Si las cuentas no me fallan, es la tercera vez que hago uso de estas palabras de Arturo Pérez Reverte: "somos lo que somos porque leímos lo que leímos" y, "no es lo mismo caminar sin libros que con libros en la memoria" ¿Por qué ahora? Pues por dos motivos. El primero porque a esto mismo hace referencia Pérez Reverte en su último artículo del Semanal: "Dije alguna vez, y si no, lo digo ahora, que un escritor es lo que lee, lo que vive y lo que imagina. Por lo menos tal es mi caso, y con esos ingredientes escribo novelas. La escritura, buena o mala, es una ficción donde hay detalles vinculados a lo real: recuerdos, influencias, sensaciones. Pueden estar más o menos manipulados en el texto, pero su base es auténtica. Ahí es donde intervienen la experiencia y memoria del autor. Me pasa a mí como a cuantos le dan a la tecla: cosas que te marcaron y afloran tarde o temprano; que compusieron tu punto de vista, la mirada con la que ahora cuentas historias..." Tal es mi caso también. Escribo sobre lo que veo, lo que sé y lo que la experiencia me enseña, pero como en lo de darle a la tecla me queda mucho que aprender, echo mano del talento de otros para que el mensaje llegue mejor y mucho más bonito. Gracias Arturo.
Y el segundo, porque hoy la cosa va de libros, así que la introducción me ha quedado de fábula. Estamos en Navidad, época de regalos, y los libros son una de las opciones sencillas de las que echar mano, lo cual está fenomenal porque nos facilita la aventura de leer.
Hace unos años hablaba en este foro de "Sócrates en bicicleta" de Guillaume Martin, ciclista profesional y doctorado en filosofía. En esa entrada decía que no hace falta ser deportista, ni filósofo, ni deportista-filósofo o ciclósofo como Martin llama a los protagonistas del libro, sino que es un libro para el público en general. De todos modos, y siendo este un blog de Educación Física, recomiendo encarecidamente que le deis una vuelta a lo de ser deportistas, por lo de la salud física y todo eso. Además, como bien expresa Martin en su libro, "el deporte me ayuda a pensar y pensar a relativizar", y eso, también es salud, ¿o no? Probad a darle caña al cuerpo a ver si luego veis las cosas desde otro punto de vista.
En fin, Navidad, regalos, libros... Yo he regalado dos ya. Bueno, el mismo, pero dos veces; uno a un buen amigo, y el otro, a mi mismo, que también cuenta, jejeje. Ese buen amigo entraría en la categoría de ciclósofo a la que alude Guillaume Martin, porque la experiencia y los amplios conocimientos le han dado ese punto de fundamento en sus teorías que hay que pararse a escuchar siempre.
"GLOBERO. 101 Mandamientos del buen cicloturista" lleva por título el libro en cuestión y es obra de Marcos Pereda. Si Sócrates en bicicleta es para el público en general, Globero también lo es. Cierto que hace referencia a ciclistas, pruebas o lugares míticos que los que andamos en bici reconoceremos más fácilmente, pero el concepto general se entiende perfectamente y, como decía Manquiña en Airbag, "el concepto es el concepto". "Con humor, mala leche y más autoparodia de la que él mismo percibe, Marcos Pereda entrega un tratado del buen ciclismo, unas normas básicas de comportamiento en grupetas, clubes y gente de bien, espacios familiares para el autor"
Había leído algo sobre la presentación del libro y lo busqué en internet. Podías leer las primeras 23 páginas. A la segunda, descargué una foto de la portada y le dije a mi mujer que se la mandara a Inma de la Librería Blanco y que encargara dos libros. El primer Mandamiento reza así: "Yo ando en bici. Tú andas en bici. Los dos sabemos de qué va este libro. Empezamos." Escueto, cristalino, sabes a lo que te enfrentas, pero insisto, no hace falta andar en bici para aventurarse a dar una vuelta por sus páginas.
Hace muy poco he cumplido años y, "a mis cuarenta y... más de diez, cuarenta dicen que aparento" (ya me gustaría) de mi admirado Sabina, hay preceptos del segundo mandamiento, "Andas en bici, no entrenas", de obligado cumplimiento desde hace ya tiempo. Me vi tan reflejado y me reí tanto que paré de leer hasta tener el libro en mis manos. Luego, he seguido echándome risas porque es inevitable no hacerlo.
Ayer, 24 de diciembre, salí a correr por los senderos que discurren paralelos al río Pesqueira en Lousame. Al mismo tiempo que disfrutaba de los caminos me dio por pensar (ya sabéis que el deporte ayuda a pensar, y pensar mientras haces deporte es un 2x1 que te ahorra tiempo después) que si Marcos Pereda, en lugar de cántabro hubiese sido gallego, al decimoprimer mandamiento le habría puesto: "Plato grande ande o no ande". Y al pensar en eso, pensé también en aquella ocasión en la que Antonio Alix calculó en plena retransmisión de Eurosport, el desarrollo equivalente en plato pequeño para aquel corredor que iba tan atrancado en un repecho. Alix no le veía la lógica. No la tiene más allá de la lógica que nosotros queramos darle y, con eso, a Marcos Pereda y a mí, de momento, nos vale. Bueno, ayer pensé en mas cosas, y ya no sé si lo que me cansa es el deporte, o pensar tanto mientras hago deporte. Pero mira, más allá de la lógica que esto pueda tener, a mí, de momento, me satisface. Y mucho.
He de reconocer que la paciencia a veces conmigo no es virtud, y estoy escribiendo estas líneas sin haber terminado el libro. He visto que hay un mandamiento muy acertado sobre el Strava, pero no sobre el Garmin, así que, si en algún momento hay un mandamiento 102, ahí va una sugerencia. ¿Recordáis ese buen amigo ciclósofo cuyas teorías siempre deben ser escuchadas? Pues bien, hace tiempo que me recomienda que me compre un Garmin. Entre otras cosas me dice: "cómprate el Garmin porque si te caes queda registrado el lugar donde te la has pegado" Claro, en ese momento mi yo filósofo, ese del: "pienso, luego existo", deduce que si me dice que me lo compre es porque me voy a caer. Así que si no me lo compro, sigo con mi cuentakilómetros de siempre que ya no funciona y solo marca la hora, con el que no me he caído nunca... Total, que de momento de equilibrio vamos bien. Y que siga, que mañana es otro día y queremos salir a dar una vueltuca sin preocuparnos demasiado por la media (básicamente porque mi "Garmin" no funciona) cumpliendo así con uno de los mandamientos fundamentales de andar en bici... el de disfrutar.
Con esta última anécdota, que espero no me tomen a mal, pongo de manifiesto que si un día escribo un libro, me gustaría que fuera como este, con un punto de humor porque "un poco de pimienta siempre mola. Una media sonrisa, un toquecillo, un pinchar, que no duele, con sentido del reír, sin malas artes y siempre con educación", que nos ayude a relativizar lo globeros que podemos llegar a ser al andar por la vida.
Termino con otra sugerencia sin cambiar de vehículo. Seguimos viajando en bici. "El ciclista" lleva por título y, que Juan Antonio Flecha, experto corredor sobre las dos ruedas y excelente comunicador ahora en Eurosport lo recomiende, debería ser motivo suficiente para agenciárselo. Me atrevería a decir que este libro es para globeros de los "buenos", para aquellos que entienden que "sufrir es un arte. Se trata de un arte que no depende de la habilidad atlética y en el que los grandes campeones superan con creces a los aficionados"
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