viernes, 14 de abril de 2023

LAS GAFAS QUE CASI TODO LO VEN

Recién llegado de Boston de ver a los Celtics, imbuido todavía por la experiencia de mi primer partido NBA, por el ambiente, superadas totalmente las expectativas en cuanto al espectáculo vivido y feliz por poder compartirlo con la familia, me envían un enlace a un podcast de baloncesto. "Aquí va un programa para ti..." dice el mensaje de WhatsApp. 

Lo de cambiar husos horarios es nuevo para mí así que eso del jet lag también, y las seis horas de diferencia con Boston se notan bastante. La persona que me envía el enlace me conoce bien y sabe que me va gustar lo que voy a oír. Perfecto, porque hoy martes toca entrenamiento de baloncesto en Santiago con mi hijo y es una buena manera de entretenerse en el coche para que esa diferencia horaria no se note tanto.  Bluetooth activado y ponemos en marcha el episodio 29 del Alma del Juego by Soul Basketball con Antonio Pérez Cainzos como invitado. "Aquí va un programa para ti..." Nada más empezar a escuchar entiendo el por qué de esa frase. 


EP.29 Antonio Pérez Caínzos
El Alma del Juego by Soul Basketball 23 marzo 2023


Que gran descubrimiento este podcast conducido por Quim Gómez, Soul Basketball, donde mezcla dos de mis grandes pasiones como son la música, el Soul en este caso, y el deporte con el baloncesto como eje central. A Antonio, protagonista del episodio 29 donde habla de metodología para enseñar baloncesto, algo que me preocupa mucho en el deporte de hoy en dia, no lo descubrimos ahora. Yo al menos no y él a mí tampoco, por eso aquello del programa para ti. Pero sabéis, aún así no deja de sorprenderme (más adelante entenderéis por qué)

Hace más de treinta años, en el Inef Galicia, Antonio ya era un tío con un balón naranja pegado a la mano aunque no por ello dejaba de jugar a todo lo que se podía jugar en aquel momento, y os aseguro que allí teníamos muchas opciones. Que decir de aquellas noches de "chinchón" antes de que la selección española de basket pusiera de moda la "pocha". Acabo de regresar de Boston con la familia de ver en directo a los Celtics porque mi hijo también tiene una Soul de Basketball enorme y nos arrastra, nos dejamos arrastrar su madre y yo por esa pasión que nos une todavía más como familia. Allí, en Boston, me compré una gorra de los Celtics... otra más. Antonio no se acordará pero la primera gorra molona que tuve fue un regalo suyo; preciosa, azul, con el swoosh de nike en amarillo. Puede que seas el culpable de mi afición por las viseras, que lo sepas. 

Antonio es de esas personas que dicen lo que piensan, no porque se pare a pensarlo, que también, sino porque realmente lo piensa. Y con pensar me refiero a que no lo dice para quedar bien y tampoco deja de decirlo si el hacerlo pudiera dejarlo en mal lugar a oídos de otras personas. Lo mejor de todo... que luego va, lo hace y así lo enseña. Es un tío que usa la objetividad que los datos le aportan para medir y confirmar aquello que la experiencia, la intuición y el amor por el basket le dictan. Las "gafas" que le llama él. Esas gafas que casi todo lo ven son un medio para crecer como entrenador, para meter experiencias en la maleta de los sueños, conocimientos de los que echar mano en su momento. El concepto de estrategia es saber escoger el sistema de juego adecuado en función de las circunstancias que te vayas encontrando, las múltiples posibilidades de tareas colectivas y distribución de los jugadores en el espacio, condicionado todo ello por las características físicas, técnicas, tácticas y afectivas de los jugadores y limitado además por el reglamento. Parece fácil pero en realidad no lo es, las gafas no son mágicas y hay que aprender a hacer buen uso de ellas. 


Fuente: Diario de Sevilla 

Antonio emplea la metáfora de las gafas para dar a entender la dificultad de la necesidad de comprender la dinámica del juego, del equipo, de los jugadores, de los condicionantes externos que los rodean... Es una persona que ha ido al oculista todas las veces que ha creído necesarias y más para no depender de las cartas que le han tocado y adaptarse a ellas, para saber discernir de entre todos los conocimientos que posee cuáles son aquellos que va a necesitar para ganar a este equipo o aquel otro, para hacer mejor al suyo, para crecer con sus jugadores, para asimilar la realidad del club en el que esté. Los miopes, si no utilizan las gafas cuando lo necesitan terminan por aumentar la miopía, estropean la vista y lo que es más importante, la visión. Aquellos a los que no les importa que les llamen "gafotas" o "cuatro ojos", acaban encontrando el camino a pesar de las deficiencias previas sin compararse con los demás porque eso es un síntoma de debilidad interior. Demuestran una integridad y una identidad propias, que pueden haber aprendido de otros pero que han hecho suyas, las han engrandecido y por ello se les aprecia. 

Vivimos en una sociedad cortoplacista, lo queremos todo para ya y se ha vuelto normal que los diferentes ámbitos sean un reflejo de lo que la sociedad demanda. Pero, ¿y si fuera al revés? ¿Y si el deporte, la música, la cultura, fueran el medio con el que mostrar una manera de actuar diferente en la que importe tanto el componente individual como el objetivo colectivo a conseguir? El mundo se está volviendo cada vez más hipócrita y es muy reconfortante comprobar como todavía quedan personas que ni transigen en su manera correcta de entender el deporte ni evitan los conflictos, sino que los gestionan siempre con el objetivo mayor de implicar a todos en la tarea teniendo en cuenta las características individuales diferenciadoras de cada componente del equipo. Cohesión se llama eso. Gestionamos personas. ¿Y si creemos un poco más en estas personas para crear algo más grande, sólido y duradero que redunde en el beneficio colectivo? Antonio lo que quiere lograr es que el deporte tenga más continuidad haciendo que los jóvenes se tropiecen menos de lo que nosotros nos tropezamos en su momento. Ojo, no hablamos de ponérselo fácil, sino de que tengan más medios con los que puedan crecer. Admite que no le gusta el término "usar" con esa connotación que tiene de utilizar al deportista simplemente para  conseguir los objetivos. Sabes que la familia es muy importante para mí y por ello no dudaría en poner a mi hijo en tus manos. Muéstrale la realidad del baloncesto, llénale la mochila de ilusión, enséñale las múltiples posibilidades de ser útil al equipo y a si mismo, haz que crezca como jugador y como persona. Si haces eso, ya no tendrás que usarlo, es él mismo el que te seguirá donde quiera que vayas.


Un equipo legendario: no se trata de deporte, no se trata de ganar... se trata de crecer

En una ocasión me encontraba a los pies de una montaña mirando hacia la cima y un "sherpa" se me acercó. Me dijo que hay dos tipos de mentalidad: mentalidad fija y mentalidad de mejora. Con la primera buscaré la seguridad y no querré aventurarme a intentar la escalada por miedo, aunque este, lejos de paralizarme, debería mantenerme alerta y hacer que esté mejor preparado. Con la segunda averiguaré dónde estoy, por dónde voy a ir, cómo, con quién, con qué, cuándo... y fallaré seguro, pero me corregirán, evolucionaré y progresaré. Cada vez que fallas estás más cerca del objetivo. Antonio no deja de sorprenderme porque está con la mentalidad de mejora en modo On permanentemente.

Me encanta Fito y Fitipaldis y lo sabéis, jejeje. Una de las cosas buenas que tiene Fito es que en cada álbum graba una canción de otro grupo que acaba abrazando como suya. Creo que es una especie de homenaje a aquellos que han ejercido influencia en su música. En "Los sueños locos" hay una canción de Leño que canta con Rosendo, "Mientras tanto"  Creo que resume muy bien eso que dice Antonio de sentir el baloncesto, sentir el juego y la necesidad de mantenerse actualizado para desempeñar su trabajo correctamente. A mí me pasa con esto de escribir, necesito un sentimiento que despierte en mí la necesidad de contarlo.

"Viviré con intensidad
cualquier motivo o sensación
subiré a otro escalón
cuando sienta la necesidad"

Durante la entrevista, por los temas que van tratando, hay un momento en que Quim Gómez le confiesa a Antonio que Xavi Sastre, protagonista del episodio 22, le dice: "tienes que hablar con Antonio, tienes que hablar con Antonio..." Que bueno Quim que hayas hablado con Antonio y que ahora todos podamos disfrutarlo porque compartir es un privilegio con el cual hay que ser generoso. 

Sabes aquello que dicen los radioaficionados para asegurarse de que el mensaje ha llegado de ¿me copias? Alto y claro Antonio. Te copio y lo suscribo. Sabías que me iba a gustar el podcast cuando me enviaste el enlace. De hecho, no tardé mucho en ponerlo en mi estado de WhatsApp y un amigo común me dice: "Espectacular Máster de Antonio" Espectacular es la palabra. Awesome!!! Great Job!!!

Yo soy de presumir de muy pocas cosas. Una de ellas es la fortuna, el honor, el privilegio de disfrutar de la amistad de personas que me enriquecen. En la distancia casi siempre por circunstancias de la vida, y en persona siempre que se puede. Así que nos vemos el 23 en la Caldera del Sar, con la camiseta del Betis por supuesto, pues no vamos a transigir ahora con nuestra forma de entender el deporte, evitaremos el conflicto y sino gestionaremos, jejeje.

Nos vamos con la canción que abre el podcast, "Love and trust" de Mavis Staples. Nos vamos con la mentalidad de mejora en modo On!!!




lunes, 20 de marzo de 2023

ESFUERZOS PERFECTOS. LA ILUSIÓN SIEMPRE FUE ANTES QUE LA ACTITUD.

Aviso a navegantes. Todo lo expresado aquí, como siempre, es una opinión particular basada en lo que sé, lo que veo y lo que desafortunadamente me ha tocado vivir. No hay verdades absolutas, y la mía, tampoco lo es. 

Hay un dicho en el mundo del deporte: "no buscamos partidos perfectos sino esfuerzos perfectos" Lo suscribo. Enterito. Sabéis que soy de aquellos que consideran que la recompensa está precisamente en eso, en el esfuerzo, y no en el resultado. Eso es lo que premio en mis clases, es el criterio más importante al que se enfrentan mis alumnos si quieren superar la materia. Los chavales lo saben y de sobra me lo regalan... la mayoría. Lo que puede que no sepan es que el regalo no me lo hacen a mí, sino que se lo hacen a ellos mismos porque se enfrentan a la tarea con dignidad, que es la virtud que define a aquellos que sienten respeto por sí mismos y también por los demás. Sin embargo, como todos sabemos, los partidos no siempre son perfectos, de hecho casi nunca, y si pese a ello seguimos en la pelea, esforzándonos, la virtud se convertirá en hábito y ahí habremos ganado por goleada. Recordáis aquellas palabras de Rafa Nadal de una entrada anterior que decían así: "Cuando una persona ha tenido éxito y lo ha tenido de manera continuada es porque tiene la actitud y la ilusión necesarias para ir a trabajar, en mi caso a entrenar, con una predisposición adecuada"

Fuente: istockphoto.com

Con el paso de los años y el aumento de la exigencia extrínseca a la tarea en sí, si nos encontramos con alguien que no está concentrado en el trabajo a realizar siempre se le achaca a que tiene una mala actitud, ya nada se dice de la ilusión. ¿Qué pasa con ella? ¿Ha desaparecido? Os aseguro que en los orígenes sí estaba, de hecho, estaba desde mucho antes que la mejor actitud del mundo y con el tiempo han de ir de la mano. No hay un solo chaval que decida dar el salto de solo jugar a entrenar para poder seguir jugando mejor si no tiene ilusión por el juego. La ilusión es lo que lo mueve en ese momento porque nadie lo obliga a dar ese paso. Somos los demás (entrenadores, padres...) los que tenemos que estar ahí para recogerlo, para que no se caiga y continúe en pie dando pasos cada vez más rápidos, más altos, más fuertes, más precisos. Y sí, por el camino se va a hacer mucha pupa, por supuesto, pero tiene que ver los obstáculos como una parte del mismo, simplemente no le pongamos más de los que ya se va a encontrar. Rafa Nadal sigue hablando de ilusión con casi 40 tacos. Es fantástico oírlo hablar así, y dolorosísimo, comprobar la falta de ella en chavales de 14, 15 o 16 años.

"Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo" Por favor, no sigáis leyendo sin antes ver el vídeo donde Will Smith la caga a base de bien despojando de toda ilusión a su hijo que solo sabe que es sábado, que toca baloncesto, que la pelota es redonda y hay que meterla por un aro. Es un renacuajo al que le cuesta botar la pelota, ¿qué queréis que tenga? ¿Actitud? 

La ilusión siempre fue antes que la actitud, y cuando con el tiempo vayan de la mano, habrá días en los que todo ese esfuerzo que pongamos en la tarea traerán consigo un partido perfecto. Y entonces, ¡ay amigos! ahí todo cobrará más sentido todavía, y lo formidable, si os paráis un poco a pensarlo, es que no será por el partido en sí sino por todo lo que lo rodea. Hay una película de Kevin Costner, "Entre el amor y el juego", drama romántico con el béisbol como hilo conductor, donde Billy Chapel (Kevin Costner), pitcher de los Detroit Tigers en el ocaso de su carrera, realiza un partido perfecto eliminando a todos los bateadores del equipo contrario que no consiguen llegar a primera base en las 9 entradas. Un esfuerzo perfecto que trae consigo un partido perfecto, y como en todo deporte colectivo que se precie de ello, con la ayuda de sus compañeros por todo aquello que Billy Chapel les había dado en sus 20 años de carrera. Ya no se trataba solo de deporte, era mucho más que eso. Sabedor de que iban a traspasarlo al finalizar la temporada, a mitad de partido, notifica a los dirigentes que lo deja por amor al juego. No entendieron que a un ganador con la ilusión intacta, no se le mide por las victorias sino por las ganas de ganar. Cuando esta primavera se acerque la celebración de Roland Garros y Rafa Nadal esté recuperándose de la lesión que lo tenga parado, que la habrá (este es un tema que no comparto y debería mirárselo porque no se puede entrenar a medias para competir a full, el resultado es previsible)  la pregunta que deberíamos hacernos no es sobre la manera en que Rafa afrontará el torneo; con ilusión, actitud y unas ganas terribles de ganar. La pregunta para mí es ¿cómo es posible que después de tantos años mantenga la ilusión intacta? Recordad que a un ganador no se le mide por las victorias y Rafa ya lleva unas cuantas.

Esa frase, la de los esfuerzos perfectos, quizá la pude leer en el libro "Cuando éramos los mejores"  o las películas "Hoosiers" o "Coach Carter". Grandes películas con el baloncesto como telón de fondo y el carácter, el compañerismo, la solidaridad, la actitud o la ilusión como protagonistas. Los justificados enfados o el malhumor mostrado por los entrenadores al principio, se van diluyendo a medida que los chavales identifican sus miedos, comprenden la noción de equipo y la búsqueda del esfuerzo común como argumento cohesionador, la dignidad y el respeto con los que han de afrontar los retos, "comportarse como un ganador para ser un ganador". Ni una mala palabra, ni un mal gesto, solo unas normas a seguir que todos son libres de aceptar.

Fuente: Amazon Prime Video

De nuevo os pido por favor que no dejéis de ver el clip de 1 minuto de duración que extraigo del documental de Amazon sobre la Rafa Nadal Academy. Las palabras de Rafa son para enmarcar, si es que se puede hacer eso con las palabras: aprecio, empatía, inteligencia emocional para saber cuando apretar o aflojar, respeto, ilusión. Pinchad en la imagen superior para disfrutar de un discurso inapelable e inspirador sobre el modo de entender el deporte y la manera en que este tiene que ser enseñado. Estaba a punto de escribir la palabra soberbio entre exclamaciones para expresar lo espectacular, lo grande que me parecen sus palabras porque no solo se limita a decirlas, sino que ejerce la responsabilidad que ello conlleva ejemplificándolas con los alumnos de su academia y con todo aquel que se cruce por la calle. Fijaros que tontería, pero no lo he hecho por esa otra acepción de la palabra que es creerse superior, con un trato distante respecto de las demás personas en lugar de la cercanía de la que hace gala. Así que ¡¡¡IMPRESIONANTE!!! lo define mejor. Un monumento habría que hacerle a Rafa. Ah, que ya lo tiene... pues otro.

En el extremo opuesto encontramos una anécdota de Charly Wegelius, exciclista profesional, en su libro "Gregario". En el ciclismo es de sobra sabido que se define como gregario a aquel corredor que está para ayudar a su jefe de filas en todo lo que necesite. Lo acompaña hasta que es el propio líder el que tiene que echar el resto y rematar el trabajo de sus compañeros. Cuando el trabajo está hecho, el gregario se descuelga y termina la etapa ahorrando fuerzas para el día siguiente. Rematado su trabajo en una de las etapas de montaña del Tour del 2007, terreno donde Wegelius era de mucha ayuda para su líder, se descuelga hasta instalarse en uno de los últimos grupos cuyo propósito era simplemente llegar al final de la etapa. Uno de los objetivos del Liquigas de Wegelius en ese Tour era ganar la clasificación por equipos, y cuando el coche de equipo llega a su posición pasa esto: "aunque los ciclistas con los que estaba solo querían llegar a la meta con el mínimo esfuerzo posible, no me quedaba más remedio que aguantar al coche de equipo detrás de mí, mientras Maurizzo asomaba la calva por la ventanilla y me ladraba insultos y hacía sonar el claxon para que siguiera dándole fuerte. Su actitud me parecía humillante más que motivadora, y el peor método de motivación posible para las etapas de montaña. Yo estaba tan enojado que empecé a tirar con fuerza para escaparme de los grupos con los que iba antes del ascenso final del día y llegar solo a meta, no porque quisiera acabar la etapa en mejor posición, sino porque me sentía avergonzado por la situación en sí"


Grrrrrrrrrrrrr!!! Imaginaos al director deportivo rugiendo, desgañitándose a través de la ventanilla. Al entrenador en la banda escupiendo improperios a cada palabra por el enésimo "error" que no se "puede" cometer, palabras que resuenan como truenos en la tormenta en los oídos de los jugadores, fantasmas que ya no los abandonan durante el tiempo restante y coartan la iniciativa y la casi nula libertad creativa. Cuando eso sucede y lo hace con frecuencia, la canción que te gustaría escuchar en ese momento podría llevar por título "Enséñame otra vez". Y si estuviéramos en "Casablanca", en el café de Rick y nos sintiéramos como Ingrid Bergman, le diríamos al pianista, "tócala otra vez, Sam", tócala todas las veces que sean necesarias por favor (sí, ya sé que en la película no lo dicen así exactamente pero queda chulo).

Es muy típico pensar aquello de que lo que es fácil para mí debe serlo también para los demás, o aquello otro de, si yo no soy capaz tú ya ni lo intentes. Los toros se ven muy bien desde la barrera, desde ahí hasta yo puedo ser mejor torero que José Tomás. Saltar al ruedo es otro cantar ¿Dónde quedó aquello que canta Fito de sabes, quisiera darte siempre un poco más de lo que te pido? Y en los momentos oscuros, palmadita en la espalda y ya estoy más seguro. Con eso renovamos la confianza y a trabajar con la cabeza alta hasta que se nos pongan "rojitas las orejas" Si no lo hacemos así corremos el riesgo de que "el horizonte se confunda con un negro telón, y puede ser, como decir que se acabó la función".

Pep Marí: "Un entrenador no es un dispensador de instrucciones técnicas"

Para todos aquellos "deportistas" que necesitan hacerse ver más allá de lo que su juego puede mostrar y sus palabras transmitir. Para aquellos cuyo primer recurso es disparar gritos, maldiciones, cagarse en todo lo que se menea y en lo que no se menea más aún, ahí van unas muy adecuadas palabras de la película "La Intérprete" con Nicole Kidman y Sean Penn: "los disparos alrededor nos impiden oír bien, pero la voz humana es diferente de otros sonidos, puede hacerse oír por encima de ruidos que lo inundan todo, aunque no esté gritando, aunque sea un susurro, hasta el murmullo más leve silenciaría un ejército cuando dice la verdad".

Este fin de semana, el equipo de baloncesto al que se enfrentó el equipo de mi hijo era muy inferior, y a medida que pasaban los minutos perdieron totalmente la ilusión y la motivación. Dejaron de comportarse como ganadores. En ningún momento tuvieron la más mínima opción, cierto. Pero olvidaron que a los ganadores no se les mide por la victoria. No entendieron que la motivación tiene que venir por la pelota naranja que tenían entre las manos la cual es el origen de todo, así como enfrentarse a equipos mejores porque nos van a enseñar perfectamente aquello en lo que fallamos. Cuando todo va bien los errores se diluyen y les prestamos menos atención, pero cuando nos dan una patada en el culo, nuestras carencias quedan al descubierto. Al equipo que se llevó el partido en buena lid, que sepáis que, al igual que la prisa y la precipitación, la "relajasión" en exceso también es mala compañera de viaje. Los equipos rivales son diferentes cada semana pero la pelotita naranja de las narices permanece inalterable y siempre dispuesta para hacer lo que nosotros le pedimos. Hay que quererla, honrarla e intentar hacer todo aquello para lo que nos habíamos preparado. 

De nada vale la mejor actitud del mundo si no hay ilusión. En el próximo Roland Garros yo voy con Rafa. Apostar por él es hacerlo a caballo ganador porque se comporta como tal. Al tenis puede que le ganen, a ilusión y amor por el juego... no.


viernes, 10 de marzo de 2023

APRENDIENDO A SALVAR VIDAS

Como cada septiembre, a la par que la programación de las tareas escolares del día a día, pensamos en actividades puntuales susceptibles de poder llevarse a cabo. Entre los criterios para elegir estas actividades está, por supuesto, el que toque contenidos que estén incluidos en el currículum escolar. Una de las propuestas era organizar una charla sobre primeros auxilios para 3º y 4º de la ESO. Hablando con el Departamento de Ciencias nos pusimos en marcha y buscamos la manera de poder llevar a cabo la actividad. Bueno, lo cierto es que la idea se puso sobre la mesa de manera común porque son contenidos que ambas materias incluimos en el temario, pero siendo deportivos, lejos de atribuirnos méritos, los reconocemos, y la labor de Fredi en todo el proceso ha sido fenomenal para que la actividad haya podido hacerse realidad. En el cole somos un equipo, y lejos de lo que pasa en casi todos los deportes, aquí practicamos el tercer tiempo que es cuando todos, ganadores o no, celebramos juntos el haber competido. Gracias Fredi.

En la Universidade da Coruña (UDC) ofrecen una serie de charlas de divulgación científica, la mayoría de ellas presenciales, lo que significa que vas a poder escuchar, ver, tocar y sentir aquello que te están contando. No hay nada mejor que auténticos especialistas en la materia impartan sus conocimientos sobre contenidos específicos porque lo van a hacer mucho mejor que yo, además de contar con material adecuado con el que poder practicar. Charlas de Divulgación Científica 2022-23

La actividad solicitada lleva por título: RCP básica y utilización del desfibrilador: técnicas sencillas que salvan vidas. "El 60% de las muertes “súbitas” de origen cardíaco ocurren en el domicilio o en el lugar de trabajo. El verdadero problema se plantea fuera del hospital. La evidencia científica avala la importancia de la activación precoz de la cadena de supervivencia para intentar revertir la parada cardiaca súbita y el comienzo inmediato de la RCP básica y el uso precoz del desfibrilador. La RCP es una técnica muy sencilla y vital, que debería comenzar a aplicarse antes de la llegada del personal médico, "debería ser divulgada en todas partes, ya que incrementa significativamente la probabilidad de un buen resultado” (Organización Mundial de la Salud, 2008)"



La persona responsable de la charla, Pepe Palacios, fue profesor mío en Inef. Es por tanto, parte, de esa otra importantísima parte de mi vida que fue el paso por la universidad. 5 maravillosos años en los cuales, parafraseándome a mí mismo, "años en los que hice amigos, de esos que se dice se cuentan con los dedos de una mano y a mí no me llegan las dos para contarlos" El caso es que con la visita de Pepe, nos pusimos un poco al día y pude recordar y volver a disfrutar de alguna manera aquellos maravillosos años.

Total, que minutos antes de las 9.30 de la mañana, hora programada para el inicio de la charla con los terceros, Pepe y Juan clavados en el cole. Puntualidad suiza oye, y son de Guadalajara. De Juan, consultadas mis fuentes para contrastar algunos datos, me dicen que, textualmente: "Juan es un buenazo" Como no se debe decir el origen de las fuentes de información, tan solo cantaré que también es de Guadalajara (con esto creo que Pepe y Juan me han pillado, jejeje) y como pudimos constatar razón no le falta. 

Yo tuve la oportunidad de compartir la charla con los cuartos. Empezaron con una pequeña introducción sobre el tema, aportando razones por las cuales es importante saber qué hacer y cómo  intervenir en circunstancias vitales para otros. Luchan por visibilizar, por hacernos ver un problema que está ahí y cuyas estadísticas son claras al respecto. Hecho esto, pasamos rápidamente a la práctica. Pepe y Juan son dos personas que acumulan muchos años de experiencia, experiencia que no dudan en compartir y poner a disposición de todo aquel que esté dispuesto a escuchar con atención y concentración a la hora de ponerse manos a la obra. Ambos transmiten pasión por lo que hacen y alcanzan un nivel altísimo de comunicación con los chavales, tanto, que la puntualidad suiza se fue al carajo pues, la hora y media prevista para la charla se alargó resolviendo las dudas o planteándolas ellos mismos con el propósito de que el mensaje llegara fuerte y claro. Y lo hizo.


Anécdotas nos quedamos con unas cuantas: Xian, remero fuerte de la Esteirana, atragantado y aguantando la recia maniobra de Heimlich de Pepe, César convulsionando antes de mostrar como se actúa en un ataque epiléptico, Rubén, batiendo con holgura el récord de puesta en marcha del desfibrilador de Laura, dándole a la víctima un 12% más de probabilidades de salir de la parada cardíaca...

Yo conduzco un coche de una determinada marca. Cada vez que lo llevo a revisión, al finalizar, me dicen que me van a enviar una encuesta de satisfacción. Tú lo sabrás Pepe que pude ver que conduces un coche de esa marca y te habrá pasado. Con lo de la encuesta, también te dicen que solo valoran las puntuadas con 9 o 10 y que si no te importa lo tengas en cuenta a la hora de cubrirla. He de decir que el trato siempre ha sido muy bueno y no he tenido problema alguno en poner esas puntuaciones que se me pedían. No sé si en la UDC envían encuestas de satisfacción, pero si lo hacen, la valoración no puede ser otra que 10, porque de diez ha sido la experiencia. 


Teniendo en cuenta la importancia de la labor que desempeñáis, enseñar a salvar vidas, espero que no os haya parecido mal el tono desenfadado de la entrada y hayáis disfrutado de la experiencia del mismo modo que nosotros. Solo me queda daros las gracias y decir que esperamos repetir en otra ocasión. 


sábado, 4 de marzo de 2023

SHAKING THE TREE, SACUDIENDO EL ÁRBOL

"Un viernes de hace un par de semanas, acababa de dejar a mi hijo en el entrenamiento de baloncesto en Santiago, y mientras me calzaba las zapatillas para ir a correr, porque hay que aprovechar los tiempos muertos para cumplir con los pequeños vicios que nos hacen sentir mejor, caí en la cuenta que el siguiente partido tocaba contra..." 

Así comenzaba un artículo hace justo un año, una entrada con motivo de una charla que quería llevar a cabo en el cole pero que, lamentablemente, no pudo ser. La idea era invitar a un equipo de baloncesto femenino, un equipo en la élite española compuesto por chicas jóvenes que completan con gente de la cantera, más jóvenes todavía, que seguro tienen muchas anécdotas que contar a unos estudiantes deseosos de conocer los pormenores del día a día de unas deportistas de alto nivel, que desempeñan su labor a unos pocos kilómetros de nuestro cole y que no son todo lo conocidas que su gran trabajo merece. 

Al no poder realizar la actividad, la entrada se quedó guardada como borrador a la espera de una ocasión mejor. Pues bien, esa ocasión llegó y la vamos adaptar un poco a las circunstancias actuales. Llevo unos días escuchando, volviendo a escuchar a Peter Gabriel y su Secret World Live; Don´t Give Up, In your eyes, Red Rain, Come Talk to Me, Solsbury Hill, Shaking the Tree... Guau!!! Cuando uno es joven, más joven, y comienza a salir por las noches de fiesta, siempre hay alguna canción que te pones mientras te miras al espejo, calentando motores y buscando el ok al estilismo 😂😂😂. Shaking the Tree era una de ellas, es una de ellas, por ritmo y por mensaje. Se acerca el 8 de marzo y es increíble que treinta y pico años después de esa canción tengamos que seguir sacudiendo el árbol, abaneando diría yo, para reivindicar el papel de la mujer en la sociedad.

Así continuaba la entrada... "Días más tarde de haber dejado caer la idea, me recuerdan que se acerca el día de la mujer y podríamos aprovechar el evento como una actividad de cara a esta jornada. De hecho, en la empresa de mi mujer que es del ramo de las tecnológicas, están promoviendo una actividad para atraer a las mujeres al entorno STEM, acrónimo en inglés (que queda más chulo) de lo que en español sería: Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Hay pocas mujeres que se dediquen a la ciencia y la tecnología "porque no lo ven como algo cotidiano en su entorno familiar y círculo de amistades. Cuanto más temprana sea la edad a la que descubran la ciencia como algo cercano y accesible, más posibilidades habrá de que se sigan interesando por ella y la elijan como opción de estudios y carrera profesional" Ana Castro. 

Fuente: Instagram Altia News 

Fuente: Carmen Miguéns, que también es de Ciencias 😉

Pero, y no quiero meterme en un jaleo, yo no soy de celebrar días de nada y el de la mujer tampoco. Creo que solo sirven para que algunos tengan la conciencia tranquila durante los otros 364 días del año. Además, yo no tengo un día del hombre... miento, porque cuando lo necesito ahí está mi mujer para darme ese espacio y yo hago lo mismo con ella. Se llama COMPARTIR y de esa manera todos los días son de ambos, aunque a veces, uno de los dos, lo necesite más. Todos los días son el día de la mujer ¿Recordáis aquello de cómo puedo ayudar de una entrada anterior?

Dice Coral Bistuer, olímpica en Taekwondo en Seúl y Barcelona con sendas medallas (bronce y oro) en ambas competiciones pero que no contaron para el medallero por ser deporte de demostración en una y de exhibición en otra, que "las cosas no son de hombres o de mujeres. Son los hombres y las mujeres los que hacen las cosas" Así que la idea de que el equipo de baloncesto nos diera una charla no vino porque fuera un equipo femenino de máximo nivel, que también, sino porque hacen las cosas bien para estar al máximo nivel con todas las elecciones, no sacrificios, que ello conlleva. Son "profesionales" aficionadas con el mismo compromiso en la tarea de los "profesionales de verdad" pero sin la misma repercusión mediática y seguro sin las mismas recompensas externas, pero con una satisfacción interior enorme por poder medirse con las mejores. 

Veía el otro día una entrevista con Irati Etxarri, jugadora de Cadí la Seu y de las destacadas del Campeonato de primera división. Cuenta que empezó su andadura profesional en Araski Vitoria siendo junior cuando el equipo no tenía visos de ascender a primera división. Pero lo lograron, y en lugar de reforzarse para la nueva categoría con jugadoras más veteranas y experimentadas, contaron con ella para la nueva aventura. El equipo ascendió de categoría e Irati creció con ellas y no ha dejado de hacerlo hasta hoy (Irati Etxarri es hoy en día jugadora del Uni Girona. Recientemente ha sufrido una grave lesión que la mantendrá alejada de las canchas una larga temporada. ¡¡¡Ánimo Irati!!!) Esa es una de las cosas buenas que tiene la Liga Femenina, son cantera de verdad. La hija de una amiga que completa en ocasiones el equipo de las mayores está viviendo una experiencia fantástica, una aventura que no sabemos donde terminará y para la cual hay que seguir preparándose mejorando cada día. Cuenta Rafa Nadal que "cada torneo que viene no lo he ganado, esta es la realidad. Porque al final, cuando te vas a jugar un torneo en el que vas a competir es nuevo cada año, y la ambición mía nunca ha sido desmesurada, ha sido una ambición sana. Lo que me motiva a mí es que me gusta hacer lo que hago, esta es la realidad. Me gusta entrenar y me gusta competir. Cuando una persona ha tenido éxito y lo ha tenido de manera continuada es porque tiene la actitud y la ilusión necesarias para ir a trabajar, en mi caso a entrenar, con una predisposición adecuada" La fuerza más grande que tienen los jóvenes talentos, y también los no tan jóvenes, es la ilusión que les hace mejores cada día que pasa. Ilusión, actitud, compromiso, humildad... ¿son de hombres o de mujeres? ¿O son de los dos? El basket es de todos, y las chicas de este equipo lo hacen de fábula por lo que merecen todo nuestro respeto, admiración y apoyo para que la aventura continúe. Ser competitivo no es querer ganar siempre, es poner todo aquello que tenemos dentro en ese momento para intentarlo. "Es evidente que no todos los días de tu vida vas a poder dar tu máximo. Hay días que tu cuerpo te permite dar el 100%, otros días te permite dar el 80 o el 50... el tema es que cuando tu cuerpo te permite dar el 60, tienes que dar el 60, no tienes que dar el 20 simplemente porque aquel día las cosas no están perfectas" Rafa Nadal. 

La Autoconfianza es ser consciente de las capacidades que uno tiene, saber que soy capaz de hacer algo bien porque ya lo he hecho anteriormente en los entrenamientos. La Autoestima es no necesitar hacerlo siempre perfecto para que las cosas vayan bien y no venirse abajo si van mal, porque nunca es un fracaso cuando uno se esfuerza en conseguir un objetivo. Lo importante, y me van a matar los que viven de la victoria, no es ganar. Lo importante es el compromiso que se adquiere con uno mismo y con el equipo para intentar ganar. Hay que, o se debería, jugar sin mirar el resultado porque nuestra valía como deportistas y como personas no depende de ello. Dice Imanol Ibarrondo que los equipos son de alto rendimiento, no de alto resultado. Nuestro rendimiento depende de nosotros mismos, del entrenamiento que hayamos hecho y de intangibles que no se pueden medir pero afectan al rendimiento, algo que no siempre se tiene en cuenta por parte de los entrenadores y ellos también son una parte importante del equipo que no siempre entienden las necesidades de sus jugadores. Del resultado que saquemos ya se ocupa también el rival, y si fue mejor, hay que felicitarlo y seguir trabajando para ser mejores la próxima vez. Este finde he ido a ver el partido del Rosalía contra Barakaldo y el rendimiento ha sido, para mí, altísimo a pesar de la derrota. Por cierto, el entrenador de Barakaldo ha jugado siempre mirando el resultado, y no ha entendido que la número 21 ha competido coja con tobilleras en ambos pies. Eso no es un intangible que no se pueda medir y aún así no ha comprendido que hoy sus necesidades eran otras y que estaban muy por encima de los intereses del equipo. Gran resultado... 


Fuente: Gigantes

Una de las cosas sobre las que me gustaría que nos hablasen las chicas en la charla tiene que ver con el tema de los estudios. Es evidente que nuestros alumnos de 4º de la ESO están aproximándose a un momento en el que van a tener que hacer ciertas elecciones personales en el ámbito académico para enfrentarse más tarde al examen de acceso a la universidad. Es un momento importante en la vida que va a marcar de alguna manera el camino a recorrer en años venideros. Este tema salió en una conversación con otros padres cuyos hijos juegan a basket y se comentó su importancia y la influencia que ejerce el tiempo invertido en entrenar en detrimento del tiempo que se ocupa en estudiar. Se dijo que quizás algunos escogerían dejar el deporte para evitar distracciones y centrarse en otras ocupaciones y responsabilidades. Yo, desde mi propia experiencia, intervine diciendo que de ninguna manera esa me parecía una elección correcta. Pero claro, que podía decir yo que no fuera eso cuando el deporte me lo ha dado casi todo, me lo sigue dando, y el trote o la salida en bici de mañana, que serán nuevos como dice Rafa Nadal, acrecientan mi ilusión. El deporte no es una incógnita que haya que despejar cada día, es una constante que se repite cada vez de manera diferente y siempre satisfactoria. Creo que los que escogen el camino del deporte y lo aman de verdad, no se cierran por ello otros caminos igual de importantes y que para nada son excluyentes entre si, sino que se complementan y se necesitan mutuamente. La atención es la conciencia enfocada en la tarea, y no hay nada mejor para despejar la mente y organizarte que practicar el deporte que amas. "Ordenar y planear tu vida no te limita. Te da la oportunidad de engrandecer infinidad de momentos e incluso el factor sorpresa de saborear aquellos que no habías incluido en tu lista" Arantxa Mallou. Ella nunca dejó de jugar a basket mientras estudiaba medicina.

Creo que somos muy afortunados de poder contar en el cole con unas deportistas de alto nivel, alto  nivel que no se limita solo a la cancha de baloncesto sino que trasciende el aspecto deportivo y se amplía más si cabe en otros ámbitos de la vida diaria. "El secreto para triunfar ahí fuera es triunfar aquí dentro" que dirían en la película Coach Carter. 

No puedo despedirme sin mencionar la letra de alguna canción que haga referencia al tema del que hemos tratado. Últimamente escucho mucho una de Sidecars con la colaboración increíble de Carlos Tarque, cantante de M Clan. Dinamita se titula. Es de esas canciones en las que no se necesita cantar muy alto para que el mensaje llegue con fuerza: "Creételo, no hay dios, que me cure de ti..." El amor por el deporte, el basket en este caso particular, es como dice Miguel Ríos: "directo al corazón como el primer amor"

No me daba llegado el momento de publicar esta entrada! Tenía muchas ganas porque el tema lo merecía, lo sigue mereciendo a pesar de que las protagonistas, las chicas, hace muuuucho tiempo que se han ganado el respeto, la admiración y todo aquello que se supone debían ganarse tan solo por ser chicas. Para todo aquel, y aquella (porque habelas, hailas) que todavía no se ha enterado, ponte Shaking the Tree mientras te miras al espejo, "abanea" las caderas al ritmo de la canción y a ver si caes del árbol o "de la burra".


IT´S YOUR DAY, A WOMAN´S DAY!!!





miércoles, 1 de marzo de 2023

NOELA MASTER TEAM

Los que somos de pueblo nos sentimos afortunados por muchas razones, yo al menos sí. La calidad de vida de la que puedes disfrutar es mayor, y cuanto más "mayor" te haces, más la valoras si lo que buscas es tranquilidad. Yo soy fácil de satisfacer porque soy feliz con pequeñas cosas que me hacen el día a día más llevadero; un café, un paseo, una charla con amigos o familia, una mezcla de las tres... Y si el deporte es de aquellas cosas que no puedes perdonar porque te da la vida, siendo de pueblo, es casi como bajar a la calle y ya. Que te voy a contar si, debido a la buena ubicación, tienes la fortuna de contar con un sinfín de posibilidades de esparcimiento al alcance de la mano y múltiples opciones de dar rienda suelta a la pasión deportiva. Y para rematar, súmale las grandes iniciativas deportivas tanto públicas como privadas, algunas de las cuales no son nada sencillas de poner en marcha y menos aún de consolidar. Una de esas iniciativas, a las que no me costaría nada adherirme, tan solo por aquello del café, el paseo y la charla con amigos, es la del Equipo Ciclista Galego de Categoría Master Noela Master Team ... si levantan un poco el pie del pedal, claro 😂 


Charly Wegelius, exciclista profesional, narra en su libro "Gregario"  el inicio del Giro de Italia del 2007: "la carrera empezó con una contrarreloj por equipos en Cerdeña... con el tiempo yo había acabado comprendiendo las habilidades que se necesitaban para una prueba de este tipo; cada corredor tiene sus puntos fuertes y débiles,  pero la contrarreloj recompensa el esfuerzo común. La habilidad más importante, más que la potencia o la fuerza, es la capacidad de trabajo con los demás, poder reaccionar y adaptarte a los puntos fuertes y a las debilidades de los que te rodean para que el equipo sea una unidad cohesionada"

Esta noción de equipo es la misma con la que nace y se consolida el Noela Master Team. Es una victoria colectiva de todos y cada uno de sus integrantes porque, los que ganan las carreras son los corredores que son la parte visible pero, si indagas un poco, la infraestructura que hay detrás para que esos ciclistas puedan salir a la carretera es enorme y requiere de una gran inversión. Económica por supuesto, donde los patrocinadores cumplen un papel fundamental sin cuya ayuda, que va más allá de la mera aportación monetaria, sería imposible cubrir gastos: coches de equipo, ropa, hoteles, seguros, desplazamientos... Y de tiempo. Que importante el tiempo cuando en el apellido del equipo va la palabra Master. Eso nos indica que ya tenemos una cierta edad y unas responsabilidades más allá del deporte; trabajo, familia, amigos... Al trabajo no podemos ni debemos, por muy "profesionales" que queramos ser en nuestro deporte, renunciar. Y si tenemos en cuenta que los deportes de largo aliento como el ciclismo requieren tiempo para entrenar, ya podemos aplaudir y agradecer a la familia por entendernos y aguantarnos, sobre todo cuando, por la razón que sea, no podemos salir a rodar. Porque la casa del ciclismo no solo está en Eurosport, ¿o no? 😉

Hacía tiempo que quería hacer una charla en el cole para poner en valor la manera que estos chicos tienen de disfrutar el deporte. Hoy en día, cuando los chavales piensan que algo es muy difícil o muy cansado, enseguida dicen aquello de, "esto no es para mí" Al contrario, el ciclismo no es solo para los buenos, es para todos. Gente de todos los niveles que quiera disfrutar de la bicicleta a su nivel, el cual os aseguro que sube muchísimo cuanto más disfrutas, y sí, también cuanto más practicas, porque nada viene dado, hay que salir a buscarlo y ganárselo. Competimos, si queremos decirlo así, contra nosotros mismos y nuestras circunstancias, las cuales irán cambiando a medida que dominemos la bicicleta y contemos con la inestimable ayuda de nuestros compañeros y de la familia.


El caso es que me puse en contacto con Pillá, cariñosamente apodado "o vello" por el resto de componentes del equipo. No por su edad, sino por su experiencia y porque así es como cuida él a los corredores, con cariño, para que no tengan más preocupación que salir a entrenar con seguridad y puedan dar lo mejor de sí mismos en la carretera. Pillá es el "Directeur Sportif" que dirían en el Tour de Francia, el que se encarga de que todo esté a punto; bicicletas, mecánica, alimentación... así que quedamos en poner en marcha el evento tocando ciertos temas de los cuales ya hemos hablado anteriormente como el trabajo, los patrocinadores y la familia. Añadiendo además otros como pueden ser mostrar cómo es una bici de carretera de competición, qué es un potenciómetro y para qué sirve, qué elementos llevan en el coche de equipo, la postura correcta para montar en bici, la nutrición tanto en carrera como en competición, ser deportista y no solo parecerlo lo que implica respetar a los demás competidores y personas que como tú montan en bici y te puedes encontrar a diario en la carretera, respetar las normas de circulación para, entre otras cosas, que te respeten a ti también los conductores, respetar el medioambiente no tirando residuos en los entrenamientos, aprender a escuchar el cuerpo y saber cuando podemos darle más caña o no... 

Volviendo al símil de la contrarreloj por equipos como concepto de equipo, y a esa etapa inicial del Giro del 2007, Charly Wegelius cuenta que: "algunos consideran que ganar una contrarreloj por equipos es solo media victoria, pero yo nunca le vi lógica a ese razonamiento. Todos nos habíamos esforzado mucho por esa victoria y la merecíamos" Cuenta que Danilo Di Luca, jefe de filas del Liquigas y a la postre vencedor de ese Giro, subidos en el podio le dice que "ganar una contrarreloj por equipos no es como una victoria normal porque esta la compartimos entre todos" 


Del mismo modo, la única manera de mantener y consolidar en el tiempo una iniciativa fantástica como la del Noela Master Team, es arrimando el hombro y dejando el egoísmo individual propio del corredor de fondo a un lado. Hay una voz italiana que gritan los tifosi cuando la carrera se pone cuesta arriba: ¡¡¡vai duro, tieni duro!!! ¡¡¡Vamos fuerte, aguanta!!!

 VAI DURO NOELA MASTER TEAM!!!




viernes, 17 de febrero de 2023

AL FIN Y AL CABO, PENSÉ, EL MUNDO ES TAL COMO NOSOTROS LO HACEMOS

No hay dos personas iguales, tampoco tan diferentes... ¿o sí? Lo cierto es que cada uno bebe y se alimenta de distintas fuentes que van cimentando su personalidad en una u otra dirección. Fuentes a las que se acude en los momentos inciertos para asegurarse que el camino no se tuerce y la senda escogida es la correcta; una charla con una persona querida, el consejo de un amigo. Fuentes que te hacen reflexionar; una película, una canción, las noticias en el telediario, la acción de terceras personas, una lectura...

Una de esas fuentes a las que me gusta acudir cada domingo, al calor y aroma del café de la mañana en el Manducka, es la lectura de la columna semanal de Pérez Reverte. Fuente inagotable de reflexión que nunca deja indiferente.

En el artículo del 1 de enero, el cual podéis leer pinchando en la imagen de arriba y que muy acertadamente titula, por el contexto y la situación reproducida, "La sombra de las Hienas" (hienas va en mayúscula porque merecido lo tienen los "malvados" protagonistas del artículo) relata la diferente manera de actuar de unas "personas" y otras personas ante la misma situación; con indiferencia, incomprensión y falta de humanidad o, comprensión, sentido de la responsabilidad y empatía. Supongo que las fuentes de las que han bebido unos y otros no son las mismas...

"Es curioso cómo, en un mismo lugar y al mismo tiempo, puede observarse lo peor y lo mejor de la condición humana. Eso, a poco que nos fijemos, sucede en todas partes... Me ocurrió el otro día. Estaba viendo con los hijos de unos amigos El rey león en el teatro Lope de Vega de Madrid, y en la fila de delante había una chica joven de edad extrañamente indefinida, entre los dieciséis y los veintipocos años. Había algo en ella, que llamaba la atención... La chica estaba pendiente de las escenas de una manera ávida, con extrema atención, como si lo que allí ocurría no fuese un relato imaginado sino algo en lo que se sentía implicada. Como si ella misma estuviese ahí arriba... Me fijé mejor. No soy experto en analizar conductas, pero me pareció la suya una inusual emotividad. Casi infantil, todo el rato. Términos como autismo, asperger o alguna clase de percepción del entorno diferente a la habitual me pasaron por la cabeza... En las escenas más tenebrosas de la obra, cuando el malvado Scar hace de las suyas o cuando las sombras y siluetas de las hienas entenebrecen el escenario, ella se sobresaltaba y gemía «no, no, no» como si estuvieran a punto de arrancarle la vida. Sufría visiblemente, angustiada, y a veces se volvía hacia sus acompañantes –un hombre y una mujer de cabello gris, seguramente sus abuelos– como para refugiarse en ellos... En otras ocasiones, sin embargo, en las escenas felices o cómicas protagonizadas por Rafiki, Timón y Pumba, la chica se relajaba, desenvuelta, satisfecha. Reía y miraba alrededor como si invitase a cuantos la rodeábamos a compartir la felicidad que sentía... 
Lamentablemente, la mayor parte de quienes ocupaban las butacas contiguas lo sentían de otra manera. Menudeaban los «chist, chist», los «vale ya» y los «a ver si nos callamos de una vez». Algunos eran desagradables; hostiles, incluso...
Había una excepción notable, encantadora. En mi fila de butacas, a mi derecha, una joven atractiva y un muchacho alto y bien parecido, sentados juntos, sonreían amables cuando oían reír a la chica extraña, y dirigían miradas reprobadoras a los gruñones aguafiestas que se quejaban de ella. Y al acabar la función, la joven que había estado sentada a mi lado, puesta en pie e inclinada sobre los respaldos de las butacas, se acercó a la chica, diciéndole: «Es una obra estupenda, ¿verdad?… También a mí me ha gustado mucho». Y la abuela, que al verla dirigirse a su nieta se había puesto en guardia, temiendo tal vez alguna impertinencia, se quedó sorprendida y quieta, mirándola fijamente. Y después, poniéndole una mano sobre el brazo, murmuró un «gracias» emocionado.
Salí de aquel teatro con una sonrisa que aún no se desvanece del todo. Al fin y al cabo, pensé, el mundo es tal como nosotros lo hacemos"

Bueno, quizás ya no haga falta que pinchéis en la imagen para leer el artículo en su totalidad, pero es que necesitaba poner bien en contexto la naturaleza del mismo. Llevándolo a mi terreno, porque como dice Pérez Reverte, lo peor y lo mejor de la condición humana, a poco que nos fijemos, sucede en todas partes, me ocurrió hace unos días. 

Los que montamos en bicicleta, a la vista de los acontecimientos, cada vez buscamos, incluso con ahínco, carreteras secundarias, lo más secundarias posibles, no necesariamente en muy buen estado, el justo para poder transitar con seguridad por el asfalto y alejados de los coches. La gran mayoría son excelentes, prudentes y sensibles conductores, sabedores de la fragilidad del ciclista. Pero otros son demasiado temerarios en el mejor de los casos y, en el peor, ni tan siquiera les importa cerciorarse de la distancia que guardan al adelantar o al pararse súbitamente, al abrir la puerta, al girar sin poner el intermitente... sí, ciclistas de esos de los que hay que dar de comer aparte también los hay, lo reconozco porque también yo soy conductor además de ciclista.


Fuente: Facebook Iván Raña

En una de esas carreteras tan secundarias, de hecho ni siquiera es carretera, tan solo un camino pobremente asfaltado que con el paso del tiempo empeora y que comunica varios núcleos también llamados aldeas, me encuentro a menudo con aldeanos residentes, bastante mayores ya, que salen a dar ese paseo diario revitalizante al sol del invierno o de la sombra en verano. Como yo, huyen de todo aquello que pueda alterar su lento caminar, en muchas ocasiones acompañados de sus inseparables bastones, muletas o esos palos que un día encontraste en el camino y ya nunca más abandonas, en un primer momento por llevar algo en la mano y, con el tiempo y los achaques, porque si no lo llevas te abandonas sentado en casa. "Jarabe de palo" le llamo yo. No caduca, no le metes porquería al cuerpo en forma de pastillas y funciona de maravilla. A lo que iba, yo en bicicleta y me encuentro con 3 paisanos paseando y, como a mí me gusta decir, arreglando el mundo en buena compañía. En ese momento, aprietas la maneta del freno y pones la velocidad de crucero en pause, que de todos modos ya no era muy elevada porque iba en impass entre grupos de series como dice Jaime, jejeje. Lo que Jaime no sabe es que yo, ahora, voy en impass desde que salgo hasta que vuelvo a casa, ya no sé lo que son las series, disfruto de otro modo porque no me queda otra... la edad es lo que tiene. Pero le voy pillando y seguro que me animo otro día. Guante echado eh! El caso es que bajas la velocidad del todo y sueltas un "hola, buenas" para no asustar al personal. Sin meterles prisa, que esas son las mejores salidas en bici y los mejores paseos, aquellas en las que no hay prisa por volver, esperas a que te abran paso, pues cuando van caminando ocupan todo el ancho del camino que tampoco es demasiado. Cuando avanzas sueltas un ¡¡gracias!! y, el otro día me las dieron a mí por avisar que llegaba. Amigos, no se merecen, es mi obligación y mi responsabilidad para con vosotros que estáis disfrutando como yo del mismo espacio natural y precioso una tarde o mañana cualquiera. Ponemos en play la velocidad de crucero de nuevo pensando que, si me han dado las gracias por algo tan sencillo, es que quizás no es tan corriente y algún susto se habrán llevado. Que pena.

"Al fin y al cabo, pensé, el mundo es tal como nosotros lo hacemos" Con estas palabras, las mismas que ponen título a la entrada de hoy, finaliza Peréz Reverte su artículo. Joder! Hagámoslo mejor!!!


sábado, 28 de enero de 2023

UN TIPO EXTRAORDINARIO DE LO MÁS COMÚN

No es ningún secreto que me apoyo a menudo en letras de Fito para intentar que el mensaje a transmitir llegue más claramente al lector. Sus canciones son una referencia bibliográfica fantástica por excelente y extensa. Creo que sus temas son la manera que emplea para contar la vida, y esas palabras afianzadas con su presencia en directo, hacen que el mensaje llegue con más fuerza todavía. Fito en concierto es todo lo que esperabas que fuera y más. 

Extraordinario, por definición, que es poco común, sale fuera del orden o regla general o sucede rara vez. Un tipo extraordinario de lo más común canta Fito en A morir cantando, creo yo por pensar que tan solo hace algo un poco mejor que los demás, como para no darle importancia, que la tiene, y mucha. Cuando alguien tiene tantas y tan buenas canciones, cuando te gusta su música y tienes la enorme fortuna de poder acudir a uno de sus conciertos porque si no andas listo te quedas sin entrada, de algún modo vas predispuesto a pasarlo bien. Cuando eso sucede, cuando sabes a lo que vas y luego todavía te sorprenden, colega, eso es extraordinario. Y si además de ti, el teatro entero puesto en pie piensa lo mismo sobre las siete personas que están en el escenario, eso es... extraordinario. Así que, me quedo con aquello que cantas en El barro de: "hemos sido, somos y seremos nunca gente corriente" Aplica mejor en este caso.

Fuente: Fito y Fitipaldis

Es fantástico poder disfrutar de canciones elaboradas, canciones que son algo más que un estribillo pegadizo y que cuentan historias cotidianas que te hacen reflexionar porque de algún modo te sientes un poco identificado. No me gustan los conciertos multitudinarios, me agobian y no disfruto de la experiencia. Los espectáculos en teatros y auditorios son otra cosa, son más personales, conectas a otro nivel, te sientes parte del espectáculo. Sergio Scariolo y Sergio "Chacho" Rodríguez, como buen base generador de juego, cuentan que el pase es cosa de dos, te conecta con el compañero y disfrutas de la asistencia porque con ella haces feliz de alguna manera al que mete la canasta. Fito reúne a músicos de todas partes; Málaga, Madrid, Valladolid, Burgos, Gernika... abren el campo perfectamente, el escenario en este caso, y Fito no para de asistir una y otra vez cediendo el protagonismo a todos y cada uno de ellos porque sabe que juntos son mejores. Fito no sabe restar la mitad que representa cada uno de los integrantes de la banda a su corazón y multiplican el resultado. Cuando sientes esa conexión que se transmite al patio de butacas, terminas por acompañar e interactuar. Cuando llega ese momento del concierto, todos somos un poco Fitipaldis y, en ese instante, ahí, es cuando a Fito "la vida te dará los besos que tú puedas dar"


Hacía mucho que no disfrutaba tantísimo de una experiencia así. Cuando vas a un evento de este tipo, el público suele ser de un determinado tipo o edad, más o menos acorde al grupo que vas a ver y escuchar. Sin embargo, cuando recorría con la vista la cola en la entrada al teatro, o luego por el patio de butacas, pude observar a familias, chavales como yo -jejeje- adolescentes, niños con sus padres, gente de todas la edades, guau!!! Dice Fito que para hacer rock no hace falta seguir sonando como Chuck Berry. Para ir a escuchar a Fito, tan solo hay que ser un poco Fitipaldi y disfrutar "aunque solo sea un momento, y sentir que no estamos muertos. No es placer, es necesidad... encontré en el corazón el mapa de los sentimientos" Emociones y sentimientos emergen a cada canción que se va sucediendo y, a pesar de todas las canciones que atesora Fito en su bagaje, cuando el concierto termina, el grado de satisfacción es tal, que de todas las que querías que cantara, no echas ninguna de menos. Mi mujer y yo no paramos de aplaudir y de cantar con una cara de felicidad que ilumina el teatro en penumbra. Mi hijo, desde la fila de atrás y a mitad de concierto se acerca y dice, tenemos que repetir, lo que me recuerda aquello de, "antes de llegar ya te echaba de menos" Y es que cuando algo te gusta mucho, el mucho nunca es suficiente, y eso es un concierto de Fito. Así que desde entonces consulto cada día la página de conciertos anhelando que se publiquen nuevas fechas, estar raudo para pillar unas entradas y poder hacer una nueva escapada en familia que así todo sabe mejor. Mientras tanto, "si quiere que se mueva el mundo, yo me quedo aquí", noche del sábado 21 de enero en Gijón. "Ese es mi lugar, allí soy feliz"

Fuente: Noticias El Día de la Rioja

No entiendo mucho de música pero, lo que sí tengo claro, es que deberíamos celebrar más el poder disfrutar de un pedazo de artista así. Creo que solo los genios tienen la osadía de empezar La casa por el tejado, sin miedo a reconocer que Me equivocaría otra vez Pienso que al tocar y componer, Al cantar, halla ese refugio que para mí representa el deporte, donde "me puedo olvidar de todos los malos momentos y convertir en virtud defectos" Me voy a aventurar a decir que creo que es capaz de morir cantado para tener la excusa perfecta de interpretar El Funeral, mintiendo como un bellaco al decir que es una canción poco divertida, y acto seguido montar un jolgorio en el escenario al ritmo del acordeón sumándose todos los asistentes al sepelio con palmas y cánticos. Brutal!!!

Total, que si a todo esto le sumas una ciudad preciosa y amable como Gijón para pasearla y disfrutarla en familia, un buen Cachopo, con C mayúscula en la Sidrería Tropical acompañado de unos chipirones afogados, y un gran desayuno al día siguiente en el Jardín de Gloria, no vas a tener que intentar parecer ser feliz, lo eres, "solo porque hoy es hoy" , y ayer, un tipo extraordinario rodeado de unos músicos tan extraordinarios como él, nos regalaron una experiencia de lo más común.

Siendo este un blog sobre deporte, y sabedor de que Fito es un amante del mejor deporte del mundo, feliz sería de compartir un trote con él por una senda cercana al mar en cualquier ciudad del norte, pero eso ya es otra canción...


A quemarropa


jueves, 29 de diciembre de 2022

ESTE JUEGO ES GENEROSO CON LOS QUE LO RESPETAN

Este ha sido un fin de semana de contrastes deportivamente hablando en términos de dirección y liderazgo. Dirigir y liderar son cosas diferentes de las que hemos hablado en entradas anteriores y este sábado pasado he podido presenciar dos maneras distintas de hacerlo. Dos modos diferentes al mismo tiempo y gestionando el mismo grupo de personas. Polos opuestos, que lejos de atraerse y complementarse, envían mensajes contradictorios, tirando por tierra la consecución de los objetivos previamente fijados que no deberían ser otros que intentar plasmar en la cancha el equipo que aspiramos a ser. Equipo, gran palabra que en ocasiones pierde todo su significado. El yo soy porque nosotros somos o, el nadie es más fuerte que todos juntos, carecen de sentido cuando todos dejan de ser porque alguien es demasiado... cansino en su forma de proceder o transmitir. Cuando ni siquiera hay debate, ¿cómo vamos a esperar que haya diálogo?

Pintaba muy bien el partido del sábado en el sentido de que era una ocasión fantástica para disfrutar y aprender de una jornada de baloncesto. Las personas que me conocen y saben la idea del deporte que tengo me habían hablado del buen hacer del entrenador interino, de su modo de comunicar y transmitir, de su pausa, de la gran conexión que alcanza con los jugadores. Me decían que me iba a gustar. Se equivocaron de largo, no me gustó. ¡¡¡Me encantó!!! Hacía mucho tiempo que no veía a un entrenador desplegar arsenal tan amplio de buenas maneras, indicaciones, arengas en el momento justo, puntualizaciones constantes, siempre hablando en plural y mostrando el camino a seguir sin cargar las tintas individualmente: "la victoria no viene por acciones individuales sino como consecuencia del trabajo en equipo, atacamos mal y por eso el balance defensivo no es bueno, no se gana por cojones sino por cabeza..." Todo ello sin levantar la voz, con calma. Llamando a las cosas por su nombre, diciendo lo que se hace mal e indicando a continuación como corregirlo, dando opciones siempre a los jugadores. Un ejemplo claro de liderazgo desde el corazón, la actitud, la motivación, aquel que cala hondo en los jugadores y que no temen seguir a ciegas si hace falta. Me hubiera gustado escuchar la charla en el vestuario durante el descanso porque estoy seguro que fue clara, concisa y motivadora. 

Me cuesta creer que con tan buen lenguaje corporal y de palabra, con tan buena actitud -la cual es un reflejo de liderazgo- y mejor ejemplo, sabiendo escuchar, siendo el faro que guía la nave, la institución, se permita entrenar de otra manera tan opuesta; hipócrita, cínica, rayando la humillación a otros entrenadores. Creo que hay que marcar un camino, tener claro donde estamos y a donde queremos llegar, y sobre todo como queremos hacerlo. Hace unos años leía una entrevista con Himar Ojeda, director deportivo en el Alba Berlín, en la que decía lo siguiente sobre el fichaje de Aíto García Reneses: 

"Lo que nosotros hacemos no es porque Aíto esté aquí, Aíto está aquí porque hacemos eso. El mejor del mundo en hacer lo que nosotros queremos es Aíto, y es una gran suerte que podamos tenerlo aquí.

Ganar es el objetivo final que todos tenemos, pero lo más importante es el compromiso que adquirimos todos para llegar a ganar. El compromiso de Aíto es ganar jugando bien, y que los jugadores se desarrollen y diviertan, que aprendan y que los aficionados lo valoren, y eso es una filosofía fantástica. No se puede ganar siempre, eso es imposible, y creemos que adoptar el compromiso de ganar como sea, de cualquier manera, es fallido"

"He salido a la calle

Abrazado a la tristeza

Vi lo que no mira nadie

Y me dio vergüenza y pena"

Una vez más, Fito tiene la estrofa perfecta para reflejar el estado de ánimo que a uno se le queda con ciertas actitudes y maneras de proceder a la hora de enseñar el deporte, difíciles de gestionar por no entenderlas ni compartirlas, y estando seguro que no se alcanza con ellas ningún objetivo. Los padres ponemos en manos de estas personas/entrenadores a nuestros hijos para que les enseñen algo más que baloncesto, para que permanezcan durante un largo tiempo al abrigo del deporte, para que se hagan fuertes de carácter. Y en ocasiones se consigue todo lo contrario, los chavales colapsan. Y para rematar, un abrazo, tan amigos y hasta la siguiente... ¡¡¡Y un huevo!!! ¡¡¡Y lo permitimos!!! Esto es más que un deporte, y el deporte para nada es así, al menos no el que a mí me inculcaron y por el que lucho cada día. Esto es una lección de vida y no la estamos enseñando bien. Creamos ansiedad, angustia y desesperación como cantaba Antonio Machín, pero él lo hacía por amor y en este caso el compromiso afectivo -por llamarlo así- mete miedo, crea urgencias mal entendidas, humillamos en ocasiones... ¿buscando qué? ¿una reacción positiva? Vamos a pensar que nuestro jefe, en nuestro trabajo diario, nos grita desde el momento en que fichamos. ¿Qué consigue con ello? ¿Qué lo hagamos mejor? ¿Sacar el trabajo adelante con amenazas constantes? ¿Que nos vayamos satisfechos a casa? Lo siento pero yo no puedo con estas actitudes de me cago en la p... que tontos sois, simplemente porque no son correctas y porque no las quiero para mí. Ni conmigo si fuera el caso, ni con aquellos a los que pudiera dirigirlas. Es como tantas otras cosas para las que hay que valer y yo no valgo, porque de hacerlo, me dolería tanto que no podría aguantarme a mí mismo.

Desayunando el martes vi un documental sobre Picabo Street, medallista olímpica en los juegos de invierno. Entre otras cosas contó a Lindsey Vonn, que hacía las veces de entrevistadora, un proverbio Cherokee. Todos tenemos dos lobos dentro de nosotros. Uno es amable, solidario, acepta el compromiso. El otro es mezquino, ruin y malvado. Cuando el niño pregunta al abuelo cuál de los dos lobos gana, este le responde: al que das de comer.

Imanol Ibarrondo dice que los equipos son de alto rendimiento, no de alto resultado. Hacer deporte, en estos tiempos que corren con tantas distracciones, ya es un gran resultado. Y cuando encuentras aquel que se adapta a tus necesidades y te da todo lo que buscas, es un regalo enorme que recibes por todo aquello que te aporta y que estás deseando devolver. Tras la semifinal del Mundial de 2019 contra Australia, Sergio Scariolo pronuncia una frase en el vestuario de la cual dice que se reconoce en ella y que refleja mucho la manera en la que él se siente entrenador: "Este juego es generoso con los que lo respetan" Denzel Washington, en la película Titanes, arenga a sus jugadores en el campo donde tuvo lugar la batalla de Gettisburg. Decía así: "Si no sabemos unirnos, ahora mismo en este terreno sagrado, también acabaremos destruidos"



Pincha en la imagen para ver un clip de vídeo

"Los partidos no se ganan por cojones, se ganan por cabeza" decía bien el entrenador interino demostrando, como líder, más cabeza que el entrenador titular. "Cabeza, corazón y cojones" le decía su abuelo a Carlos Alcaraz (n°1 mundial en tenis con 19 tacos) para encarar los partidos. Cojones, ya lo dije una vez, se escribe con la C de Confianza. Los partidos se ganan por cabeza, el corazón no funciona sin la cabeza, y los cojones no te dejan ver más allá de lo que refleja el marcador. Cojones, que es una mierda de palabra con ese sentido que se le da en estas circunstancias, hay que tenerlos para estudiar y entrenar a la vez y sacar buena nota en los dos, para llegar de entrenar a las 11 de la noche, ducharse, cenar y seguir estudiando o adelantar trabajo porque mañana es otro día y quieres volver a entrenar, para elegir entrenar en lugar de salir más con los amigos, para llevar 9 meses tomando una medicación que no te deja rendir físicamente y, a pesar de ello, dar todo lo que tienes en la cancha para al llegar a casa tener unas agujetas de morirte y rezar para que sea solo eso y la cosa no vaya a más, cojones hay que tenerlos para, a pesar de todo, ser capaz de gestionar las situaciones para no defraudar a tus compañeros porque hay una cosa que se llama compromiso y la llevas grabada a fuego en el ADN de jugón, cojones hacen falta para aguantar las broncas inmerecidas... para jugar, solo hacen falta ganas, pasión, y como dice Scariolo, respeto por el juego.

No hace mucho tiempo leía unas declaraciones de Steve Kerr, entrenador de los Warriors, en las que decía que a los entrenadores de categorías inferiores hay que dejarlos trabajar. Totalmente de acuerdo. Ni por asomo se me ocurriría meterme a discutir de aquello sobre lo que no tengo control ni los conocimientos suficientes, ni siquiera teniéndolos. Con una salvedad, hay que dejarlos trabajar mientras hagan correctamente el trabajo que se les ha encargado y para el cual han de estar preparados. Y con preparados no me refiero a los conocimientos necesarios sobre el deporte en sí, que es algo que no se discute, sino a la gestión humana, que por algo trabajamos con personas. Y este aspecto, al que no prestamos la atención que sin duda merece, me mata. 

Si por alguna razón, la que sea, se menoscaba la tan necesaria autoestima de los jugadores con humillaciones constantes llegando al extremo de insultar, habrá que decirles con educación, que no respeto porque para entonces lo habrán perdido completamente, que algo hay que cambiar. La autoridad no viene con el cargo, y desde luego uno no se hace merecedor de ella a base de chantajes y amenazas, sino de educación, respeto y cariño. Hay una escena de Titanes, donde las cosas se hacen tan mal, sin cabeza, que un jugador expresa su frustración con un: "yo no me apunté para esto"

Hace 12 meses escribía una entrada que finalizaba con un objetivo/propósito para el nuevo año. Como tantos otros buenos propósitos no se ha cumplido del todo durante el 2022. Decía lo siguiente:

"Un deseo para el nuevo año que está próximo a comenzar: por favor, enseñad a los chavales de las nuevas generaciones el deporte como a mí me lo enseñaron. Que bonito es aprender de otros que han aprendido antes, cuando esos otros están dispuestos a enseñar. Siempre que los chavales cumplan con el siguiente criterio de evaluación, participar activamente independientemente del nivel de destreza alcanzado, hay que luchar por ellos hasta que dejen de merecerlo. Criterio firme como una lápida, como una gruesa capa de cemento, que no se borre todo al pasar la página"

Las últimas palabras de mi deseo son obra de Fito. Suelo echar mano de sus canciones para darme a entender porque reflejan perfectamente el devenir de la vida que no es otra cosa que aquello que haces mientras el tiempo pasa. Y "porque nada acaba, solo vuelve a empezar" en 2023 seguiremos empujando para conseguir ser felices haciendo lo que nos gusta.

Como siempre, todo lo expresado aquí no es más que una opinión basada en la experiencia, pero es la mía, y hay aspectos en los que nadie va a ser capaz de hacerme cambiar porque solo hay una forma correcta de hacer las cosas. Esto lo suscribe alguien que no es entrenador de nada, tan solo un "personaje" que espera que haber metido las narices donde había que hacerlo, aunque no fuera su labor, haya servido para algo. Creo que lo correcto es defender aquello que es importante.

Y por cierto, que la entrada no os lleve a engaño porque se hable de baloncesto. El respeto es uno de los valores inherentes al deporte, a todos los deportes, forman parte de su naturaleza, y somos los que lo practicamos quienes decidimos libremente hacer gala de ellos o no.