martes, 2 de noviembre de 2021

BORJA GOLÁN. CAMPEÓN SILENCIOSO

Hace tiempo, como fiel seguidor de Michael Robinson y de su Informe Robinson, había visto el documental dedicado a Borja Golán. Al hacerlo, me remonto más en el tiempo (2004-05-06) y me acuerdo de aquellos años en que vivía en Milladoiro y acudía al gimnasio Squash para nadar. Creo recordar que para entrar al vestuario de la piscina había que pasar por delante de las 4 pistas de squash que allí hay, donde chicos y chicas se afanaban en golpear la pelota contra la pared, y digo golpear aunque lo cierto es que la revientan en cada golpe. Como estaban esas paredes!! Imagino, ahora, que uno de aquellos chicos sería Borja.

Reconozco que no era un deporte que me llamara mucho la atención, no por no saber de su existencia pero sí por desconocimiento de su desarrollo y de los elementos técnicos. Me pasa lo mismo con otros deportes hasta que los practico un poco y descubro el interés que despiertan en mí que hasta entonces permanecía oculto. Para mí, que vengo del atletismo, los lanzamientos apenas tenían interés, hasta que entré en Inef y me enseñaron en que consistían y pude practicarlos. El disco y el martillo cobraron otra dimensión y, aunque la condición física de un chaval de 58-60 kilos mediofondista no invita a su práctica, sí que comencé a seguirlos más en las retransmisiones. Con el Judo más de lo mismo. ¿Y la Natación? Para un tío que “aprendió” a nadar a perrito, en el Pozo das Pompas en la Pedrachán, durante las “Olimpiadas” de verano que organizábamos los amigos, descubrir el rolido, el codo alto en el recobro y la secuencia: entrada, agarre, tirón, empuje en la brazada… guau!!! Las Olimpiadas, las de verdad, nunca han vuelto a ser lo mismo desde que sé apreciar lo que estoy viendo. 

De esa época, en Inef, también me acuerdo de un compañero, Carlos Prieto. El tío venga a nadar, venga a montar en bicicleta, venga a correr… ¿pero qué haces? Si hasta yo, que entreno mis horas, me canso solo de ver que no paras. Triatlón me dice que hace. Unos años más tarde, trabajando en Santiago de monitor de natación y socorrista, conozco a un chaval de Órdenes que también practica aquello que hacía Carlos, Triatlón. Me dice que va a ser campeón del mundo, me lo dice convencido y oye, al cabo de 3 años, va el tío y se merienda a todos en Cancún proclamándose Campeón del Mundo, y de Europa, y de España,  y doble diploma Olímpico… Iván Raña se llama. Desde entonces todo el mundo sabe quién es y cuál es su deporte. 

¿Y Carlos? Carlos sigue con lo suyo, nadando, pedaleando, corriendo y en los ratos libres también se dedica a entrenar a un tal Javier Gómez Noya, que a estas alturas no necesita presentación, ¿verdad que no?

Lo que me llama la atención de todo esto, no es que el squash no os llame la atención, porque pasa con otras disciplinas deportivas. Lo que me llama la atención es que teniendo un CRACK mundial al lado de casa que nos enseña en que consiste lo que hace y que lo hace tan bien, igual que hicieron otros con su deporte, no nos llame más la atención. Doble Campeón de Europa, quinto del mundo como mejor clasificación, Campeón de España hasta el aburrimiento y a pesar de ello querido por sus rivales por todas aquellas características particulares y personales que hacen grande a un deportista más allá de los logros meramente deportivos. “Una aguja en un pajar” dice Jesús Souto. Pero si no tenemos que buscarlo, que lo tenemos delante y no lo vemos. 


Cuando nos confinaron por la pandemia, allá por marzo de 2020, una de las tareas que envié a mis alumnos era la de ver el documental y hacer una pequeña reflexión. A uno de ellos particularmente le encantó, y su padre, compañero de trabajo en el cole, me dijo luego que lo conocía personalmente, que era muy buena persona y cercano con los chavales que entrenaban en el gimnasio. Así que no podía dejar escapar la ocasión de preguntar si no le importaría venir a dar una charla y contarnos su historia personalmente cuando las restricciones sanitarias se relajasen y volviésemos a la normalidad. El curso pasado no pudo ser, pero éste retomamos la iniciativa y, con la colaboración de Roberto “Teacher” (profe de primaria) más César Torea como conductor de la charla, alumno del cole y practicante de squash a quien le hace una enorme ilusión presentar a una persona a quien estima mucho, podremos tener en el cole a Borja Golán en una pausa entre torneo y torneo y disfrutar de la presencia de todo un “Campeón Silencioso”

Ahora voy a hacer un corta y pega con las palabras que empleé entonces para presentar el documental sobre Borja. Decía así:

“¿Qué forja una leyenda? ¿Lo que alguien hace en vida o cómo se le recuerda después de muerto?” Esta cuestión se presentaba en uno de los capítulos del documental de Netflix, “The Last Dance”, sobre los Chicago Bulls de Michael Jordan de la temporada 97/98. Esa temporada sería la del sexto anillo. Seis en ocho temporadas. Un buen ejemplo de lo que significa la perseverancia, la constancia, la disciplina, la “determinación” y apostar por el trabajo bien hecho que nos depare un futuro prometedor a medio/largo plazo. Michael Jordan es leyenda viva del baloncesto por lo que ha hecho y como tal se le recuerda y se le recordará también más adelante.

Un gran deportista es, para mí, aquel cuya grandeza como atleta se limita a la cancha de juego. Cuando son esa superioridad, suficiencia y ese punto de arrogancia (confianza y seguridad en sí mismo) que les hace grandes dentro de la cancha, los mismos que no le permiten alardear fuera de la pista y ser uno más dentro del colectivo de personas “normales”, con la humildad, accesibilidad y cercanía propias de las buenas personas.

¿Alguien sabía que hay un Informe Robinson que habla sobre un Crack Mundial "Campeón Silencioso" de la raqueta? No, no son Rafa Nadal ni Carolina Marín. Es Español y Gallego. ¡Ya! imaginaba que no, supongo que de ahí lo de silencioso. No por él, que hace bastante ruido con sus victorias allá donde va, sino por nosotros, que somos incapaces de jalear y poner en valor tamaña aventura. Ha tenido que volver el "inglés" de su retiro “obligado” (DEP Michael Robinson) a recordárnoslo!!! 

Borja Golán ha conseguido lo que parecía imposible en un deporte casi inexistente en España, el Squash. Inexistente por la falta de estructuras, de ayudas y de cobertura mediática. Campeón de España año tras año desde 2002 e instalado en la élite mundial desde hace una década, Borja decidió hace mucho tiempo que la falta de recursos solo se vence con “DETERMINACIÓN” (recordáis al Michael Jordan leyenda).

En estos momentos es imposible encontrar en internet el documental sobre Borja, pero sí que hay un par de trailers que os dejo más adelante y un podcast del programa de la Cadena ser, "Acento Robinson"

No he podido resistirme y he puesto como título de la entrada el mismo que Michael Robinson puso en su día al documental. Creo que refleja muy bien la historia de Borja y tenía que aprovechar para hacerle un pequeño homenaje a Michael por mostrarnos el lado amable del deporte del cual era ferviente defensor.


Este último vídeo, me recuerda a un trocito de monólogo del gran humorista Miguel Gila en el que habla sobre la primera vez que fue a la guerra. Me lo recuerda porque se alistó por un anunció que decía que se necesitaba un soldado que aprendiera deprisa. Y allí se fue, con 16 años, una tortilla en escabeche y un termo de café. Cuando llegó a la guerra estaba cerrada, se presentó al teniente y dijo: 

- Gila: "vengo por lo del anuncio" 
- El teniente le pregunta: "¿qué tal matas?" 
- Gila contesta: "hombre, de momento flojito, pero cuando me entrene..." 
- El teniente continúa: "¿traes fúsil?
- Gila: "yo creí que la herramienta la ponían ustedes..."
- El teniente: " no, es mejor cada uno el suyo, así el que rompe paga"

Al igual que Gila, que nació en 1919 y pasó por unas cuantas guerras, Borja Golán se alistó con lo puesto en el mundo del squash y aprendió deprisa. Gila "mataba de risa" de 9 a 1 y de 4 a 7 en su monólogo, y Borja pasó de dedicarle dos o tres horas al squash a entrenar 7 horas con los mejores, ascendiendo de un flojito puesto 400 en el ranking mundial al Top 50 en el plazo de tan solo un año. 

Clemente Alonso, triatleta de élite y médico, escribe unas fantásticas columnas en la revista "Triatlón" En una de las últimas, "Trabajo, otra vez" habla de Eficiencia, que está muy de moda, en lugar de Ley del mínimo esfuerzo, que suena peor. Dice que "el que quiera llegar a su mejor versión tendrá que pasar indudablemente por trabajárselo. Por más que nos guste echar la culpa a otros o pensar que el mundo nos debe algo, con lo único que podemos contar es con nuestra capacidad de trabajar por ese algo lo que es una actitud para la vida: estar dispuesto a trabajar, a invertir, para mejorar. No es que trabajar per se dignifique, es que mejorar, perseverar, prosperar dignifican... y para eso hay que trabajar"

BORJA GOLÁN ¡¡¡INSPIRADOR!!!



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