viernes, 1 de octubre de 2021

ANIMA SANA IN CORPORE SANO

Iniciamos nuevo curso y retomamos el blog con una entrada que nace al final del anterior cuando todas aquellas fiestas de celebración, con todos aquellos chavales confinados en los hoteles de Mallorca y el repunte de los contagios por el cachondeo desmedido de unos cuantos.

Me decía un amigo que la música es a la mente lo que el deporte es al cuerpo. Razón no le falta, pero todos sabemos que la mente no puede separarse del cuerpo (así debieron entenderlo los de Asics cuyo acrónimo significa: Anima sana in corpore sano, mente sana en cuerpo sano) y es por ello que la música va muy unida también al deporte, consiguiendo en ocasiones sacar ese tan necesario plus de rendimiento en la actividad que estemos desarrollando. En cuanto a la dualidad mente-cuerpo, recomiendo la lectura de "Sócrates en bicicleta" de Guillaume Martin (ciclista profesional y doctorado en Filosofía) un libro destinado al público en general, para cuya lectura no hace falta ser ni deportista, ni filósofo, ni deportista-filósofo. O ciclósofo, como llama el autor a los protagonistas del libro.


En una entrada anterior decía que la cultura musical que tiene mi hijo nace a partir de las influencias que sus padres le hemos mostrado y que luego él ha ido ampliando a través de su experiencia y de sus propios gustos. Decía que esa enseñanza, ese aprendizaje, va en ambas direcciones y que nosotros también hemos recogido esa influencia suya para conocer y apreciar otros ámbitos de la música que creíamos más alejados a nuestros gustos. Un buen ejemplo de ello podría ser Extremoduro, que a mí personalmente nunca me había llamado la atención porque como dice Fito: "ni del todo negro, ni del todo blanco, entre los extremos siempre hay más espacio". Y yo nunca he sido de los duros sino que más bien he tirado a blandito. El caso es que, hacia el final de curso iba en coche oyendo varios temas y me paré a escuchar -algo que lamentablemente cada vez hacemos menos- las letras. Y si además de escuchar te paras a pensar en lo que escuchas y ves cada día; las noticias sobre la situación social y política, sobre la pandemia y sus repercusiones... las letras cobran sentido. Así que escuchas a Robe Iniesta de Extremoduro decir en La vereda de la puerta de atrás: 

"y muere gente a todas horas dentro de mi televisor, 
quiero oír alguna canción 
que no hable de sandeces y que diga que no sobra el amor
y que empiece en sí, no en no"
"Dices que a veces no comprendes qué dice mi voz
¿Cómo quieres que yo sepa lo que digo?"

Y luego viene Fito con "Nada de nada" y parece que enlaza con Robe con aquello de:

"De lo que me digas nada de nada
¿ cómo voy a entrar en razón
si nunca salgo de mi asombro
si cada vez que buscan la solución
es para cargarla sobre nuestros hombros?"

Sigue Fito con "Entre dos mares", preciosa canción que comienza así:

"No puedo concebir que tú seas tan idiota
el triunfo del poder siempre es una derrota
y te has quedao colgao y la verdad es otra
el mundo es de papel y con papel se compra...
Si no me gusta así tiro de la cadena"

Ojalá se pudiera tirar de la cadena y dejar ir por el retrete tanta mediocridad de unos pocos. Y sigues escuchando y viene Macaco con una versión fantástica de una fantástica canción del más que fantástico Sabina, Ganas de...

"Y la mentira vale más que la verdad
y la verdad es un castillo de arena
y por las autopistas de la libertad
nadie se atreve a conducir sin cadenas"

Lo cierto es que la vida no se para, siempre va hacia delante y lo que te pierdes no se recupera. Para algunos, incluso "por la calle pasa la vida como un huracán donde el hombre del traje gris saca un sucio calendario del bolsillo y grita: ¿quién me ha robado el mes de abril? Lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón..." 
Abril, mayo, junio, julio... muchos meses robados ya, muchas vidas que se pararon a pesar de que la vida sigue. "Salir, beber, el rollo de siempre..." canta Extremoduro. Más de un año después y no aprendemos. "Hierven los clubs, y los adolescentes..." -canta Sabina- se van a Mallorca de fiestón de fin de curso, niños jugando a ser adultos con el permiso de los "adultos" que luego no dan su permiso para que guarden una cuarentena de una enfermedad que muestra síntomas entre la semana y los 14 días, una cuarentena cuyo objetivo es asegurar que uno está sano. Va en contra de sus derechos dicen. Y un juez, dicta sentencia alegando a esos derechos de unos pocos, coartando los mismos derechos de unos cuantos más a sentirse seguros, confirmándose más tarde positivos a todo tren. A todo ferry más bien, que la culpa fue del ferry de vuelta porque venían un poco apiñaditos. Yo creo que, como dice Jaime Urrutia: "la culpa fue del cha- cha-chá, sí fue del cha-cha-chá, que me volvió un caradura por la más pura casualidad"

El corazón, ese que el hombre del traje gris tenía guardado en el cajón, hay que sacarlo y darle vida, hay que "apretar el corazón y aflojar de la cabeza los tornillos" -Fito- para pensar un poquito más allá de mi ombligo. Claro que, "a veces he pensao pero me da agujetas" -Fito- 

Imanol Ibarrondo, coach deportivo, dice que la esencia del coaching se resume en dos palabras que son: consciencia y responsabilidad. Con ellas muy presentes y a través de conversaciones, que él llama "convers-acciones", se generan acciones con las cuales abrimos nuevas realidades y futuros posibles que no éramos capaces de ver ni de pensar antes. Por tanto, no demos por sentado que tenemos unos derechos porque podemos perderlos tan solo por pensar que los teníamos. No podemos olvidar que esos mismos derechos, van ligados a una serie de responsabilidades que también hay que ejercer. No podemos olvidar que ciertas conductas, no dan sentido a los derechos de los que disfrutamos.

All Star de la NBA del año 1997. Kobe Bryant es elegido en el quinteto titular del equipo del oeste en su seguna temporada en la liga. Kobe, con 19 años, está realizando un fantástico partido, a la altura de un gran Jordan ya con 35. Sin embargo, el último cuarto se lo pasa en el banquillo cuando tenía posibilidades de lograr el MVP del partido que finalmente va a parar a manos de Jordan. George Karl es el entrenador del combinado del oeste. Cuando le preguntan por la decisión de dejar a Bryant en el banquillo dice: "un partido de All Star es una mezcla de entusiasmo, fundamentos y entretenimiento. Y me ha parecido que nos estábamos pasando con la parte del entretenimiento". Respecto al enfrentamiento entre Bryant y Jordan también se expresó de la siguiente manera: "me resulta díficil visualizar un desafío individual. Es un deporte de equipo" Kobe había sido demasiado egoísta con su entusiasmo y fundamentos al enfrentarse a Jordan y no dejaba que los demás se divirtieran. En esa época era demasiado individualista. Tenía un talento innegable y una capacidad física y ética de trabajo que lo llevaron a niveles altísimos de juego, pero no los ponía a disposición del equipo y eso los perjudicaba. Nadie puede ganar siempre y menos hacerlo solo en un deporte colectivo. El talento no se puede frenar, pero lo que sí se puede es encauzarlo.


Kobe lo aceptó, aunque yo creo que no. Dijo que estar en el banquillo absorbiéndolo todo fue bueno, que el quería aprender y mejorar. De escucharlo, Imanol Ibarrondo le aconsejaría que no dijese mejorar, que eso lo dicen todos pero que no todos están dispuestos a pagar el precio que suponen la mejora y el aprendizaje. La historia dice que Kobe sí pagó, que se esforzó hasta el infinito y más allá para llegar a la cima de su deporte.

En España sabemos un rato largo en lo que a entretenimiento se refiere, lo cual no está mal. El entretenimiento y estar a gusto con uno mismo y los demás es muchas veces el germen de nuevas ideas y mejoras. Sin embargo, no ponerle freno a cierto tipo entretenimiento y encauzarlo hacia algo más sano es síntoma de dejadez y falta de empatía. Pero claro, enséñale tú lo que es sano y correcto a quien no está dispuesto a pagar el precio de aprender.

Dice Guillaume Martin, acerca de aquello de la dualidad cuerpo-mente, que el deporte le ayuda a pensar, y pensar le ayuda a relativizar los resultados conseguidos, tanto si son buenos como si no. Aquellos de Mallorca, sin saber si eran deportistas o filósofos, o las dos cosas, o bien pensaron poco o relativizaron demasiado. Quizá imbuidos por la dinámica de los acontecimientos siguieron a rajatabla aquello que dice la canción: "hoy puede ser un gran día, imposible de recuperar... duro, duro con él"  Lo que nos lleva a aquello otro que cantaba Alaska: "tengo el cuerpo muy mal, pero una gran vida social..." Yo creo que el contexto les llevó a una idea equivocada de lo que debe ser un gran día y para cuando quisieron darse cuenta ya era demasiado tarde pensando: "quisiera haber querido lo que no he sabido querer" -Fito- Esto es lo que yo quisiera haber querido creer, pero... Dice Guillaume que somos muy de poner etiquetas; fulanito es así, el otro de esa manera, que nos quejamos del deportista que no sabe decir dos frases seguidas pero luego en el terreno de juego lo que queremos es que la ponga en la escuadra, y para eso claro, sobran las palabras. El ser humano evoluciona y no se debe catalogar a nadie solo por lo que es sino también por lo que podría llegar a ser, "el ser humano se inventa cada día" -Sartre- Guillaume considera que tendemos a considerar a los deportistas personas poco inteligentes porque pensar no entra dentro de sus funciones de deportista, pero que olvidamos que también son seres humanos cuya vida no está resumida en el dorsal, que cuando se bajan de la bici también tienen que vivir y tienen pasiones más allá de la bicicleta. Hay un extracto del libro, cuando habla de los componentes sociales en el mundo del ciclismo que me gusta mucho y, que me perdone Guillaume, pero eso no es etiquetar, es hacer una categoría aparte!: "naturalmente, los componentes sociales entran en juego, y sin duda hay más hijos de agricultores que hijos de jefazos en la gran familia de la bicicleta. No voy a ocultar que también hay tipos sin interés. Y también, como en cualquier otro lugar, gilipollas: la gilipollez es, como sabemos, la cosa mejor repartida del mundo"
Si Charles Darwin viviera en estos tiempos estoy seguro que le daría una vuelta de tuerca a la teoría de la Selección Natural. Ya no sobreviven los más fuertes, sino los más gilipollas, que a fuerza de gilipolleces debilitan a los demás. Ya lo decía Forrest Gump: "tonto es el que hace tonterías" Mourinho, con el que no comulgo para nada, dijo en una ocasión que en un mundo de hipócritas él era el más grande porque no compensa ser correcto y buena persona. Razón no le falta. Hoy en día si eres correcto y buena persona te acaban tildando de gilipollas de todos modos. Bueno, bueno, bueno... vaya fiestón que nos perdimos en Mallorca por gilipollas, pensando que lo correcto era quedarse en casa.

"Es tan fácil perder
la vista como la mirada
si nadie nunca recordara
si todo hubiera sido nada...
¡Eh! Vosotros que me veis
decidme quién soy yo"

Como no, Fito, poniendo letra y música a aquello de que no nos definen nuestras palabras sino nuestras acciones, que no podemos apartar la vista para fingir que algo no ha pasado, que no está pasando todavía. Así que: "Vamos a hacer el camino con decisión y coraje... no quiero hablar pero hablo y empiezo a estar ya cansado de muy buenas intenciones sin entregar nada a cambio... basta de palabras, busquemos remedio...  quiero tener tu presencia, quiero que estés a mi lado" -Seguridad Social-

El éxito no te da la felicidad porque cada vez que lo alcanzas dura un rato y se escabulle de nuevo. Por el contrario, es la felicidad la que te lleva al éxito. No hay una receta de la felicidad que sirva para todos porque cada persona la alcanza por diferentes caminos. Un ingrediente indispensable, sin embargo, es una cucharada grande de Educación... Física a poder ser, porque despeja la mente y te ayuda a pensar mejor. Y ya luego de pensar, lo que es de personas inteligentes, relativiza en términos absolutos, porque tus acciones casi siempre afectan a un gran número de gente.


Para terminar, y adelantándome al nuevo diseño educativo que se quiere poner en marcha el próximo curso donde crece la optatividad,  propongo una asignatura de nuevo cuño que podría llevar por título: "Fitología Aplicada a las Ciencias Sociales" Voy a ir pidiendo la habilitación porque créditos debo tener de sobra, aunque cierto es que "lo que en octubre es verdad, era mentira en septiembre" Así que "no te creas todo lo que piensas pero piensa todo siempre" Bueno, ahí os dejo unos pequeños apuntes de reciente elaboración para ir adelantando temario. En vídeo, que la competencia digital la tenemos adquirida, jejeje.






*Lo expresado aquí tan solo es una opinión y para nada se trata de generalizar ni demonizar a una parte de la población de algo de lo que todos somos culpables, unos por hacerlo y otros por permitirlo.

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