jueves, 7 de junio de 2012

LOS VALORES EN EL DEPORTE. OPINIONES COMPARTIDAS III

        A veces estás frente a la tele u ojeando una revista y das con un artículo o programa interesante que te hace reflexionar y comienzas a darle vueltas en la cabeza relacionando unas ideas con otras. Ahora con esto del blog además de darle vueltas puedo plasmarlas y de alguna manera compartirlas.

        Ésta, es la segunda vez que me sucede con un artículo de Julia Navarro para Mujer Hoy en la sección Entre Nosotras y que lleva por título Nuestra Tribu. En él habla de fútbol, relaciones con los hijos, valores y educación.

        Dice Julia Navarro que el fútbol le ha servido para compartir con su hijo algo que a éste le interesaba y que su afición creció a medida que lo hacía su hijo. Yo, que llevo unos años renegando del fútbol - no como deporte sino por todo lo que mueve a su alrededor - empiezo a verlo con otros ojos, los de mi hijo de casi seis años para quién el fútbol es todavía un balón y "Jugar" a goles. En su artículo dice que es del Real Madrid, al igual que yo y también mi hijo, y prometo que no tengo nada que ver en ello. Es elección suya. Y por último, señala que disfrutaba de los partidos de su equipo hasta que llegó cierto entrenador, algo en lo que también coincidimos hasta el punto de querer que nuestro equipo pierda para ver si con ello despiden al entrenador. Y la razón no es deportiva porque los títulos están ahí, sino que no comparto los modos, métodos y valores que esgrime este señor para alcanzar sus metas.

        En el artículo Julia Navarro menciona a José Antonio Marina y un viejo proverbio africano que dice que para educar a un niño hace falta toda la tribu. Y tiene toda la razón, y más en una sociedad como en la actual donde no sólo los padres y la escuela, que han perdido mucha autoridad, son los que educan sino que estamos influenciados por infinidad de factores. Y el fútbol, los jugadores, entrenadores...y sus comportamientos y valores que transmiten, tienen mucho que ver en las conductas futuras de nuestros hijos.

        El ejemplo de este entrenador es de libro. Este señor jamás ha sabido perder pero lo peor es que tampoco ha sabido comportarse cuando le ha tocado ganar, que ha sido muchas veces. Se califica a él mismo como arrogante y menosprecia a quienes dicen no serlo en una sociedad cínica e hipócrita. Yo creo que lo que no sabe es reconocer sus capacidades y limitaciones y menos aún los méritos de los demás que en los últimos años han sido muchos. Justifica comportamientos injustificables de sus jugadores quizá porque él mismo los lleva a cabo a veces. En el club parecen estar encantados con él y jugadores que parecen personas serias y responsables, que organizan actos contra el hambre, la enfermedad y la miseria, dicen estar a muerte con él. Que incongruencia ¿no? ¿Acaso se nos ha comido la lengua el gato? Hay conductas que no pueden permitirse. A mí me gusta clasificar el fútbol como un deporte de oposición donde lo único que se disputan los equipos es la posesión de la pelota. Sin embargo, en los últimos clásicos del fútbol español habría que clasificarlo como deporte de contacto, donde jugadores que presumen de ser amigos parecen no serlo tanto. El fútbol no es esto señores. Dicen que es el deporte rey. Demuéstrenlo.

        Hay una serie de dibujos japonesa que veo con mi hijo y con la que disfruto precisamente por todo lo contrario. Respetan al contrario hasta el punto de ensalzar su juego y desear poder hacerlo como ellos. Son un verdadero equipo donde todos pierden y todos ganan. Si uno cae, aunque sea del equipo contrario, se le ayuda a levantarse. La pasión por el fútbol como deporte y el afán de superación de todos y cada uno de los jugadores es lo que los lleva a superar los obstáculos.... Más Inazuma Eleven por favor.


Inazuma Eleven ( El Once del Relámpago )


        El caso del fútbol es el que mejor refleja todo esto pero no es el único. No hace mucho un gran tenista, nº 1 del mundo, rompió la raqueta durante un partido en un arranque de rabia e impotencia. Luego diría que esperaba que ningún niño lo hubiera visto pero que él era así. También dijo que encauzar su mal genio y amueblar su cabeza fue lo que lo llevó a ser el nº 1. Cuando le preguntan a un chaval que practica el tenis a quién admira, dicen que a este tenista y la razón únicamente es porque es el nº 1. Otros, aunque no practiquen el tenis, dicen que querrían ser como Rafa Nadal porque es un nº 1 dentro y fuera de las pistas. Bien. Así si.

        El objetivo de todos los que pertenecemos al  campo de la Educación Física en particular, y al de la Educación en general, no debiera ser sólo FORMAR deportistas. También, y más importante, FORMAR personas.



3 comentarios:

  1. Reflexiones en voz alta (1ª parte):
    Coincido contigo, Suso, en tus apreciaciones sobre el entrenador actual del Madrid, y digo "el Madrid" porque el Real Madrid ya no existe. El primero solo tiene que ver con el segundo en que usa su nombre, todo lo demás, todos los valores del madridismo han desaparecido con Florentino Pérez y Mourinho. Quisiera explicar a que obedece esta percepción y este sentimiento, que siendo muy particular cada vez se extiende más y más como un sentimiento colectivo entre aquellos que antaño admiramos al Real Madrid, el Madrid real. Dos décadas llevaba el Real Madrid sin percibir el olor de la victoria en la hoy denominada Champions, antes Copa de Europa. Un entrenador de la casa, con 35 años de trayectoria en el club la vuelve a conseguir amén de otros títulos, liga incluída. Curioso que este entrenador fuese destituido en la cena de celebración de su último título de liga, y con él Fernando Hierro y pie y medio también de Raúl González por salir en su defensa. Florentino esgrimió como motivo de su decisión "Que Del Bosque no encaja en el aire de modernidad del club" ¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿Queeeeeeeé????!!!!!!!. El tiempo, el mejor de los jueces y el más imparcial se encargó de evaluar la decisión y lo más grave, los motivos presentados para intentar justificarla. Al ya "Madrid" le sucedieron un rosario de entrenadores, en varias temporadas dos por cada una, hasta la llegada de Mourinho, un entrenador a imagen y semejanza del presidente. Del Bosque es reconocido, desde entonces, en todo el mundo no solo como un entrenador de primer nivel sino como un transmisor excepcional de los valores del deporte: humildad, trabajo, respeto, saber perder y lo más difícil: saber ganar. Un entrenador que no para de recibir galardones a nivel internacional precisamente por esto último. Eso era el madridismo: un equipo CAMPEÓN y a la vez HUMILDE. Era por ello aplaudido en todas las plazas de España. Hoy es pitado en todas las plazas de España. Continúa en la 2ª parte.

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  2. Reflexiones en voz alta (2ª parte):
    Se ha pasado de la humildad a la soberbia y la prepotencia (Florentino en la época de los galácticos regaló un libro a cada jugador titulado: "Bienvenido al mejor club del mundo"). Y esto el verdadero aficionado al deporte en general (no solo al fútbol en particular) no lo admite. Mourinho más de lo mismo: insultos a muchos de sus compañeros de profesión, salidas de tono constantes en ruedas de prensa, dedos en el ojo y un largo etcétera. Indudable el éxito deportivo, que para el verdadero socio del Bernabéu no es suficiente. El exquisito público del Bernabéu quiere algo más, pero de momento se contiene ante la llegada de los resultados. No me cabe duda de que este mismo público se cargará a Mourinho en cuanto estos resultados flaqueen y él mismo es consciente de ello, de ahí que mediada la temporada pasada comprase una nueva casa en Inglaterra para la presente, ante la posibilidad de que no ganase la liga en su segundo año con el "Madrid". Personalismos a parte, la propia estructura y el organigrama del club han contribuido de igual modo a destruir el madridismo y su aura señorial. Antes era el Barça el que primaba el plano económico sobre el deportivo, hoy es el Madrid. Antes era el Barça el que fichaba todo extranjeros, hoy es el Madrid. La importancia tradicional que se le había dado siempre a la cantera se ha esfumado ante la posibilidad de sostener el proyecto a base de fichajes mediáticos que garanticen ventas. Lo mismo respecto al fichaje de los mejores jugadores nacionales: Villa o Jordi Alba son claros ejemplos de jugadores que nunca debían haber escapado al Madrid. Hoy quien los ficha es el Barça. Se han transmutado, están hasta tal punto irreconocibles que no me cabe la mayor duda de que si el Barça lograse desprenderse de la politización del club como resorte para la independencia catalana, ahora mismo sería admirado por la mayoría aplastante del futbolero español, si no lo es ya. Y para colmo bochornoso las últimas perlas de Florentino en estos primeros días de octubre de 2012: anuncia su pretensión de modificar los estatutos del Madrid para poder seguir en el cargo, al estilo Hugo Chávez. Pero si esto es grave, lo es más la justificación que ha dado para ello, repitiendo el error cometido con Del Bosque: "No podemos permitir que el Madrid se lo quede cualquiera y exigiremos el patrimonio necesario para que valga de aval a cualquier candidato". Por si este despropósito fuese poco, pretende también la modificación estatutaria en lo referente a la antigüedad como socio de un posible candidato, aumentándola a 20 años. De este modo, además de evitar que cualquiera independientemente de su fortuna pueda ser presidente del Madrid, consigue que un posible candidato joven y formado pueda hacerle sombra, quedando como posibles contrincantes viejas glorias del club sobre las que se siente ganador. Queridos madridistas de ahora y de antes: estas maniobras significarían por ejemplo que D. Santiago Bernabéu no podría haber sido presidente, ya que cuando llegó a la presidencia del Club carecía de fortuna. ¿Se lo podrían imaginar?.

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    1. Hola anónimo. Tú comentario como podemos comprobar es cuanto menos, extenso. Y al igual que tú coincides conmigo en mis opiniones, yo lo hago con las tuyas. Por ellas, podemos adivinar que futbolero eres un rato y que te crispan conductas y maneras de proceder a todas luces erróneas.
      Mi intención con la entrada no era escribir sobre fútbol, sino poner a éste como claro ejemplo de la pérdida de valores cruciales en el deporte y en la vida y de como transmitimos todo ello a nuestros hijos que aprenden rápido, más si cabe, aquello que no debieran. Antón Ruanova, al que tuvimos oportunidad de disfrutar en el colegio durante una charla, titula la última entrada de su blog con tres palabras: Trabajo, Esfuerzo e Ilusión. Creo que no hace falta decir nada más.

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