domingo, 7 de abril de 2019

LOS BUENOS SIEMPRE GANAN

Los días de partido, cuando vamos en el coche de camino a disputar y disfrutar (si se deja) del encuentro (como podéis ver hablo en plural porque es una actividad que hacemos en familia a pesar de que el único que juega es el "PEQUE") siempre ponemos música que nos motiva. La motivación no necesariamente tiene que venir por el mensaje que pueda transmitir, que también, sino simplemente porque toca esa tecla que nos activa de algún modo y llegamos animados y con ganas de marcha... de la buena. No tiene por que ser una canción "cañera" tipo "Thunderstruck", que por algo será que la ponen en el comienzo de la Zegama Aizkorri (maratón de montaña). Dice Kilian Jornet que sale calentito y preparado para todo lo bueno que la carrera le pueda deparar.


En ocasiones, canciones más "suaves", transmiten lo mismo pero de manera diferente. Al final, el resultado es idéntico y consiguen que te enchufes en la tarea de un modo positivo. Son canciones que no necesitan alzar la voz para conectar con tu yo interior que es donde, de verdad, reside la fuerza. Y "cuidadín" con dejarla salir porque te puedes encontrar en el coche cantando a viva voz y con la primera parte del calentamiento lista antes incluso de pisar la cancha de juego. Como el inglés que nos gastamos no es todo lo bueno que nos gustaría (aunque también nos arrancamos con él a veces) nos decantamos por temas en español: Héroes del Silencio, Manolo García, Radio Futura, El Último de la Fila, Caetano Veloso, y claro que sí, Fito o Platero.

Al cantar me puedo olvidar,
de todos los malos momentos,
convertir en virtud defectos.

Desterrar la vulgaridad,
aunque sólo sea un momento,
y sentir que no estamos muertos.

Y busqué en el fondo del mar,
en las montañas y en el cielo,
la manera de hacer realidad mis sueños.

Encontré en el corazón,
el mapa de los sentimientos.
Ya lo ves... no estaba tan lejos.

Cerca de las Vías, Entre dos Mares, Al Cantar... son canciones suaves pero que tienen una fuerza descomunal y que te dan un subidón de la leche. 

... Quieres ver el mundo,
mira, está debajo de tus pies.

Con el paso de los años,
nada es como yo soñé,
si no cierras bien los ojos,
 muchas cosas no se ven.

Las primeras estrofas son de "Al Cantar".  En el trayecto a uno de los últimos encuentros terminamos, todos en el coche, dándolo todo con esta canción. Prueba a cerrar bien los ojos y visualiza... en el coche no eh!.


Ese mismo día, durante el encuentro, me llega un audio de whatsapp de un buen amigo y entrenador de basket que escucharía más tarde. Ambas cosas, la música y el audio, hacen "clic" en mí y decido escribir sobre ello.

Con el paso de los años nada es como yo soñé. Bueno, no todo, pero lo cierto es que cada vez me cuesta más escribir sobre "mi manera" de entender el deporte. Y creo firmemente que, "mi manera", es la correcta. La razón es que, con más frecuencia, los tiros van por otros derroteros digamos que menos "sanos". Hay una obsesión enfermiza por ganar ya desde edades demasiado tempranas. Y ganar está bien pero, a estas edades, no es lo principal ni mucho menos lo más importante, y ni tan siquiera es el criterio que nos puede decir lo "buenos" o "malos" que somos. Para ello hay que tener en cuenta el contexto en el que competimos y tomarnos a nosotros mismos como referencia en la evolución deportiva.

Escuchar ese audio me produjo una sensación de satisfacción enorme. Por lo que dice y por la valentía de hacerlo en el contexto en que lo hace, aunque conociéndolo tampoco me sorprende en absoluto. Viene de alguien que, a su nivel, necesita la victoria como el comer, el resultado casi lo es todo. Pero sin embargo, no pierde de vista que, hasta llegar a ese nivel, todo requiere de un proceso. Todo lo que dice es acertadísimo tanto en la forma, como sobre todo, en el fondo y no puedo estar más de acuerdo con él de lo que ya lo estoy. Tampoco creo que me equivoque demasiado si aseguro que, más de uno se ofendería al escucharlo porque precisamente no entiende el deporte como sin lugar a dudas hay que hacerlo. En las siguientes líneas voy a tratar de hacerme explicar para que entendáis el audio sin escucharlo.

Mi hijo es infantil de primer año. Juega al basket y tiene la fortuna (la fortuna ya sabéis que no existe. Existen el talento y el trabajo, y no necesariamente en ese orden) de llevar un par de temporadas acudiendo a campus o jornadas de entrenamiento organizadas por la Federación Gallega de Baloncesto. Los chavales cuando acuden dicen que van con la selección. En la primera jornada de esta temporada con la generación del 2006, el entrenador se lo dejó muy clarito: no venís a la selección, no sois la selección. Venís a entrenar y disfrutar de la experiencia de estar con otros chavales del mismo nivel, algo que probablemente no tenéis en el día a día de vuestro club. Venís a aprender a ser mejores y lo buenos que podáis llegar a ser depende de vosotros. Aprovechadlo! Bien por él. Claro, conciso y acertado (os acordáis de la serie Fama? La profe de danza les decía: la fama cuesta, y aquí vais empezar a pagar). Así es como debe ser el deporte.

En otra ocasión, otro entrenador me dijo que el baloncesto es para los altos. Sí... pero no. Como en el anuncio aquel de Coca Cola; el baloncesto es para los altos y para los bajos, para los gordos y para los flacos, para los feos y para los guapos... el baloncesto es para los "buenos" que demuestran actitud y compromiso. Esos son los que llegan arriba.


Al comienzo de la entrada hablo de los días de partido. Me gusta más hablar de encuentros. Los partidos son encuentros donde nos juntamos con otras personas que tienen las mismas motivaciones ganas y deseos que nosotros, somos coleccionistas de experiencias que sumamos para mejorar y avanzar en el desempeño de la actividad que nos gusta, y que a algunos nos apasiona.

Tenemos, entre todos, que cuidar a los jugadores. Hay que alimentar sus sueños siempre con los pies en el suelo, premiando la actitud, el compromiso y su evolución deportiva. No podemos decirle a un niño que no puede mientras no sea él mismo quien nos lo diga. Y tampoco en ese momento. Del mismo modo que el jugador tiene que leer el juego y buscar la manera de ayudar al equipo del modo que éste lo necesite, nosotros como entrenadores o padres, tenemos que buscar la manera de hacer avanzar al jugador en la dirección correcta y no coartarlo por motivos físicos o técnicos. Hay que apostar por los buenos de corazón y no sólo por los buenos jugadores. Hay que cuidarlos.
Dile tú a un chaval que ha subido montañas, que ha bajado al fondo del mar y que ha tocado el cielo, que ha buscado hasta debajo de las piedras, que no puede. Macho, díselo tú porque yo no me atrevo. Me repito una vez más. Hay que premiar la actitud y el compromiso, y eso se refleja en la evolución deportiva del niño, no en los resultados. Hay muchas maneras de ganar y de perder y no todas son válidas.

Recientemente, en una gala deportiva, los nominados y los premiados posteriormente salían merced a una lista de méritos o resultados en la disciplina deportiva de cada uno. Me parece una iniciativa maravillosa pero falla en el fondo. No se tiene en cuenta el proceso, el día a día, las circunstancias particulares de cada deportista, el contexto competitivo en el que se mueve, los medios con que se cuentan, no se tienen en cuenta la actitud, ni el compromiso, ni la evolución, ni la trayectoria deportiva. Me gustaría que los premiados pensaran en los méritos que han hecho para ser merecedores de ese galardón, y que los jueces analizaran muy, muy bien, por qué a este sí y a este no. Si la respuesta es que soy campeón de esto y de lo otro, vamos mal. No puede ser todo sólo por una hoja de resultados. ¿Carolina Marín es Carolina Marín porque es campeona Olímpica, campeona del Mundo y campeona de Europa? ¿Y si no fuera todo eso a pesar de esforzarse lo mismo, le darían un premio a la excelencia deportiva por ejemplo?. No todo tiene que ser ganar y un extenso currículo de resultados. Dice Toni Nadal (tío de Rafa Nadal) que: "el éxito no es ganar Roland Garros o el US Open, sino tener la oportunidad de optar a conseguirlo".

A lo largo de la vida te vas encontrando con personas con las que puedes tener mayor o menor afinidad. Quería darle las gracias a algunas que resultan inspiradoras y hacen que, por ejemplo, te pongas a escribir cosas. Ese buen amigo y entrenador de basket es de esas personas que te generan la sensación de ole, ole y oooole cuando las conoces. Estoy orgulloso de como eres, de lo que haces y de los audios que mandas, jeje. Que te sirva de pequeño homenaje porque hay éxitos enormes para los que no dan premios ni medallas. Estábamos el otro día viendo una película en casa sobre deporte y salió el tema de las medallas. Me preguntó mi mujer dónde estaban las medallas de Campeón de España. Le respondí que en la cabeza y en el corazón, siempre están ahí.

Al vicepresidente de la Federación de Taekw... perdón, de Triatlón, por apropiarme de una frase suya para el título de la entrada. Apostemos por los buenos. "Los buenos siempre ganan". Gran deportista que siempre está cuando lo necesitas.

Y para finalizar al "PEQUE" de la casa por su actitud, compromiso, evolución deportiva y sobre todo evolución personal. Lo de "PEQUE" en mayúsculas es porque juega al basket y el baloncesto, como ya sabéis, es para los altos.

Hoy hemos sumado una experiencia más en el Trail de Noia. De nuevo en buena compañía y con la competitividad justa para disfrutar de la  mañana del domingo. Mañana, si el cuerpo aguanta... más.




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