En octubre de 2016 publicaba una entrada con este mismo título a raíz de un artículo del propio Pau en El País Semanal. Hoy, la entrada es nueva con motivo de una entrevista en Mujer Hoy, cuando Pau ya está retirado de su, digamos actividad principal y por la cual es tan conocido que es el deporte de competición, e inicia otra carrera, cambiando el medio para llegar al mayor número de personas. Y ya que estamos, también voy a utilizar como foto de inicio la misma que empleé en aquel entonces.
Xesco Espar, entrenador de balonmano del que ya he hablado anteriormente, dice que "hay que vivir un 15% en el pasado para ver de dónde vengo y qué es lo que me ha traído hasta aquí, siendo consciente que ello no me va a llevar más allá. Un 15% mirando al futuro para ilusionarme con aquello dónde quiero ir, y un 70% en el presente que es donde tengo que trabajar para poder conseguirlo y disfrutarlo mientras lo hago"
Pau Gasol ha entendido que la última canasta no importa, importa la siguiente, porque nada acaba, solo vuelve a empezar. Los valores que Pau atesora no se los ha dado el deporte. Los valores no los pone el deporte sino el deportista, que utiliza el marco de la competición para sacar a relucir aquello que le define como persona. La calidad de sus actos depende literalmente de la calidad de sus pensamientos, y Pau, siempre ha estado muy por encima del gran deportista que es.
Cuenta en esta entrevista que siente que puede dejar un legado mayor que el deportivo porque es persona por encima de todo con una responsabilidad enorme precisamente por haber sido el deportista que todavía es. Pau ya era persona antes de ser deportista. Fue persona mientras era deportista, hecho que le permitió alcanzar esos niveles tan altos de desempeño, y seguirá siendo persona ahora que ya no está en la élite. Deportista no es solo aquel que practica deporte al nivel que sea. Deportista es aquel que aprende de la victoria y de la derrota, el que acepta la derrota cuando el rival ha sido mejor, el que aplaude los grandes golpes del rival reconociendo los mismos como si fueran suyos, el que anima al contrincante cuando pasa por un mal momento, el que no se sube a la parra cuando las cosas van bien ni se deja caer a los infiernos cuando vienen mal dadas... al final, el deporte es un juego al que se juega y, si se te da bien, has de aprovechar ese don para ponerlo al servicio de los demás que es lo que hace un líder.
Cuando a Toni Nadal le preguntan por algún rival de Rafa durante los torneos, lo primero a lo que suele hacer referencia es a la educación y al nivel de implicación en la tarea que tiene. Luego ya se mete con los aspectos puramente técnicos; si tiene buena derecha, el saque, forma física... pero de entrada habla de la persona. Me encanta, y denota lo que es importante para él y a partir de lo cual se puede empezar a trabajar. El partido que más me gustó de Rafa en el último Roland Garros fue en octavos contra Félix Auger Aliassime. Ni una queja por parte de los dos, aplaudiendo ambos los puntos del otro, nada de malos gestos, nada de raquetas rotas... solo el juego. Amazing!!!
En otro momento de la entrevista, le preguntan por lo qué querría enseñarle a su hija que todavía no ha cumplido los dos años: "espero saber transmitirle los valores que me inculcaron mis padres. Quiero estar preparado para saber cómo ayudarla a ser buena persona, que es lo que más me importa"
Recordáis aquel anuncio del Renault Clio, creo, cuyo eslogan era, "JASP, jóvenes aunque sobradamente preparados" Pau seguro que se acuerda precisamente porque ya no es tan joven. No te preocupes porque preparado estás. No digo que vaya a estar chupado, pero hace tiempo que caminas por la senda correcta en este aspecto. Los valores no se estudian, pero sí se pueden aprender si se transmiten correctamente... desde el ejemplo. Y en esto te puedo asegurar que, quizás tan joven ya no, pero sobradamente preparado seguro que sí. Aúnas esos dos tipos de líderes de los que hablas en tu libro "Bajo el aro"; líder de acción, con el ejemplo en la cancha de juego (que puede ser una metáfora de la vida) y líder emocional, con la palabra, porque es evidente que la calidad de tus pensamientos concuerda con tus actos por lo que debes sentirte satisfecho de la labor que has llevado a cabo siempre. Tu hija se sentirá orgullosa de ti y querrá estar a la altura del ejemplo de su padre.
Esta preocupación que muestra Pau por instruir a su hija en el difícil arte de ser buena persona creo que, hoy en día más que nunca, es la mayor responsabilidad que puede haber, porque además de pensar en el planeta que vamos a dejar a nuestros hijos, que va a ser una mierda y es una tarea que teníamos que haber terminado para ayer, tenemos que pensar también en qué tipo de hijos vamos a dejar en él.
"No pierdo el tiempo pensando en lo que pasará, vivir es urgente" Luego Pau matiza que "lo verdaderamente urgente es disfrutar de cada momento porque no sabemos lo que pasará mañana"
Urgente me lleva a hacer las cosas deprisa y corriendo, como pollo sin cabeza. "No sé cuanto tiempo habré perdido, vivo tan deprisa que se cae de los bolsillos" (Fito) Vivimos tan deprisa buscando un tiempo extra que nos olvidamos precisamente de eso, de vivir. Dejamos cosas atrás, otras directamente las tiramos y otras las guardamos para ver si más adelante, cuando tenga tiempo... Vivir no puede ser urgente, vivir haciendo las cosas correctamente sí. Vivir hay que vivir, así que ya que tenemos que hacerlo, ¿por qué no nos concentramos y esforzamos en hacerlo bien a la primera?
Y mientras pensamos en esta última cuestión os dejo una canción porque, al menos yo, con la música y el deporte pienso mejor.