas estrella que ganan maratones se venden a 500 pavos y son de... ¡un solo uso! 😮 Me rompen los esquemas. La tecnología avanza que  no veas, pero dura poco.

Wilde, tras la carrera admitió que la marca que le patrocina, como es su obligación, le advirtió por email de la no legalidad de las zapatillas para esta carrera. A él y a los otros patrocinados que también iban a competir en el T100 de Francia. También admitió que, quizás, entendió mal el mensaje. "Fue un error honesto que no detecté hasta después de la carrera, escribió. Mi patrocinador me envió la información con tiempo, pero entendí mal el mensaje y no me di cuenta de que también aplicaba al modelo que usé. Como atleta profesional, es mi responsabilidad asegurarme de que el material que utilizo cumple la normativa. Y sí, a partir de ahora voy a leer mis correos con más atención"

Aquí nos encontramos con 3 escenarios posibles: o que de lectura andemos mal, que ya sabéis que hay una leyenda urbana según la cual los del deporte leemos poco (hay estudios, sin embargo, que revelan que los que hacen deporte sacan mejores notas y tienen una base cultural amplia); que hayan pasado la selectividad antigua, donde la comprensión lectora no era importante porque parece que lo es solo desde esta última o; que hayan puesto una excusa y, como dice Pep Marí, cada vez que haces eso pierdes una oportunidad de aprender.

La razón de la entrada de hoy era simplemente lanzar la cuestión de normas sí, normas no, o solo cuando nos interese. Pero el último párrafo, que va con segundas, me da pie a sugerir algo a lo que llevo tiempo dándole vueltas a pesar de que sé que implementarlo es difícil o imposible.

Veréis, aunque en la práctica no sea así, yo creo que dentro de todo concejal de deportes en un ayuntamiento hay un deportista. ¿Por qué? Pues por la simple razón de que, al igual que en el deporte, por muy bien que hagas las cosas, "casi siempre" te van a juzgar por los fallos que hayas cometido. Y no lo olvidemos, en el deporte se pierde muchas más veces de las que se gana. 

Si fuera concejal de deportes, algo para lo que hay valer y yo no valgo, una de las medidas que pondría en marcha sería premiar a los clubs que se preocuparan por sus jugadores más allá del terreno de juego. Hablamos siempre de categorías de formación, vale. De esos años en los que se compaginan escuela y deporte pero no se cumple en ambos aspectos por igual. Y cuando hablamos de cumplir no lo hacemos de resultados deportivos o académicos, sino de lo que en deporte se llaman intangibles, aquellas estadísticas que no lucen ni cuentan para los premios como pueden ser los rebotes, pases completados, las pocas faltas cometidas o las expulsiones, y que en la escuela podrían venir reflejados en forma de: interés, esfuerzo, participación, colaboración, compañerismo, trabajo diario... comportamiento. ¿Cómo podemos llevar esto a cabo? Poniendo en contacto a clubs y centros escolares, que trabajen en estrecha colaboración para que el desarrollo de los chavales sea de verdad integral, que los clubs implicados se comprometan a intentar cumplir los objetivos y que, si hay unas normas que se aceptan al inicio, no pretendamos cambiarlas con el juego empezado. No puede ser que un futbolista sea bueno en el terreno de juego tan solo por meter la pelota entre los tres palos, y que los valores, dentro y fuera del mismo no sean los adecuados. Pongamos un ejemplo: si yo, concejal de deportes, apruebo una subvención de 25.000 euros para un club, reservaríamos un 20% de la misma hasta el final del curso escolar. Llegados a este momento, si el club, en colaboración con los centros escolares, ha velado por el buen hacer de sus integrantes más allá del campo de juego (recordemos que el criterio no es la nota final) ingresaría el importe restante de la subvención inicial. En caso contrario, ese 20%, se repartiría entre los clubs que demuestren que sí han cumplido con aquello a lo que se habían comprometido.


@500bballdrills

¿Utopía? ¿Imposible de hacer? Yo no lo creo. De hecho se hace en los centros de alto rendimiento, en las canteras de clubs deportivos con medios suficientes pero no a nivel municipal, donde el deporte en edad escolar recae en los clubs. Con la ayuda de todos: clubs, centros escolares, familias... podemos dotar de herramientas a los chavales para que sean personas válidas, independientes, amables, decididas, solidarias... buena gente que tome sus propias decisiones libremente, ejerza sus derechos y acepte, honestamente, las responsabilidades que sus actos conllevan.


domingo, 7 de septiembre de 2025

¿PACTO ENTRE CABALLEROS?

El título de la entrada de hoy se lo he cogido prestado a Sabina. Lo he puesto entre interrogantes por una acción final en el Francia-Eslovenia del Eurobasket que se está disputando estos días. Dicha acción es lícita deportivamente pero rompe, al menos para mí, con la ética y el honor en la victoria, la generosidad aquella de la que hablaba Corbalán y motivo por el cual, con 1.2 segundos restantes, hizo sacar a pasear el orgullo en la derrota de una Eslovenia que, sin embargo, con 17 segundos por jugar daba por bueno el resultado.

101-92 en el electrónico, 17 segundos por jugar, y esa maldita norma no escrita, manía diría yo por prescripción médica de mi querida Dra. Pintos, Pili, Pilei (sigues aquí Pili, muy presente 😘) de dejar correr los segundos porque consideramos que nada ya se puede hacer para dar la vuelta al marcador y porque, como no, el rival da por buena la victoria. Norma no escrita que todos dan por buena y todos... respetan; nos saludamos, buen partido colega, suerte en el próximo... y todas esas cosas que los jugadores se dicen en esos segundos que restan por jugar y que, no olvidemos, es tiempo de partido. En esas estamos y va Francisco, Sylvain de nombre (MVP del partido) y anota una entrada ante la estupefacción del resto de jugadores que están en la cancha, compañeros incluidos, del banquillo y de los espectadores.

Para unos falta de respeto, para el entrenador canasta importante porque es un torneo y el basketaverage manda al final en caso de empate. Lo peor, que con 1.2 segundos por jugar, va Doncic y les clava un triple, por lo que los 9 puntos de diferencia que habían subido a 11, se quedaron en 8. Lo que con 17 segundos por jugar daba Eslovenia por bueno, no lo hizo con 1 porque, estando muertos (nadie va de parranda a un Eurobasket) la acción de Francia los resucitó de alguna manera. Llegado el momento, Francia, en caso de empate, "no culpes al karma de lo que te pasa por g..." (libro divertido y fácil de leer del que luego se ha hecho una película, por cierto, con Verónica Echegui de protagonista) cuando podíais haber ganado de 9 y tan solo lo hicisteis por 8.

Los partidos, y esto va para todos (para los que ganan y para los que no) no acaban hasta que se acaban, hasta que suena el pitido final. Puedo aceptar que, con una ventaja clara y en la fase regular de cualquier liga doméstica, donde el número de partidos a disputar es elevado y la posibilidad de un empate es menor, se bajen los brazos a pocos segundos del final. Pero en un torneo de dos semanas, donde cada punto cuenta, hay que luchar hasta el final, final.

No hay victoria sin honor. No para mí. Y el honor es una norma que tampoco viene escrita. No hay grises aquí. Háztelo mirar si no lo tienes y no culpes al karma por ello.

Hoy no he citado a Fito y Fitipaldis. Tienen nueva canción y una amiga me ha dicho que a los conciertos hay que ir preparados. No vamos a dejar que los cuervos sean los únicos que se lo pasen bien, ¿verdad?