viernes, 20 de diciembre de 2024

HAMBRE

"Me he sentido bien, me he sentido motivado todo el año, incluso ahora a final de año que no teníamos grandes objetivos, aunque sea por un noveno o por un octavo, yo siempre doy el máximo. Así que esas ganas siguen intactas. No es algo que puedas preparar, un día lo tienes y un día no lo tienes. Parece que desde fuera están esperando que me haga mayor, pero ese día nunca me llega por ahora. Si un día no lo tengo, si un día estoy menos motivado, pues lo dejaré. A veces salgo el 14 y no sé por qué pienso que voy a acabar en los puntos, o si salgo el octavo pienso que voy a acabar en el podio. Siempre tengo hambre"


Car and Driver

Con estas palabras respondía Fernando Alonso a las preguntas del diario Marca una vez finalizada la temporada de Fórmula 1. Temporada marcada por un coche, cuya competitividad decaía más y más a medida que las carreras iban transcurriendo pero, ni en esos momentos tan oscuros en los que, ni siquiera al final del túnel del GP de Mónaco se veía un atisbo de luz, Fernando se dejó llevar por los demonios que acechaban en cada curva y en cada recta de cada circuito. Lejos de eso, sorprendía a propios y extraños con su capacidad de adaptación a las circunstancias, magia en ocasiones, y sacaba todo el provecho posible a un coche que no estaba a la altura de las manos de su piloto. "No me escuchas, sé que no me escuchas me decía el demonio. Y yo, que no me asustas. Esta vez tú estás temblando..." Alonso hace buena la canción de Fito "En el barro", porque no teme bajar a él y dejar allí su corazón si eso es lo hay que hacer "aunque sea por un noveno o un octavo, yo siempre doy el máximo" Decía en una entrada anterior, que talento y habilidad son patrimonio de unos pocos elegidos y por ello se les admira. Pero el verdadero talento son el corazón, coraje, voluntad y actitud con las que encaras los retos y, en Fernando Alonso, todo ello se conjuga, se vuelve contagioso y anima a los demás a sentirse identificado con ello.

En la F1 con toda la tecnología que tienen, al final todo es hipotético porque hasta que no pones el coche en la pista, trabajas con predicciones del banco de pruebas, simuladores, del túnel de viento, mecánica de fluidos... parece una lotería en la que "no eliges lo que sale", y para cuando lo hace, "no hay cura ni remedio, a veces sólo el hambre puede quitarte el miedo" ¿Y cuando eso pasa a quién tenemos para quitar el miedo? Pues al más hambriento de todos... 

En la Fórmula 1, todo se vuelve bastante predecible tras la primera carrera y se ve el potencial real de los coches. Hay 2 o 3 asientos muy apetecibles que te van a permitir brillar aunque no tengas el día porque, lamentablemente, en los deportes de motor el coche importa, y mucho. Con el resto de asientos, a priori y aún teniendo un día fantástico al volante, las oportunidades de rascar algo no serán tantas, y es precisamente aquí, donde los buenos pilotos sacan a relucir todo su potencial por encima del potencial del coche, es aquí donde brillan de verdad porque olvidan todo lo que le falta al coche para exprimir todo aquello que sí les puede dar. Los buenos siempre encuentran la manera de brillar, de mantenerse motivados, de adaptarse a las circunstancias y tomarlo como un reto. Eso también son maneras de ganar... o de vivir que diría Rosendo, y los buenos, siempre ganan.


Marca

Alonso, al igual que otros deportistas que han pasado por aquí, es de esas personas que, a la altura que se encuentran de su carrera, nada tienen que demostrar o que perder. Y si algo se han ganado con su profesionalidad y buen hacer, es el derecho a "equivocarse". Estoy cansado de oír decir a expertos del mundo del motor, que Alonso tendría varios mundiales más de no haberse equivocado al escoger equipo en algún momento. Y digo yo, ¿qué mejor equivocación puede haber, que escoger libremente donde hacer aquello que te apasiona, en un deporte en el que prima el patrocinador que aportes, hay demasiados Sancho Panza coartados, y pocos, o casi ningún Don Quijote que no tema enfrentarse a los molinos si ello fuera menester? 

¿Sabéis aquello qué dicen de disfrutar? Pues es lo que hacen los que priman el deporte en si mismo más allá de recompensas externas que son fruto del trabajo bien hecho. El objetivo final en todo deporte es ganar. Cuando se gana, la motivación es fácil de mantener pero, cuando no se hace, la motivación solo se mantiene si es intrínseca: "me he sentido bien, me he sentido motivado todo el año, incluso ahora a final de año que no teníamos grandes objetivos" 


Kiss. Rock And Roll All Nite

Alonso es muy sincero. Quizás en ocasiones, como decían que era Larry Bird, incluso hasta el dolor. Y por honestidad, porque de nada vale engañarse, primero con él mismo, por lo que mientras se sienta competitivo consigo mismo, y esa misma medida le valga para serlo respecto a los demás, seguirá demostrando lo que es conducir un coche del tipo que sea. Hay un álbum de 4 Non Blondes cuyo título: Bigger, better, faster, More! Más grande, mejor, más rápido, Más!  creo que define perfectamente la carrera en si y el momento actual de Fernando Alonso en la F1. 43 primaveras cuenta ya el guaje y parece que desde fuera están esperando que se haga "mayor". Sin embargo, Alonso es experto en ver el vaso medio lleno: "a veces salgo el 14 y no sé por qué pienso que voy a acabar en los puntos, o si salgo el octavo pienso que voy a acabar en el podio. Siempre tengo hambre" Hay un dicho en Galicia para aquellos que son diferentes que dice así: "este é dos hai que darlle de comer aparte" 

Esa manera de pensar, esas ganas unidas a la experiencia, son las que me gustaría que adquirieran mis alumnos. Los hay, que cuando les planteas una tarea, son reacios porque creen que no van a ser capaces, lo cual es normal si es algo nuevo. No tienen la experiencia necesaria. A veces, ni una sola experiencia. Pero estamos aquí para aprender, y tienen que entender que cuanto más y mejor experimenten, más cerca van a estar del objetivo. Y si no se llega, por lo menos sabremos cuan cerca hemos estado. Me repito, no hay mayor talento que el corazón, coraje, voluntad y actitud con las que encaras los retos. Hay que tener hambre.


Bibliografía:

Fitología aplicada a las Ciencias Sociales: "En el barro"  


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