En entradas anteriores, donde compartía las opiniones de otras personas que me hacían reflexionar sobre aquello que escribían, dejaba claro que mi pasión por el fútbol no era la misma de antaño, lo que podría parecer una incongruencia siendo Licenciado en Educación Física con Maestría en Fútbol. También dejo claro que mi desencanto no es con el deporte en sí sino con todo aquello que se mueve a su alrededor, con todo lo que transmite de manera equivocada y que menoscaba los valores propios del deporte sobre los que debería cimentarse la personalidad y el carácter de nuestros hijos. Si a todo esto le unimos que a mi hijo le gusta el fútbol y que con su "pasión" ha hecho que la mía se renueve...me veo en la delicada situación de explicarle el por qué "nuestro Madrid" representa todo aquello que no debiera ser pero, lamentablemente es. Y no, yo no tengo nada que ver con que sea del Madrid, ha escogido él. Y no, no me gusta personalizar, pero es que pocos ejemplos tan claros hay como éste. Afortunadamente sólo tiene seis años y todavía no se entera demasiado. Intentaremos que para entonces tenga una idea clara y concisa de que está bien y que no y pueda discernir por sí mismo cuales son los valores apropiados y válidos que el deporte debe transmitir.
La entrada de hoy podría titularse perfectamente "Los valores en el deporte. Opiniones compartidas 5", pero como podéis ver no es así. Debe ser que desde este blog algo estaremos haciendo bien - ahora es cuando carraspeo para enfatizar lo de bien - porque tenemos unos cuantos seguidores que de vez en cuando nos hacen algún que otro comentario. Uno de ellos, que firma como anónimo ( dejará de serlo en breve ), se ha animado a escribir y nos ha enviado un artículo que publicamos a continuación.
Siempre he dicho que el mejor y más imparcial de los jueces es el tiempo, que suele quitar y dar razones, y Mourinho y los anti-valores deportivos que representa parecen cuestionarse ya desde distintos estamentos, empezando por el exquisito público del Bernabéu. Me explico. En la entrada original que Suso comentaba el 7 de junio de 2012 (Los valores en el deporte. Opiniones compartidas III), mencionaba un artículo de Julia Navarro en la sección Entre Nosotras de la publicación Mujer Hoy. Bien, mi comentario al mismo iba en una dirección muy particular, a raíz de la línea argumental brillantemente propuesta por Suso. Esta semana, SIETE MESES DESPUÉS, como si de una película de Hollywood se tratara, Julia Navarro ha vuelto a publicar un artículo en la misma sección de la misma revista y que lleva por título: IKER 1, MOURINHO 0. Paso a continuación a transcribir un extracto literal del mismo, porque creo que no hace falta añadir nada más, ni nada puede reflejar de forma más explícita el sentido de mi comentario del mes de octubre:
"A Mourinho se le ha soportado lo indecible. Ha hecho declaraciones infumables, echa la culpa de sus errores a los jugadores, cuando su equipo pierde lanza sombras de sospecha sobre los árbitros, es incapaz de disimular su envidia del Barça, está siempre de mal humor, se muestra altivo y va por la vida con una prepotencia insultante. La afición madridista le ha pasado todo esto pero ahora, ¡ay!, el entrenador está a punto de perpetrar su peor error, y es ningunear a Casillas. Ya digo que Iker es más que el portero del Real Madrid: es el portero de nuestra selección, es como el vecino de la casa de al lado, el chico sano y alegre al que da gusto ver. A Mourinho se le percibe como a uno de esos "condotieros" que ponían su espada al servicio del señor que mejor le pagara sin que realmente le importara la causa por la que luchaba, y a los tipos así no se les quiere.
A mí me gusta el fútbol. Es una afición que he ido adquiriendo a lo largo de la infancia y adolescencia de mi hijo. Por tradición familiar, soy del Real Madrid; mi abuelo y mis tíos lo eran y ahora lo es mi hijo. Verán, entre los madridistas yo me alineo con quienes creen que no nos merecemos a José Mourinho. Vamos, que el Madrid es mucho Madrid para un entrenador mal encarado, que hace alarde de una soberbia que, desde luego, no justifica con los resultados obtenidos hasta el momento. Por decirlo claramente, Mourinho me parece un entrenador mediocre y un estupendo relaciones públicas de sí mismo; con un mánager, el tal Mendes, que es un genio a la hora de vender a quienes representa.
Los entrenadores y los jugadores de fútbol son ídolos para niños y adolescentes y, por tanto, no es baladí cuanto hacen o dicen. Yo me he pasado los últimos años intentando convencer a mi hijo de que no hiciera caso a lo que decía Mourinho; de que, si el Real Madrid había perdido un partido, no era culpa de los árbitros sino que el equipo contrario había jugado mejor. De la misma manera, he luchado para que las declaraciones cargadas de insidia, y yo diría que de envidia, de Mourinho sobre el Barcelona no convirtieran en mi hijo en un "hooligan". A mí me asustan estas personas que exigen a los demás que se plieguen a lo que ellas dicen; y que, si no, les consideran enemigos, que es lo que le pasa con Iker Casillas. No sé cómo terminará la batalla que el entrenador está librando contra el portero y contra todo aquel que se atreva a tener su propio criterio, pero me gustaría que acabara con Iker 1 - Mourinho 0. Cuanto antes se marche, mejor.
P.D.: El Real Madrid se merece otro entrenador, mejor desde el punto de vista técnico y, desde luego, con otro talante; ese que ha sido siempre santo y seña del equipo y que tiene que ver con la elegancia, la humildad, el respeto a los adversarios, el saber ganar y perder y el no achacar a otros los errores propios".
Así termina el artículo de Julia Navarro, os juro que no he entrado en su cabeza. El tiempo, el mejor de los jueces. Y mientras algunos que creen ser madridistas lo siguen apoyando, Del Bosque, que representa todo lo contrario, sigue recogiendo premios, entre ellos: el de mejor entrenador del mundo. Sí, aquel que el espejo del alma de Mourinho, Florentino Pérez, echó por la puerta de atrás después de 35 años en el club y después de haber dado al Madrid los títulos que Mourinho no ha sido capaz, justificando su injustificable decisión con aquella frase de "Del Bosque no encaja en los aires de modernidad del club". Desde entonces el Real Madrid no existe, es sólo el Madrid, pero no el real, aquel que transmitía y defendía los verdaderos valores del deporte por los que era admirado en todas las plazas de España.
Por Julio Bustelo Castaño
Precisamente por todo lo que rodea al fútbol, lo más sano es ignorarlo, no entrar en ello, obviar a estos personajes que solo hacen que enfangar el deporte. Hablar de ellos en uno u otro sentido al final es hacerles el caldo gordo.
ResponderEliminarSupongo que llega un momento en que la paciencia se agota y sienta bien decir lo que se piensa, más si cabe, cuando las conductas de esta gente influyen, y de que manera, en el comportamiento y modo de pensar de otras personas. Y si, estoy de acuerdo en que lo mejor sería ignorarlos. Por cierto,¿cómo se vive la final de un Mundial de Balonmano así, en directo y con esa superioridad?. Supongo que con añoranza y envidia( que si es sana y está bien enfocada puede ser un valor apropiado que el deporte transmita, ¿no te parece?) El Maqueda tendría que haberse rapado la cabeza en lugar de salir en calzoncillos. Ay, estos hombretones a veces tienen unas ocurrencias que pa que. Saludos de Matías para Iván y Laura.
EliminarMi paciencia con el fútbol hace tiempo que se agotó, así que lo ignoro todo lo que puedo. La final de un mundial en directo y ganando a los favoritos por paliza es indescriptible jejeje pero en este país nuestro hay quien dice que mejor haber ganado en un final igualado para dar más emoción. Aquí el caso es no estar nunca conforme con nada. Lo de la envidia sana siempre está ahí, al ver cualquier partido jejeje
ResponderEliminarY lo de los calzoncillos pues lástima que me lo perdiera !!! porque salimos antes de eso del pabellón para ir con unos amigos que tenían que pillar el bus del aeropuerto !!!